-¡CONTESTA YA!- le dije tratando de no gritar aún.
-No es lo que estas pensando..- dijo tranquilamente.
-BUENO, ENTONCES DECIME YA- le volví a decir.
-No estaba hablando de Lauren nuestra prima, me interrumpiste antes de que dijera quién es Lauren- me dijo casi riendo.
Lo miré con muchas emociones juntas, furiosa, confusa, estúpida.
-Es una chica, de Eceiza, que conocí hoy- explicó para los dos.
-¿Y entonces por qué le dijo que no dijera nada? Si es una chica nada más- pensé.
-Se que te gusta hacerte la detective pero ya tienes 16, hermana- me dijo sonriendo.
Sabía que queria hacerme enojar así que no dije nada, lo miré sonreí, no falsamente sino como pidiéndole disculpas. Aunque, no me iba a quedar con eso, a mi me gustaba pasar el rato investigando, así que no me importaba en nada tener 16.
Saludé a los dos con la mano me di la vuelta y me acerqué a la escalera, subí dos escalones y ya no me podían ver más. Asi que me frene y decidí tratar de escuchar. Pero no escuchaba nada, entonces escucho el ruido de las sillas, YA VENÍAN. Subí rápido las escaleras y entré en mi cuarto, cerré la puerta y creo que no me vieron.
-¡Chau Summer!- escuché después de unos 10 minutos a Seamus.
No quise contestarle, para que pensara que ya estaba dormida.
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Me desperté, miré la ventana y vi que estaba oscuro, entonces me paré. Fui a buscar mi cellphone. Había un mensaje de Lauren.
-No saben.. hoy la pasé genial, fui a pasear- comentó.
Al ver su comentario, no podía estar pasandome esto.
No lo digo por ellos, me encantaría la pareja, serían perfectos. Pero lo digo porque no podría ver a mi prima, con mi hermano, me costaría mucho. Obvio que si pasara y me lo contaran, estaría feliz por ellos. Es más, si son felices, me encanta. Pero si no me lo ocultan.
-¡Conta! ¿Con quien saliste?- le contesté. Quería ver que decía.
Salí de mi habitación, y fui a tomar algo. Hoy iba a salir con las chicas, ibamos a hablar de eso, personalmente. Quería saber que me iba a decir.
Me serví algo de agua. Cuando iba subiendo de nuevo, la puerta de la habitación de mi hermano, estaba abierta. Me fijé si estaba dentro y no, no estaba. Miré en el baño y tampoco estaba. Bajé de nuevo, por si ya había bajado y ni lo vi, miré en la cocina y no, en el comedor, tampoco. Me acerqué a la puerta que daba al patio trasero y no vi nada. Me moví hacia la ventana que daba al frente de la casa y no lo vi. Pero hay algo que si me faltó. El auto, ya no estaba. Me causó realmente una incomodidad y miedo a la vez. Me di la vuelta y el susto que me pegué fue de los peores de toda mi vida. Casi grito, pero me taparon la boca.
-¿Cómo se te da de asustarme asi?- le susurré.
-Perdoname- me dice riendo.
Era Seamus, estaba mirandome y cuando me di vuelta lo vi ahí parado cerca y me asustó.
-¿Que tanto me miras, eh?- le dije pícara pero bromeando.
-Lo linda que sos- me respondió.
Sabía que estaba siguiendome el juego y me reí.
-Es encerio, mi mejor amiga, es la más sexy que vi en pillama- me contestó.
Se acercaba a mi, mientras me miraba fijo, y mi expresión era de asombro, pícara y estaba bromeando.
