Los siguientes dias pasaron muy rápido, era increíble que solo faltara 1 semana para mi cumpleaños, pronto seria mayor de edad y personalmente no me agradaba mucho la idea.
Mi ventana ya había sido reparada y Jimmy desayunaba casi todos los dias en el restaurante, cada vez que tomaba su orden me decía cosas como: "que lindo uniforme, me gustaría quitartelo" yo solo le sonreía y le enseñaba el dedo medio acompañado de la frase: "pudrete Sullivan".
Valary y Michelle solo reían y murmuraban cosas siempre que yo hablaba con James. Mich empezaba a enfermarme, para nadie era un secreto que le coqueteaba a un tipo que iba cada mañana vestido con un traje elegante y un maletín de cuero. Obviamente todos nos dábamos cuenta de lo perra que era, todos, menos Brian quien la visitaba todos los dias con una rosa. Mi amigo no merece esto, pero Matt trató de abrirle los ojos y Val no lo permitió, es una buena hermana y no quiere que Michelle tenga reputación de fácil, claro, más de la que ya tiene.
El viernes tenía el día libre y quedé con Jimmy para ir al parque. Preparé algo de comida y... Bueno, no la preparé, James y yo estuvimos de acuerdo en pasar por una tienda para comprar frituras, salsas y sodas.
En el camino hablamos de muchas cosas y al llegar nos sentamos en el césped, todo era hermoso, había un lago y muchos niños jugando por todos lados con sus padres. Entonces entró el sentimiento que durante este tiempo quise evitar. Sentí tristeza, culpa, dolor, todo revuelto en mi pecho, haciéndome recordar la noche en que por idiota y caprichosa perdí a las personas que mas me amaban, la noche desde la cual muchos me llamaban "huérfana". Odio esa maldita palabra.
Las lágrimas bañaron mis mejillas, traté de ocultar mi rostro, no quería que Jimmy me viera llorar, pero como siempre, el sabía cuando estaba bien y cuando estaba mal.
- Mae - Jimmy tomó mi barbilla tratando de levantar mi cabeza, yo la bajé bruscamente y el entendió. Yo sólo quería que me abrazara.
El me rodeó con sus enormes brazos, escondí mi rostro en su pecho y supe que estaría segura, su aroma, su camiseta bañada por mi llanto, el latido de su corazón, todo me decía que si el estaba a mi lado, todo estaría bien.
Juro que podría quedarme ahí para siempre, por un momento olvidé el dolor que sentía, solo podía pensar en que este chico era la solución, él podía ayudarme a salir del abismo en que yo misma me hundí para que nadie me vea, para que nadie me acompañe, para que nadie me ame.
Sequé mis lágrimas con mi brazo y levanté mi cabeza para encontrar lo unico que me calmaría. Lo besé y las lágrimas volvieron a correr por mi rostro, pero esta vez no eran de dolor ni de culpa, eran de alegría, supe que al fin, con James a mi lado, todo lo malo desaparecería.
- Quieres hablar de eso Mae? - Jimmy acarició mi rostro y yo asentí.
Le conté todo lo que pasó, sin lágrimas, mirando a ningún lugar en específico.
Al terminar James me abrazó fuerte, el siempre sabe lo que tiene que hacer.
Comimos cada cosa que habíamos comprado y recogimos todo para irnos, Jimmy me tomó de la mano y caminamos hacia mi casa. Esta vez no hablamos, yo tenía la mirada fija en el suelo y el no me preguntó nada. El sabia exactamente lo que pasaba en ese momento.
Llegamos a casa y rompí el silencio.
- Oye James, es que no trabajas?
El rió y me di cuenta de que hasta su risa empezaba a gustarme.
- La verdad señorita, es que trabajo medio día en una lavandería y hoy pedí el día para pasarlo contigo.
- Ya empezaba a creer que eras un mantenido Sullivan.
- Debo decir, bella dama, que sus palabras hacia mi persona me resultan un tanto ofensivas.
