Capítulo 53

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Al sacar el papel que se encontraba dentro del sobre, comencé a leer su contenido con desesperación.

Para mis queridos Thomas y Emily:

No sabía como empezar a decir lo que tengo que decirles y debería haber dicho hace tiempo atrás. Sin más, quería ser directa, pero no saben cuantas cartas he escrito antes de esta y no he podido ser directa. Me cuesta pensar que después de esto, sus vidas van a seguir siendo las mismas. Simplemente, me siento una de las peores personas en el mundo, y se que no merezco nada de su parte más que odio. Luego de que todo salga a la luz, no voy a tener opción de alejarme, y lo sé muy bien. Pero ustedes merecen saber la verdad de los hechos. Aunque su familia, no les haya hablado de esto, no deseo que se sienta culpables, ni en ningún sentido mal por nada. La culpable soy yo. Quisiera saber que después de esto, no odiaran a las personas que los criaron, que se merecen el sumo respeto y admiración. Tampoco quería ponerme en el lugar de la bestia, jamás hubiera querido estar en este lugar. Pero el destino o quizás Dios lo quiso así. Necesito una ayuda para continuar, antes que me odien y no quiera seguir leyendo.

Soy una persona que está muy agradecida por lo que están viviendo, por como y por quién. Sepan que nunca voy a dejar de tener esperanza porque nos veamos y me digan algo, ya sean insultos o quejas o cualquier sentimiento que tengan. Viví siempre cerca, siempre en sus vidas. Lo crean o no, los amo como a nadie en el mundo. Siempre voy a estar arrepentida de haber hecho las cosas como las hice. Pero, lamentablemente, no se puede volver al pasado para remediarlo y de ese modo, hubieran cambiado muchas cosas, quizás para peor. Así que por más arrepentida que pueda estar, no tengo motivos de estar arrepentida de haberles dado la vida, ambos son excelentes personas y eso no es gracias a mi. Si se preguntan, duele mucho no haber estado como debería y no haber hecho esto antes, pero su familia no consideró que me acercara por motivos que son realmente entendibles, y que acepté hasta hoy. Y ahora me encuentro diciéndoles lo que seguro, sus padres jamás mencionaron. Repito que, no quiero que estén enojados con ellos, porque se merecen que ustedes le den todo el amor. Espero que no me odien demasiado. Si en algún momento tienen ganas de escuchar la historia de mi vida y su nacimiento, estaría muy agradecida de contársela. A continuación deje una copia del documento que confirma que yo, soy su madre.

Los amo y les dejo mi contacto por si algún día desean hablar conmigo. Voy a estar esperándolos siempre.

Wendy Sanders

Las lagrimas de Emily corrían por sus mejillas cual ciervo asustado por un tigre. No hacía falta mencionar que todos estaban mirándola con horror y ya se encontraban a su lado preguntando que le sucedía, de quién era la carta y para quién.

Cuando Emily logró calmarse, ya la carta estaba en manos de Thomas, quien la leía con desesperación y miedo. Sabiendo que detrás de esas palabras, un significado horrible se escondía. Nadie decía una sola palabra más. Posaban su mirada en Thomas y volvían a Emily cuando escuchaban sus sollozos. Seamus la abrazaba fuerte y las chicas la miraban con esa mirada de compasión que por más que no supieran que le pasaba, simplemente les causaba dolor verla en ese estado.

Thomas se había sentado en el sillón mientras no dejaba de leer la carta con desesperación. Y de pronto el odio ya estaba contenido en su rostro queriendo romper todo a su paso. Así que soltó un puñetazo hacia el sillón, provocando el sobresalto de los demás. Más Emily comenzó a llorar más fuerte que antes con sollozos que se convertían casi en gritos ahogados por las lágrimas. Cada uno de ellos deseaba que nada de esto hubiera ocurrido. Preferían no saberlo. Preferían haberse quedado como estaban hasta que esa maldita puerta sonó y el hombre, que era el cartero, apareciese.

Luego de unos minutos más, de escuchar los sollozos de Emily, y los quejidos de Thomas cada vez que lanzaba un puñetazo en el sillón, después en la mesa y luego terminar en la pared de atrás, él cerró fuerte sus ojos, apartando las lágrimas que amenazaban con salir a recorrer su mejilla.

Emily corrió hacia él y simplemente se abalanzó hasta quedar encima de sus piernas y con sus brazos rodeando su espalda. El abrazo más sincero que tuvieron en años. Además de que ahora, se encontraban abrazados mutuamente y llorando como dos nenes pequeños cuando sus padres los castigan. Solo que esta vez, no era eso lo que sucedía, y era mucho peor. Ellos solían abrazarse así de pequeños y llorar juntos cuando a alguno de los dos lo castigaban. Después de dos minutos de haber estado así, se separaron para mirar como Seamus, Lauren y Amy estaban leyendo la carta que había estado en el piso, luego de que Thomas la terminó de leer.

Al terminar se acercaron y los abrazaron en señal de apoyo. No había mejores personas que ellos, que con solo un abrazo podían transmitir un buen sentimiento, con solo un abrazo, les mostraban que no están solos.

-Los amo chicos- fue lo único que logró decir Emily antes de que su voz se rompa otra vez para dejar paso a nuevas lágrimas caer por sus mejillas. Y el abrazo se intensificó entre los cinco.

Holaaaa, bueno he vuelto como prometí, y ahora con un capítulo más largo. Por favor si les gustó den Like. Me harán muy feliz. Gracias por leer.

Los amo :3

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