Epílogo

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James, gracias por todo lo que me enseñaste, me hiciste alguien mejor, alguien que nadie creía que podría llegar a ser.

Han pasado 5 años y yo sigo escribiendo estas cartas como si algún día fueras a leerlas, pero estás tan lejos que es imposible.

Quisiera tenerte aquí, conmigo, a veces creo sentir que estás cerca, pero es más posible que me esté volviendo loca.

Te extraño tanto que duele, no pensé que sería tan difícil vivir sin tus risas, sin tus locuras, sin tus ojos azules, sin escucharte tocar melodías increíbles en el piano, sin ver la forma en que te apasiona marcar el ritmo en la batería, sin tus tatuajes adornando tu piel de la forma más perfecta.

Jamás hubiera imaginado que sería tan difícil vivir sin ti.

Te extraño más de lo que crees. Aunque a muchos les parezca ridículo, aún eres todo lo que tengo. El amor de mi vida.

Hasta siempre, James Owen Sullivan.

Second HeartbeatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora