Can't breathe

🎼 24

Norman y yo volvimos al auto y nos dirigimos camino a su casa.

- ¿Cómo hiciste para vivir independientemente?-pregunté con curiosidad-

- Mis padres no estaban de acuerdo con mis estudios centrados en música, así que fui ahorrando y escribiendo algunos artículos o dictando clases a niños y así obtuve algo de dinero al principio.-respondió-

- A mí también me gustaría poder vivir sola luego de graduarme. Creo que es momento de buscar algún trabajo..

- ¿Por qué quieres mudarte?-preguntó preocupado-

No pude evitar contarle.

- Te lo diré luego...-susurré evitando su mirada-

- Está bien, no te sientas presionada. Pero me preocupa haberte visto hoy así de triste.-dijo acariciando mi cabeza con suavidad-

- Gracias, Norman.-respondí con una sonrisa-

Luego de unos minutos llegamos a una casa amplia con jardín y Norman estacionó su auto.

- Ahora sí, llegamos.-anunció saliendo del auto y abriéndome la puerta-

- ¡Qué bonita casa!-dije bajando del auto emocionada-

Caminamos hacia la puerta y un joven casi de la edad de Norman guardó el auto en la cochera.

- Bienvenida a mi pequeña casa, Emma.-dijo prendiendo las luces-

- Con permiso.-dije entrando mientras divisaba los alrededores-

- Siéntete como en casa, iré a traer algunos bocadillos.

- G-Gracias.-dije sentándome en una silla de madera con un bonito acabado-

Un pequeño gatito se me acercó rápidamente y empezó a maullar.

- ¡Eres el gatito que ví el otro día! ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Cómo te encuentras?-pregunté emocionada mientras lo tomaba en brazos-

- Veo que se llevan bien.-rió Norman dejando una bandeja de comida y café en la mesa-

- ¿Cómo está él aquí?-pregunté con curiosidad-

- Lo encontré por casualidad en la calle y decidí adoptarlo.-respondió sentándose a mi lado-

- Gracias por cuidarlo, estaba preocupada él. Quise cuidarlo, pero no permiten mascotas en mi casa.
¿Ya tiene nombre?

- Aún no, ¿me ayudarías a elegir uno para él?-preguntó-

- ¿Cómo deberíamos llamarte?-pregunté acariciando su pequeña cabeza-

 El gato saltó sobre el piano que se encontraba en la sala.

- ¡Qué bonito es!-grité acercándome emocionada-

- Lo tengo desde que vivía con mis padres.

- ¿Lo afinas tú mismo?-pregunté-

- Sí, un profesor de la universidad me enseñó.-sonrió-

- El gatito está tocándolo.-reí mientras veía cómo se lamía una patita.

- Está en la nota re. ¿Crees que quiera componer algo?-dijo soltando una risita-

El gato bajó la otra pata y tocó la nota mi.

- ¡Remi!-dije de imediato-

- Ohh, bien pensado.-respondió Norman- ¿Te gusta tu nuevo nombre?

El gatito nos miró soprendido y luego empezó a ronronear.