- Deja de hablar asi James - no pude evitar reír - pareces un idiota.
- Bien dejaré de hablar así solo si mi hermosa dama accede a acompañarme a una fiesta mañana.
- Claro, que tipo de fiesta?
- De disfraces.
- Pero yo no tengo un disfraz!
- Yo te compré uno. - una sonrisa pícara se asomó en sus labios y supe exactamente lo que debía decir.
- No! No, no, no y no! Jamás pasará James Owen Sullivan! Jamás pasará!
- Vamos Mae, confía en mí. - este maldito era capaz de hacerme cambiar de opinión haciendo sus caras de cachorro.
- Bien! - James ni siquiera trató de disimular su emoción y me abrazó en cuanto acepté - Pero... - me soltó inmediatamente y me miró - si es algo vulgar puedes considerarte muerto.
- Mañana verás tu disfraz. Adiós. - me dio un pequeño beso, se giró y empezó a caminar, imagino que hacia su casa.
- Espera, de qué me disfrazaré?!
- Pasaré por ti a las 7!
- Eres un maldito Sullivan!
- Yo te quiero más!
Abrí la puerta para entrar a mi casa y Matt preparaba la cena para los chicos que estaban sentados en el sillón.
- Hola Mae! - dijeron todos
- Hola chicos - sonreí - qué hacen aquí?
- Estamos acordando que usaremos para la fiesta de mañana. - respondió Arin.
- Jimmy ya escogió el tuyo - dijo Brian asomando el rostro por un lado del cabello de la maldita novia que tenía sentada en sus piernas.
- Te verás genial Mae! - dijo Jhonny levantando una cerveza.
- Esperen, ustedes ya lo vieron?
- Claro! - dijo Zacky con cara pervertida - yo lo ayudé a elegir.
- Como carajo es que James... - la voz de Matt me interrumpió.
- Mae! A la cocina! - ay no - Ahora!
Todos quedaron en silencio y si no estuviera segura de que Valary estaba en la cocina con mi hermano hubiese corrido lo mas lejos posible.
Entré y encontré a Matt con los brazos cruzados sobre su pecho. Val servía la comida como si nada pasara.
- Que pasa Matthew? - por poco y no me sale la voz.
- No irás a la fiesta de mañana.
Sentí que los colores se iban de mi rostro, James me habia comprado... Algo. Y le prometí ir con él y no podía quedarle mal.
Pensé en 20 mil razones por las cuales debía ir a esa fiesta y los colores que hace un momento se escaparon de mi, volvieron convertidos en un rojo ardiente que me llenó de furia al escuchar la risa de Matt.
- Debiste ver tu cara! - Matthew reía a carcajadas y Valary solo negaba en silencio.
- Eres un idiota!
- Me encanta tu disfraz. - dijo Val mientras mi hermano se retorcía de risa.
- Dime de que es.
- No puedo - su sonrisa de complicidad se hizo notar - James me hizo prometer que no te lo diría.
Valary, Michelle, Arin - quien es todo un caballero - y yo servimos la cena para los muchachos que solo reían y bebían cervezas.
Zacky me ofreció cerveza, pero no quise, y aunque hubiese querido Matt no lo habría permitido. Un rato después me fui a dormir pensando en como sería el disfraz que Jimmy escogió para mí.
Abrí los ojos y lo primero que vi fue una bolsa roja que estaba junto a mi cama. Tenia pegada una tarjeta.
"Estás lista princesa?"
- Ay no! - pensé - por favor no!
Lo saqué de la bolsa y me di cuenta de las cosas que pasaban por la mente retorcida de Jimmy.
Eres un maldito Sullivan.
ESTÁS LEYENDO
Second Heartbeat
FanfictionSe puede empezar de nuevo? Es cierto ese cuento estupido del fénix que renace de sus cenizas como por arte de magia? Yo no lo creo, nunca lo creí, pero al parecer James Owen Sullivan veia las cosas de una forma un tanto diferentes. James era todo lo...