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Ya habían pasado varios días y faltaba menos de dos semanas para el recital.

Mamá aún no salía del hospital y Ray seguía ocupado.

Yo estaba empezando el último bimestre de la escuela y luego tendría que pensar en lo que haré después de salir.

- Emma, me dijiste que estabas pensando en postular a la universidad de música en la que llevas cursos. -dijo la tutora mientras le devolvía el papel de información sobre mis estudios-

- Aún me falta mucho para estar lista y postular, por ese motivo no rellené el formulario-respondí-

- Me enteré que tu madre está en el hospital, tu hermano vino ayer y me lo contó. Debiste haberme avisado, necesitamos su firma para confirmar si vendrás a la universidad que está afiliada a la escuela.

- Lamento no habérselo comunicado, pero no estoy pensando en ninguna universidad por el momento.

Mi mente estaba llena de mil cosas, ya había comenzado a preocuparme.

- Gilda, ¿Qué harás al salir de la escuela?-pregunté-

- Quiero estudiar diseño de modas y luego tener una pequeña tienda.

- Me alegra saber que tú si tienes claro lo que harás.-respondí con una sonrisa forzada-

- Hace días que no vienes a mi casa, estás muy extraña. ¿Te encuentras bien?

- Hay bastante por lo que debo preocuparme. Quiero dejar de depender de Ray y su madre, y para eso debo tener algo de dinero o pensar en estudiar para ingresar a una universidad pública.

- ¿Y qué quieres estudiar? ¿No crees que es bastante apresurado que quieras irte tan pronto?

- Sí lo sé, pero ya no me siento cómoda. Al parecer estuvieron ocultándome algunas cosas.

- Cierto, tampoco vas a terapia de recuperación desde que empezamos la secundaria. ¿Acaso ellos saben todo lo que sucedió antes del accidente?

- No estoy segura, pero tiene relación con mi verdadera familia. El que atropelló a mi madre quiso mantenerla en silencio.

- Emma, creo que no debes involucrarte mucho y dejar que ellos te lo cuenten por sí mismos.

- Gilda, tengo miedo. Es algo que escuché de Ray mientras hablaba por teléfono con un oficial.

Ella se quedó mirándome sorprendida.

- ¿Y si... vas a investigarlo a la oficina de la policía?

- No tengo mucha información que pueda ayudar.

- Puedes hablar de esto con Ray, él testifica y los cargos pueden llegar a anularse porque él era menor de edad cuando todo sucedió.

Me quedé pensativa durante un momento.

- Tienes razón, Gilda. Por ahora averiguaré sobre mi familia.

- Si necesitas ayuda cuenta conmigo.
...

Así pasaron los días, juntando pistas y buscando una forma de encajar las piezas para hallar mi identidad.

No pude hablar con Ray porque no llegaba a casa y solo nos cruzábamos cuando yo salía a la escuela. La mamá de Ray tampoco despertaba, dejé de visitarla porque me lo impidieron.

Así que proveché que no había nadie en casa para escabullirme a buscar alguna pista.

Unos días antes del recital encontré una caja con llave en el ático. Tenía la forma se un collar que llevaba desde pequeña así que intenté abrirla con eso y lo conseguí.

- Esto es...

Una fotografía de mis padres, juguetes, vestidos y...

- Partituras.-susurré cayendo al suelo con lágrimas en los ojos-

Por eso la madre de Ray me había impedido tocar todo este tiempo. Temía que mis recuerdos regresaran a mi.

- ¿Por qué...?

No podía creerlo. Mis padres parecían personas adineradas, eran alegres y en la foto nos veíamos felices.

- Mamá, papá... ni siquiera recuerdo sus nombres.

Me reproché durante unos minutos y decidí continuar con mi búsqueda.

Mientras lo hacía encontré una carta y una cajita musical.

- Otra llave. -reproché-

La carta no tenía remitente, pero decía:

Querida pequeña:
Cuando tengas la edad suficiente para leer esta carta espero haber cumplido mi promesa de ser un pianista famoso y haberte dicho lo que siento por tí con honestidad.

Al principio no me agradabas, pero cuando te conocí llenaste mi vida de risas y color. Eres la persona más preciada que tengo.
Quiero estar siempre contigo, cuando regrese de mi viaje y seas mayor te prometo que no volveré a separarme de ti, mi bella girasol.

Este es mi regalo de despedida para tí, con tu melodía favorita.
Te prometo que no tardaré mucho y te llamaré seguido desde Viena.

No entendía por qué esas palabras me dolieron profundamente.
Ni siquiera había dejado su nombre escrito para buscarlo.

- Quiero... escuchar la melodía. Quizá con eso recupere la memoria y pueda encontrarte.-me dije a mi misma dándome ánimos-

Tomé la caja con las cosas dentro y las llevé a mi habitación.

Me encerré con las luces apagadas. Abracé mis cosas y lloré desconsoladamente

Tenía solo una consigna en mi mente.
Encontrar la llave de la caja musical para recordar a la persona que me dejó esa carta y recordarlo todo para saber qué sucedió con mi familia.

Mientras intentaba calmarme, Norman vino a mi mente.

El recital iba a ser en dos días.
Iban a estar algunos maestros de Norman y personalidades importantes de la música. Quizá podría conseguirme una beca para  estudiar en el extranjero.

Te encontraré en Viena.

...

¡Hola! Me han pasado demasiadas cosas en estos casi dos años wue no actualizaba este fanfic.

Me alegra el recibimiento que está teniendo a pesar de mi ausencia.

Los extrañé. ❤️

Can't breatheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora