02

552 40 7
                                    

A veces es demasiado duro aceptar que alguien a quien amas se ha ido, sobre todo cuando todo fue por tu culpa. Aun recuerdo lo que paso esa tarde, jamas me perdonare lo que hice y se que de no ser por que soy una idiota con todas las de la ley, mis padres seguirian aqui...

*Flashback*

- Hola, mamá

- Hola Mae, como estuvo la escuela hoy?

- Ammm... Bien. - dije nerviosa - eehhh...

- Que pasa Mae? - dijo madre frunciendo el ceño -  que vas a pedirme ahora?

- Val y yo fuimos invitadas a una fiesta esta noche, es en casa de unos amigos y...- madre me interrumpió-

- Los conozco? - dijo cruzandose de brazos

- No... - a decir verdad ni yo los conocía - pero es cerca mira.

Le mostre un pequeño papel en el que estaba escrita la dirección y madre solo rió un poco para luego decirme "estas loca? Es como a media hora" "eres muy joven" y mas cosas que dicen las madres en momentos como ese.

Tomé el papel y me encerre en mi habitación haciendo el papel de la hija indignada, pero solo quedaba algo por hacer. Si quieren un consejo, señores padres, las ventanas de los cuartos deben tener rejillas... Recuerdenlo, o sus hijos, no tendran inconveniente al escaparse para ir a una fiesta. O a cualquier lugar.

*Fin del flashback*

Matt me dijo que murieron en un accidente de tránsito, el no me dijo que estaban yendo a buscarme al lugar de la fiesta, pero yo se que fue así...

Pase 1 mes encerrada en mi habitación hundiéndome en mi dolor. Ni siquiera fui a su funeral y luego de eso me sentí aún peor. No queria nada, solo pensaba en lo miserable que soy y que jamás podría superar el hecho de que mis padres murieron por mi culpa...

Matt siempre me decia que las cosas deben pasar y que de una manera u otra ellos debían irse, que no fue mi culpa. Ahora solo me queda mi hermano, pero se que estaré bien con el.

***

Tuve que dejar mi vida en New York, ya que no sabia si soportaria seguir recordando esa maldita noche. Ahora solo contaba con Matt, quien hacia lo posible por verme feliz y eso lo aprecio mucho, porque es un trabajo muy dificil.

Faltan 3 meses para mi cumpleaños numero 18 y ahora vivo en Huntington Beach con mi hermano Matthew y  Valary, una de mis mejores amigas y la novia de Matt.

Es un cambio muy grande pero debia hacerlo, seguir en New York seria una agonia, todo cambio demasiado rapido y por mi maldita culpa...

***2 meses despues***

Como la buena amiga que es, Valary me ayudo a conseguir trabajo en la misma cafeteria en que trabajan ella y su hermana Michelle.

-Despierta peste!- dijo Matt muy sonriente entrando a mi habitacion- Hoy tienes que trabajar!

- Cállate y dejame dormir!-

- Claro que no, me esforce mucho para que te dejaran trabajar alli- dijo Val

- Bien! Ya! Solo salgan de mi cuarto para poder vestirme-

Lo ultimo que queria era trabajar, pero nueva vida, nuevas reglas.

Salimos de casa antes de las 7, por suerte el lugar quedaba muy cerca de la casa de Matt.

Tuve que atender mesas toda la mañana, nada fuera de lo normal pero estaba agotada. Mientras recogía algunos platos vi a un chico alto de cabello oscuro y muy buen fisico, nada desagradable a la vista, pero aun asi no me interesa, no tengo tiempo para amigos, novios o cualquiera de esas babosadas.

Aun asi, me gusta estudiarlo con la mirada. No puedo evitar sonreir al fijarme en sus tatuajes.

- Si que es sexy - pensé. Mordi mi labio inferior e inmediatamente aquel muchacho me miró con una sonrisa pícara. Yo, como menuda idiota, me quede mirándolo con los ojos abiertos como platos mientras sentía como mi rostro se enrojecía.

La voz de Michelle llamándome me saco de esa vergonzosa situación, fui corriendo lo mas rápido que pude hacia la mesa que Mich atendía.

- Mae, estoy muy atareada - dijo mientras caminaba por el pasillo sirviendo café y recogiendo platos sucios - me harias el favor de atender al chico de aquella mesa? - y como creí, Michelle señalaba al extraño que me descubrió mirándolo con cara de pervertida.

- Lo siento Mich, no puedo... - ella hizo carita de "hazlo por mi" - esta bien! Ya!.

Michelle me abrazó y yo solo podia repetir "mierda, mierda, mierda" en voz baja mientras caminaba en dirección a la estupida mesa en la que estaba el estúpido chico.

Second HeartbeatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora