Capítulo 58

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Thomas la miró a los ojos, esos hermosos ojos miel que a él lo dejaban muy nervioso, luego de haberse separado de ese tierno abrazo, que les pareció como si de un corto suspiro se tratara. El abrazo que los tenía tan idos del mundo, hasta que al separarse volvieron a la realidad.

-Te amo- susurró cerca de ella- no quiero que creas que no podemos estar juntos... de verdad quiero estar con, sos esa chica que me saca de mi mundo solo con mirarme, o simplemente cuando te veo, te pienso, te escucho. Sos esa mujer que quiero en mi vida, la que hace que me olvide mis problemas, y no se si escuchaste -sonríe vagamente- ese dicho, el amor es la cura de todas las heridas. Es lo que provocas en mi. Quiero que cures mis heridas...- dijo con una sonrisa pícara, acercándosele peligrosamente.

Ella sonrió casi al punto de largar unas lágrimas, cediendo a ese acercamiento por su parte y se fundieron en un largo pero tierno beso.

-Quiero estar con vos- ella contestó después de separarse y él sonrió ampliamente demostrando la felicidad que le causaba esa chica que tenía en frente.

Al escuchar la puerta, Seamus se aproxima para abrir. Pero al hacerlo se lleva una sorpresa inesperada.

-¿Qué haces acá?- dice seco, conteniéndose de no cometer una equivocación, golpeando a Weston quien esperaba que Emily abriera la puerta.

-Vengo a hablar con Emily, no con vos- Responde Weston tratando de conseguir lo que busca.

-¡No te das cuenta que Emily no quiere verte!- gritó Seamus.

Ellos no notaron que estaban gritando y como es esperado, Emily llega con el seño fruncido y Amy llega detrás de ella.

-¡A vos no te quiere ver, no confundas las cosas!- grita Weston en modo de respuesta.

-¿¡Qué haces acá Weston!?- grita Emily ahora para que la escuchasen.

-Vine a hablar con vos...- dice pero es interrumpido.

-No tengo nada que hablar con vos. No quiero que vengas. Déjame en paz de una maldita vez- dijo con lágrimas que amenazaban por salir a recorrer sus mejillas. Pero las contuvo, no quería demostrarse débil ante ellos.

Seamus comenzó a cerrar la puerta en la cara de Weston, pero éste puso su mano deteniéndola.

-¡No!- gritó- Merezco que hablemos...- y Emily comenzó a reír sínicamente, hasta el punto de darles miedo a todos en esa habitación.

-Vete- fue lo único que pudo pronunciar.

-Te fuiste y no me dejaste terminar de hablar.

Emily pensó en su repentina respuesta. ¿De qué estaba hablando?

-No se de que hablas...

-De nuestra salida...- dijo él mirándola fijo.

Seamus frunció más el ceño, esto lo enfurecía. Emily posaba su mirada en él esperando que no se enojara por eso. Ella solo había salido con Weston con el propósito de decirle que tenía novio y que solo quería su amistad.

-Vete ahora mismo- dijo Emily con sus puños apretados.

-Quiero hablar Em. Solo quiero hablar. Te quiero pedir disculpas.

-¡NO QUIERO TUS DISCULPAS. YA TE PERDONE. AHORA QUIERO QUE TE VAYAS!- Gritó Emily.

Al escuchar esto, Thomas y Lauren salieron de la habitación desconcertados.

Pero al ver que Weston no se iba, Emily casi corrió hasta él y con su dedo acusador lo señalaba amenazadoramente.

-Emily, quiero retractarme por lo que dije esa noche.

Esto fue lo que rebalso el vaso para Seamus. Fulminó a ambos y se alejó corriendo.

-Seamus... No pasó nad...- no pudo terminar ya que, su novio había azotado la puerta con todas sus fuerzas.

Thomas corrió detrás de él y tocó la puerta.

-Soy Thomas... ¿Qué pasó?- preguntó cerca de la puerta, pero Seamus no respondió. Pareciera que no quería que nadie lo moleste, simplemente quería estar solo.

Emily conteniendo la rabia, a más no poder, se abalanzó sobre Weston y comenzó a pegarle. Ella necesitaba descargar su furia en él, la persona que había arruinado su relación. Una piña en el pecho y otra, una en el hombro, y una patada en la pierna izquierda. Pero no pudo seguir, porque su prima la tomaba por la cintura y la alejaba usando toda la fuerza que podía.

A una persona cegada por la furia nunca es fácil frenarla.

-¡Em!- gritaba Amy- Ya basta- ¡Vete Weston, ahora!

Si esto se necesitó para que se fuera, habrían comenzado por ahí. Había funcionado. Emily respiraba pesadamente, y lloraba como nunca. Si se había contenido de llorar en frente de ambos, luego de que Seamus saliera furioso de esa habitación, no pudo contenerse más. Cuando le pegaba sentía que toda su furia estaba siendo desagotada, al igual que el agua de sus ojos.

Amy la abrazaba fuerte y la contenía entre sus brazos. Lauren bajó casi corriendo al ver que ella no paraba de sollozar.

-¿Qué pasó?- dijo y ellas solo la miraron.

Emily comenzó a llorar más fuerte y las tres se sumieron en un tierno abrazo. Emily no podía pensar en otra cosa, que no fuera el rostro de Seamus reflejando la furia y corriendo hacia las escaleras. La imagen no paraba de reproducirse en su mente seguidas veces.

-Seamus, si me ignoras, no te puedo ayudar...- dijo Thomas todavía esperando que Seamus se dignara a abrir la puerta.

Pero se rindió cuando escuchó que murmuraba algo que no lograba entender.

Bajó las escaleras esperando obtener una respuesta por parte de las chicas, pero cuando vio a su hermana llorando desconsoladamente en el hombro de Lauren, y Amy abrazándola, no quiso preguntar, se aproximó a toda velocidad y sin decir nada la abrazó. Lauren y Amy decidieron dejarlos solos, pero cuando estaban por hacerlo, escucharon a Seamus bajar las escaleras con una maleta y una mochila al hombro. Todos lo habían escuchado. Emily había dejado de llorar, y Thomas le secaba las lágrimas que caían por sus mejillas, con la yema de los dedos.

Emily estaba en shock, no sabía que pensar, o mejor dicho, no quería pensar nada.

Seamus se aproximó a Emily y con los ojos rojos, al parecer también había llorado.

-Me voy- dijo seco, parecía que sus ojos derramaban odio.

-Seamus, no...- pero fue interrumpida.

-Nada, Emily, no quiero hablar. Cuando tenga ganas de hacerlo te diré. No me voy a quedar. Este tiempo que te pedí, lo quiero lejos tuyo- dijo a punto de las lágrimas.

A Emily se le partió el alma, viendo a su novio, o su ex, no sabía como llamarlo... Seamus, llorando.

Una lágrima se deslizó por su mejilla y Emily tuvo ganas de abrazarlo. Pero no lo hizo.

-No tenes que irte, Seamus. ¿Dónde te vas a quedar?- dijo Thomas tratando de calmar las aguas.

-Tengo un lugar para ir. No te preocupes- respondió Seamus indiferente y se aproximó a la puerta.

Emily no contuvo las lágrimas y otra vez, se largó a llorar. Pero no tuvo la valentía de decir algo. No sabía si era el miedo que le había causado cuando le dijo que no quería hablar o había sido la culpa, viéndolo llorar por algo que había sido un error.

Y así, sin decir más, abrió la puerta, dio una mirada seca y doliente y salió cerrándola detrás de él.

Ahora Emily no paraba de llorar. Se escuchaban los quejido y gritos que pegaba al llorar tan rota como estaba. Su novio ya no estaba, su madre no era su madre y su padre tampoco. Ya nada era como solía ser. Su hermano no le prestaba atención y sus primas tenían novios para estar con ella como antes. Ahora todo era una maldita basura de vida.

Era extraño como pasaban las cosas, primero era la persona más feliz y luego, a los dos segundos, ya no tenía nada y se había convertido en la persona más errónea del mundo. O así se sentía.

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⏰ Última actualización: Feb 16, 2017 ⏰

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