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Esa misma noche sentí a Ray llegando a casa a una hora extraña.

Mamá salió y pospuso la conversación que tendríamos, ya que había recibido una llamada del trabajo. Ella era enfermera por lo que siempre salía cuando solicitaban su ayuda.

Eran las 11 y seguía sin llegar. Lo había estado esperando para hablar sobre el asunto que quedó pendiente con mamá.

Hasta que la puerta sonó de golpe y sentí que subía las escaleras dirigiéndose a su cuarto.

- Ray, mamá me dijo que quería hablar conmigo. ¿Sabes si está enojada por algo?-pregunté asomándome por la puerta de su habitación.

Vaya..., está dormido

Entré y me senté en una esquina de su cama, pensando con preocupación.

De repente sentí un par de brazos rodeando mi cuello.

- ¿Eh..?

Estaba abrazándome con fuerza, sin emitir ningún tipo de sonido.

- ¿Qué estás hacien...?

- Quédate así solo un momento. -dijo poniendo su frente sobre mi hombro.

- Pero mamá...

- Mamá no está, salió hace poco.-susurró en mi oído derecho.

Sentí que mi piel se erizaba.

- ¿Hoy llegaste tarde porque estuviste tomando?-pregunté enojada al sentir el olor a alcohol en su aliento.

No escuché respuesta y supuse que se había quedado dormido.

Me levanté y lo recosté en su cama, con sumo cuidado.

Estuve a punto de irme cuando sentí que tomaba mi mano con fuerza.

- Perdón, te desperté.

- No te vayas.

- ¿Qué sucede, Ray? Estás actuando muy extraño. ¿Acaso terminaste con tu novia?-pregunté mirándolo con curiosidad-

Me miró con seriedad y hubo un silencio incómodo.

- Perdón no debí...

Jaló mi brazo con fuerza, provocando que caiga sobre su cama.

Se puso encima mío y comencé a sentirme muy nerviosa.

- ¿R-Ray?

- Eres una tonta.-murmuró con enojo mientras tomaba mis muñecas con ambas manos-

Mi vestido estaba muy levantado, sentía mis piernas descubiertas y el escote algo caído, me moría de vergüenza al estar recostada en esa posición sin poder cubrirme el rostro.

- ¿De verdad quieres que te lo explique?-preguntó sonrojado-

- ¿D-De qué hablas?-pregunté nerviosa-

- No sabes cuánto debo contenerme, Emma.-dijo acercándose a mi rostro-

¿Acaso él quería?

- ¿Q-Qué estás haciendo...?-pregunté moviendo mi rostro a un costado con lágrimas de impotencia-

Me miró sorprendido y luego me soltó.

- Perdón... yo estoy algo mareado. No sé que acabo de hacer.-dijo cubriéndose el rostro con una mano-

Me levanté y sequé mis lágrimas sin dirigirle la palabra.

- Emma, lo siento mucho.-dijo con debilidad-

Volteé a verlo y estaba recostado en la cama incosciente.

- ¡Ray!-grité asustada-

Mamá no estaba y ella no usaba teléfono.
La primera y única persona que vino a mi mente...

Can't breatheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora