- Graciar por traernos a casa, Norman. -dijo Ray tomando sus maletas del auto- Después de dejar las maletas saldremos a pasear.
¿Quieres acompañarnos, Emma?- ¿Yo?
- Será la recompensa por no darte la clase de hoy. -sonrió con calidez-
- No estoy segura si mamá me dará permiso.
- Descuida, le dije que saldríamos cuando llegara.-dijo Ray rodeando mi cuello con su enorme brazo-
Norman nos miró un poco incómodo.
- ¡Suéltame Ray! , me duele.-susurré moviéndome algo nerviosa-
- Norman, no sé cómo puedes aceptar a una alumna tan difícil como Emma.-rió Ray burlándose-
- ¡Oye!-lo miré enojada-
- No sé de qué hablas.-respondió Norman con una sonrisa- Emma es una buena chica y aprende muy rápido. Es muy hábil con el piano.
- Oh... pero al parecer eres su cuarto maestro.-interrumpió Ray-
Norman se acercó y me dió golpecitos suaves en la cabeza.
- Al parecer ninguno pudo con su increíble capacidad.-sonrió con dulzura-
Mi cara se puso roja como la de un tomate, y como Ray me había secuestrado el cuello, no tenía dónde esconder mi rostro.
- Vamos vamos, Norman. ¿No me digas que logró engañarte? Esta menuda chica es todo un misterio. Ahora está toda roja. ¿En qué estás pensando?-preguntó mirándome entre risas-
- ¡Ya basta, Ray!-grité deshaciéndome de su brazo- Siempre te gusta molestarme.
Lo siento, profesor. Lamento que Ray sea tan maleducado.Norman miró con desaprobación a Ray y me cogió el hombro.
- Creo que nosotros debemos tener cuidado con él. ¿No te parece?-preguntó susurrándome al oído-
Sentí que todo mi cuerpo tembló al escuchar su voz.
- ¡Tú eres el peligroso aquí!-reprochó Ray levemente enojado-
- ¿Quieres venir conmigo, Emma?-preguntó abriendo la puerta delantera-
Le lancé una mirada desconfiada.
- Dejémoslo atrás, o te seguirá molestando.-dijo guiñando un ojo-
- ¡Ey, Norman!-se quejó-
- Ven. -sonrió-
Asentí y subí al auto, en el asiento delantero.
- ¡No es justo, yo recién llego y me dejas atrás!
- Eso fue por portarte mal con Emma.
- ¿Desde cuándo te volviste tan atento?
- No sé de qué hablas, Emma es mi alumna.-respondió encendiendo el auto-
Una pequeña parte de mí sintió una punzada de dolor.
- Emma, debes saber que a Norman no le gustan las chicas. Él es devoto a mí desde pequeños. -susurró Ray-
- ¡Ray!-gritó Norman-
Empecé a reír con Ray y Norman terminó uniéndose.
- Estás actuando extraño. ¿comiste algo descompuesto?-pregunté volteándome a verlo-
- Pues no,solo me volví algo hablador. Siempre te molesté, Emma.
- Vamos, es como si te hubieras comido un payaso. Lo peor es que ni siquiera te sale bien.
- Qué cruel...-rió con pesadez-
La vida en Francia es más libre. Y no estuve con mamá a mi lado, por ello pude actuar como quería sin ser reservado y esas cosas.-respondió con seriedad- Sabes cómo es ella.- Me alegro que te hayas vuelto más independiente.
Solo no molestes tanto.-repliqué-- Siento que me estás evitando y no estás siendo la misma Emma de hace dos años.-reprochó- ¿Acaso te hice algo malo?
Norman me miró con sigilo...
- No, no es nada de eso. Sigo siendo la misma, solo que a veces llegas a ser molesto cuando estamos con otras personas y te volviste más hablador que de costumbre.
- Está bien, está bien. Ya no diré más.
- Cambiando de tema. ¿Cómo se conocieron?-pregunté con curiosidad-
- Primero dime tú, ¿Cómo mi mejor amigo comenzó a enseñarle el piano a mi pequeña prometida?-interrumpió Ray asomándose entre ambos asientos-
El aire se sintió pesado.
- Yo no soy tu prometida...-susurré enojada-
- Extrañaba verte poner esa cara.-rió acariciando con rudeza mi cabeza-
- Ella se estaba escapando de un guardia de seguridad del conservatorio.-interrumpió Norman mirando al frente mientras conducía-
- ¿¡Enserio!? Eso no me lo esperaba.-rió Ray- ¿Y qué sucedió? ¿Apareciste mágicamente y la salvaste ocultándola?
- Me escondí en el salón al que él iba a entrar por casualidad.
- Luego me puse a tocar y soltó un comentario sobre ello.-rió Norman recordándolo- Fue muy tierno.
- Uh, como siempre todas caen al escucharte tocar.-dijo Ray-
¡¿Todas...!?
- Luego hablamos y la escuché tocar. Me impresionó su nivel y técnica.-sonrió Norman emocionado- Por eso le pedí ser su mentor y ella aceptó.
- Ya veo... también quiero escucharte tocar.-dijo Ray-
En casa hay un piano, que solo usamos cuando mamá no está.- Claro que no, aún no soy tan buena.-respondí mirando al suelo sin saber qué decir-
- Bueno, entonces esperaré pacientemente.
- Ya llegamos.-anunció Norman estacionando el auto, saliendo y abriéndome la puerta-
- Gracias...-susurré-
- ¡A mí también ayúdame a bajar!-se quejó Ray-
- Claro que no.-rió Norman.
- ¡Miren, hay muchos dulces y globos por allá!-sonreí corriendo-
- ¡Espéranos, Emma!
- Vaya vaya, parece una niña pequeña.-sonrió Norman mirándome fijamente-
...
Aquel cabello, ojos, incluso sonrisa eran parecidos al de aquella niña.
¿Acaso era un ángel?
Caminamos alrededor de la plaza, mientras Emma disfrutaba las actividades de la feria.
- Compré esto para ustedes.-dijo trayéndonos algodón de azúcar-
- Ya no eres una niña.-respondió Ray recibiendo la golosina-
- Gracias, Emma. Hace tiempo que no pruebo algo así.-agradecí con una sonrisa-
- No puedo esperar para el festival de verano.-respondió- Ahí hay muchos más que quizá te gusten.
- Vayamos juntos, ya que estaremos de vacaciones.
- Suena divertido. ¿Te gustan los fuegos artificiales, Emma?-pregunté-
- Sí, recuerdo que siempre iba con Ray para no perderme.-respondió riéndose-
- Vayamos más allá, creo que están tocando algo.-interrumpió Ray señalando un pequeño escenario-
- Sería genial tocar así algún día, con un grupo.
- ¿No te gusta tocar sola?
- Me da miedo.-respondió tímida-
- Igual a mí.
- Entonces, toquemos juntos algún día.-dije acariciando su cabeza-
~S
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Can't breathe
FanfictionLas teclas de un piano, el compás de nuestros latidos y las dinámicas del preludio que ambos escribirmos. Aquellos gritos ahogados y dolor, no me dejan respirar. El pasado vuelve a atormentarnos, la memoria es frágil y los recuerdos borrosos. La mús...