Capítulo 2

85 5 1
                                    

Abrí mis ojos y sentí varias miradas penetrantes, no era algo que esperaba, es más odiaba que me observaran. Cuando los abrí pude ver quiénes eran los causantes.. Estaba acostada sobre dos sillas, y estaban los 4 preseptores, mis 6 amigas y mi tía, si, la mayor pesadilla de mi vida, mirandome fijamente. Rápidamente, me acomodé en la silla.

-¿Qué pasó?-dije algo rara.

-Nadie sabe- me contestó Lind.

-¿Estás bien?- me preguntó Sam.

-Sí-contesté indiferente.

Todos me observaban, no me sentía muy bien pero no quería hacer espamento sin ningún sentido.

-¿Has comido?- me preguntó Anna, la preseptora.

-¿Hoy? No, solo tome café- dije tratando de notar mi tono de normalidad.

-Claro, ahí está- dijo el preseptor a su lado.

No era raro en mí, nunca comía.

-Pero, yo no como a la mañana- le dije para que no pensara que eso hubiera sido.

-¿Nunca?- me preguntó asombrado.

-No- le contesté cortante.

-¿Cuándo comiste por última vez?- me preguntó Samm.

Era inteligente.

-Ayer, al mediodía- dije esbozando una sonrisa tímida pero asustada a la vez.

Todos me miraron asustados pero nadie dijo nada, algunos agacharon su cabeza y otras me miraron fijo como pensando, yo sólo quería ir al aula, aunque no lo crean, ni yo lo creo.

-¿Tengo que quedarme aquí?- pregunté tiernamente y muy tímida.

-Ya vienen los médicos- me dijo Lind super cortante.

Me sentí asustada, pero era demasiado exagerado que llamaran a los médicos, siempre lo hacían y era molesto.

A los minutos, llegaron los médicos.

Entraron rápido y me miraron fijo.

-Hola, ¿Qué pasó?- me preguntó uno de ellos. Era grande, alto de unos 30 años con pelo castaño claro y ojos marrones.

-hola, no sé- le contesté sin ningún ánimo.

-Se desmayó- contestó al instante el preseptor Henry.

-No ha comido desde ayer al mediodía y se ha desmayado- siguió explicandole.

El doctor me miro severo.

-Acuestate en la camilla- me dijo señalado al lado suyo una camilla que habían traído.

Me levanté de la silla y me empecé a tambalear, ellos me agarraron fuerte del brazo, eran bastante fuertes porque hasta me dolió. Caminé hacia la camilla, me senté y él sacó su linterna del bolsillo de su guardapolvo. Se puso a mirar mis ojos con esa linterna y me hizo una seña para que me acueste. Le hice caso y me acosté.

El preseptor Ethan, les hiso seña a todas para que se fueran. Ellas refunfuñaron y salieron excepto, Lind y Tiffany.

-Yo soy su tía- dijo Tiffany con orgullo

-Y yo soy su mejor amiga- dijo Lind

-¿Me puedo quedar?- agregó.

-Bien, pero solo ustedes dos- dijo el médico mirandome raro.

Me tomó la presión y me miró asustado.

-Tenes baja la presión- dijo.

Miró a los preseptores. Enseguida, Deborah la otra preseptora, le dió a Lind un billete de 20.

Life strangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora