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Jungkook estaba recostado con pereza sobre la cama del hotel y una de las camisas que se encontraba doblando descansaba sobre su rostro, cosa que, por obvias razones, le impedía ver.

Faltaba tan solo un día para que dejarán Busan. Jungkook se iría a Daegu junto a Jimin y sus amigos. No era una mala idea después de todo además de que él no sentía las fuerzas suficientes como para poder seguir viviendo en Busan y recordar todo lo que ha pasado allí. Lo malo era que él nunca pudo culminar sus estudios, algo que, quiera o no, le impedirá poder conseguir un buen trabajo y tampoco tiene un sustento económico como lo sería su familia. Por esa razón viviría con Jimin un tiempo en lo que conseguía un trabajo de medio tiempo y comenzaba a estudiar, y en el momento de tener el dinero suficiente para poder pagar un apartamento, aún así sea pequeño, lo haría.

Él no quería ser una carga para Jimin y aunque su amigo le insistió miles de veces que no lo sería él no podía sentir lo contrario.

Quitando todo eso del medio, Jungkook se sentía bien. Aunque caminará con algo de miedo por las calles, cosa de la que se daban de cuenta los demás muchachos, aunque se despertará a causa de las pesadillas a media noche, él se sentía bien. Eso era lo que él decía y afirmaba a morir. Solo cargaba con unos pequeños (no tan pequeños) traumas al salir del hotel. Pero todos sabían que no era verdad el hecho de que Jungkook estuviera cien por ciento bien; nadie que haya pasado por esa situación estaría al cien por ciento bien, por más fuerte que sea.

-¿Koo?-Hablaron. Jungkook reconoció esa voz de inmediato, era imposible no saber de quién se trataba.

Removió la camisa de su rostro y se incorporó en la cama, quedando sentado y metió su camisa dentro del equipaje. Observó al mayor parado frente a él y le dedicó una de sus típicas sonrisas.

-¿Qué sucede, Taehyung?-Preguntó con curiosidad. Casi no había podido entablar una buena conversación con Taehyung desde que se volvieron a encontrar.

Taehyung caminó con pasos decididos y tomó asiento en la cama, al lado de Jungkook, quién lo veía ahora algo confundido.

Él solo quería hablar. Sabía que fue una total porquería con el menor anteriormente, pero quería remendar eso porque si de algo estaba seguro era que en el tiempo que estuvieron juntos sintió cosas por Jungkook y no dudaba en que seguía sintiéndolo.

La manera en la que su corazón se aceleraba cuando estaba cerca de él se lo decía. Las ganas de protegerlo de todos los males se lo decía.

-Ya programé cita con el psicólogo. -Empezó, armandose de valor.

Jungkook asintió y le sonrió.

-Gracias.-Tomó otra de sus camisas doblándola.- ¿Cuándo es?

-En dos semanas...Me aseguré de que fuera la mejor en su trabajo, quiero que estés bien. -Hablaba con el corazón.

-Yo estoy bien.-Metió la camisa en la maleta sin dejar de sonreír.- Te lo agradezco, no la hubiera podido conseguir solo.

Jungkook era bueno mintiendo, pero jamás pasaba desapercibido ante los ojos de Taehyung. Sabía que Mark le había dejado una huella, que la tristeza y los abusos le habían quedado marcados como si de fuego se tratase, pero él pretendía estar perfectamente bien. Él sabía que su pequeño era fuerte y testarudo como ninguno, sabía que podría salir adelante y ser inmensamente feliz pero aún así se preocupaba.

-Quería hablar sobre otra cosa también...

Jungkook lo miró fijamente y ambas miradas conectaron.

-No tienes que seguir pidiendo perdón, Taehyung.-se adelantó apartando la mirada.

Se sentía diminuto y frágil cada vez que lo miraba con esos ojos que parecían estar cargados de lástima y pena. Jungkook sabía por todo lo que pasó, estaba enormemente consciente de ello, pero detestaba que lo miraran con lástima.

Nudes | VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora