Capítulo 51

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Capítulo especial!

Me desperté algo feliz y más alocada que de costumbre... ¿Será que estoy emocionada por viajar a un campamento?

Obviamente. Siempre que ansías algo desde hace tiempo, cuando llega el momento de que suceda, todo se descontrola, es como si tu cuerpo supiera lo que pasará. Claramente, la felicidad es un primer sentimiento que conoce los momentos importantes e inolvidables de la vida. En el transcurso de ellos puede que cambie pero, generalmente, suele permanecer intacto, como un sentimiento implantado, arraigado o involucrado.

Ahora, si bien yo soy feliz hasta en el momento en el que entro en conciencia de que viajaré a un lugar al aire libre, sin importar cuál sea, y en el que conviviré con otros adolescentes y dormiré al aire libre con insectos y en colchones no tan cómodos y con el tan característico frío de la noche. Sólo con pensar en todas esas consecuencias que genera mi felicidad ya comienzo a sentir el nerviosismo que invade mi sistema.

-¡Annie! El auto te espera en la puerta- gritó mi amada madre desde la planta baja de la casa.

Casi de un brinco, desde mi cómoda cama llegué hasta la puerta en donde se encontraba mi maleta, la tomé y corrí escaleras abajo hasta encontrarme con una madre conmocionada por la emoción de ver a su querida hija partiendo por un tiempo. Aunque fuera un fin de semana y fuera hacia unos 20 kilómetros aproximadamente.
Quizás sea extraño, pero me siento como nunca antes, es un sentimiento raro de emoción y felicidad... pero, raro.

Subí en el auto, y durante el viaje me dispuse a escuchar la música de mi celular, con mis audífonos.

-Señorita Annie, ya hemos llegado- anunció el conductor.

-Claro, muchas gracias- agradecí amablemente.

En un gesto poco despreocupado, agité mi mano con desdén y empeñe el camino en dirección a lo que un cartel, indicaba la entrada al campamento.

Caminé hacia lo que se supone que debía ser, la cabaña en la que se anotan los que asistieron.

Asomé mi cabeza por la ventana de ésta, pero no conseguí encontrar algún rastro en ella. Eran las 7:50 pm y la oscuridad estaba reinando en el lugar. Los árboles, lograban oscurecer más aún, el ambiente. El viento se podía sentir y, también se podía escuchar su sonido aterrador.

-Señorita, ¿Quiere ingresar al campamento?- al escucharlo me sobresalté, haciendo que mi cuerpo brincara y la chica a mi lado sonriera captando mi atención- lo siento, no quería asustarla- completó sonriendo.

-No se preocupe, fue mi culpa...- reí avergonzada- ¿Aquí es dónde me debo anotar?- forme una curva con mi labios.

Asintió sonriendo y tomó su cuaderno, en donde había una gran lista de nombres. Al terminar de darle mis datos, me indicó hacia donde debía ir y armar mi tienda de acampar.

Me despedí y con un agradecimiento, comencé camino hacia mi lugar designado. No sabía si estaba llendo correctamente, ya que los árboles y la oscuridad, estaban distrayendo mi atención y a la vez lograban que mis nervios aparezcan haciendo que olvidara las indicaciones que la campista, me había dado.

Pero entonces, escuché voces, y eso me hizo creer que estaba en el camino correcto o cerca de mi destino.

-¡Shhh! No hagas ruido, nos van a descubrir- decía una voz aguda.

Me encontré con dos chicas caminando hacia mi dirección.
Pasaron por mi lado justo cuando se me ocurrió ser amable.

-Disculpen, ¿Saben donde están las tiendas de acampar?

-Hacia esa dirección- me indicó una de ellas en un susurro y con un tono despectivo.

-¡Muchas gracias!- susurre junto a ellas y me alejé caminando rápidamente y comencé a distinguir a poca distancia las tiendas de acampar.

Al llegar, armé mi tienda, aunque ya no había nadie fuera de ellas. Ocupé el lugar que me tocaba, según la campista, que me lo indicó. Luego de un largo rato, logré terminar de armarla y me dispuse a dormir.

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Holaaa! Bueno, este capítulo es especial y esta dedicado a una personita ♡ Feliz cumple Cande! ♥

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