Esa persona se encontraba esperando alguna respuesta de la parte de Amy, pero al ver que eso no sucedía él habló.
-¡Hola!- dijo con entusiasmo mostrando su sonrisa ganadora. Y fue ese gesto, esa sonrisa, la que hizo a Amy darse cuenta de quién era, y de dónde lo conocía.
-...Déjame pensar... tu nombre era...- después de unos segundos de pensarlo, se rindió.
-Weston- dijo él con una sonrisa que pareció fingida, pero terminó con una risilla nerviosa.
-Cierto. Hola Weston- dijo ella algo confundida. Si era el chico que recordaba del campamento, no le gustaba en absoluto que estuviera ahí- oh lo siento, adelante- continuó dejándolo pasar.
-Muchas gracias.
-Siéntate, ¿Quieres que llame a Em?- preguntó caminando por detrás del sofá mientras lo miraba esperando su respuesta. A los instantes asintió.
-Por favor- Completó riendo.
Ella asintió dirigiéndose hacia la habitación de Em. El problema sería que Seamus estaba ahí. Ella estaba segura, que Seamus sentía celos por Weston y no sería de gran ayuda para ella con los problemas que está teniendo. Más bien, sería agregar otro u otros.
Así que se detuvo tratando de pensar en que decir.
-Bien, si digo que la espera alguien abajo, Seamus se va a interesar por quién es, pero...- hizo una mueca sabiendo lo que iba a decir.
Siguió el camino hacia la habitación de ella y al llegar tocó la puerta.
-¡Pase!-gritó Em desde adentro.
-Hola... soy yo- dijo Amy algo avergonzada- Em te necesito abajo.
Ella se levanto y sonrió a Seamus siguiendo mis pasos a la planta baja y cerrando la puerta detrás de ella.
-Em... alguien llegó...- dijo Amy tratando de decirle lo que realmente sabía que Em no se esperaba.
-¿Quién?- preguntó curiosa.
-Yo- dijo Weston viéndola bajar las escaleras de dos en dos y mirándolo fijo a los ojos.
-¿Qué haces acá?- le preguntó ella, cuando estuvo cerca de él.
-Vine a hablar contigo.
-¿Hablar? Vos y yo no tenemos nada que hablar.
-Si, sé que estuve mal, pero necesito que me escuches porque simplemente vengo a disculparme por mis actitudes anteriores.
Ella se quedó callada viéndolo. Amy se había ido a la cocina dejándolos solos.
-Escucha, sé que me porté como un idiota...-
-¡Qué bien que lo sepas!- lo interrumpió.
-Bueno, si, y por eso vengo, eres una persona muy importante para mi. Porque en el momento que te vi, tu rostro inundado en miedo y enojo, me hizo pensar y mucho. Me hizo pensar en mi vida. Y en todas las cosas que pasé. Y que quería estar con vos, porque sentí que te conocía. Aunque no fuera así. Y te pido perdón, por haberte "acosado"- hizo comillas con los dedos y ella lo fulminó con la mirada- bueno sin comillas. Perdón.
Ella pensaba que si él quería que todo se solucionara, tenía que hacer algo más que solo venir y pedirlo. Tenía que demostrarle que había cambiado.
-Te perdono- dijo seca.
Él la miró con una expresión de sorpresa que hacían que sus ojos se muestren grandes y redondos y una sonrisa apareciese muy pequeña en sus labios.
Entonces se acercó para abrazarla pero ella lo detuvo apoyando su mano en el pecho de Weston.
-No- dijo mirándolo serio- yo te perdoné pero no dije que todo iba a estar bien entre nosotros.
-Pero... dime que quieres que haga para que pueda ser parte de tu vida.
Ella solo lo miró a los ojos, pensando en si sus palabras eran ciertas.
-Emily, de verdad te quiero, de verdad quiero que formes parte de mi vida... desde ese día, me siento diferente.
Al escuchar esas palabras, Emily se enfureció. Parecía que simplemente le veía la cara de tonta al decir todas esas mentiras.
-No quiero que vuelvas a venir, y lo digo en serio- le dijo empujándolo hacia la puerta.
-No, Emily...- Ella lo interrumpió cerrando la puerta en su cara. Al darse la vuelta, Seamus se encontraba, mirando la escena, con las venas que se le podían escapar de la frente en cualquier momento y los ojos llenos de rabia.
-¿Hace cuanto estás ahí?- le preguntó ella avergonzada.
-Desde la parte en que él te decía que quería estar con vos y lo perdonaste.
Diciendo eso, se dio la vuelta y subió las escaleras lo más rápido que pudo.
-¡No! Seamus, espera que te explique...- Pero nada sirvió porque la puerta de la habitación de Seamus se cerró con fuerza, provocando un estruendo que resonó en toda la casa.
Emily comenzó a sentir como por sus mejillas resbalaban gotas de agua y al instante vio a su prima corriendo hacia ella. Mientras que Amy la abrazaba pronunciaba seguido y repetidas veces: "Lo siento".
-No es tu culpa.
Emily contempló el abrazo, mientras que sus lagrimas inundaban ahora, la ropa de su prima quien la abrazaba sintiendo la culpa de todo lo que había pasado.
Pero Emily bien sabía, que había sido la culpa de ese maldito patán, que había venido a verla para decirle todas las mentiras que dijo. Porque claramente, no le creía a ninguna de las cosas que se animó a pronunciar.
En ese momento, la puerta volvió a sonar.
Holaaa! bueno, espero que les guste.
Por favor, voten y comenten, me será de mucha ayudaa jaja
Amarloss <3
