Taehyung azotó la puerta, haciendo que un gran estruendo retumbase en todo el pequeño apartamento. Jungkook, sobre la cama y con tan solo un suéter color azul marino puesto, sonrió divertido por la situación.
Taehyung había salido hace más de una hora a buscar algunas frituras y algo para beber, se suponía que verían una película. Además, la tienda no quedaba tan lejos del apartamento que este alquilaba, estaba a unos cinco minutos.
Todo comenzó cuando no sabía que frituras escoger; si las picantes o las que contenía queso. Después de un duro debate consigo mismo decidió llevar las dos. Luego paso por el estante donde estaban todas las galletas, dónde no se decidía por si llevar de chocolate, vainilla o fresa. Terminó tomando un paquete de cada una y prosiguió con su compra. Al llegar a la máquina de las gaseosas volvió a tener una de sus típicas crisis existenciales a causa de su toma de decisiones. ¡No se podía decidir entre Coca-Cola o Pepsi!
¡Mierda, que imbécil eres!
Se regañó a sí mismo y decidió que, de igual manera, llevaría los dos. Metió aquellos dos frescos en su cesta de compras e iba decidido a pagar. Pero algo lo detuvo.
Intentó caminar, pero aquella cosa seguía reteniendolo. ¡Su abrigo se había quedado atorado en aquella máquina!
—Mierda, mierda, mierda.—Dejó la cesta a un lado en el suelo y tomó con cuidado su abrigo y jaló de éste. Jurando que así lo desatoraría, pero no. El peligris gruñó molesto, jalando con más fuerza, pero seguía sin salir.
Las personas que pasaban por su lado lo miraban raro y él solo tenía ganas de gritarles que siguieran caminando, pero sin embargo contuvo su paciencia y siguió con sus intentos fallidos de liberar su pobre abrigo.
—¡Maldita máquina del diablo!—Exclamó molesto, perdiendo toda la paciencia que tenía y le dio un golpe a la máquina con su pie, retirándolo rápidamente y ahogando el grito que amenazaba con salir de su boca.
¡Esa mierda le había roto el pie!
Observó la canasta a su lado y luego a la máquina, soltando maldiciones a lo bajo. Solo pensaba, ¿por qué me pasan estás cosas a mí? yo, que soy todo un galán, todo un personaje. Yo, que nunca hago nada malo, ¿por qué me pasan estás cosas a mí? ¿Qué quieres de mí Dios?
Las personas empezaron a murmurar, observando como aquél peligris hacía caras raras y parecía hablar con alguien, viendo al techo de la tienda.
—Ese tipo está loco.—Murmuró una señora a su esposo, lo suficientemente audible que hasta Taehyung pudo escucharla.
—Ay vieja, usted si es falta de respeto vale.—Volteó a ver a la señora con ojos acusadores y ella solo salió rápidamente de allí.
Estuvo un rato más forcejeando con aquél artefacto hasta que uno de los cajeros, quién se había estado riendo de la situación, se compadeció del pobre Taehyung, así que abrió una de las cajas dónde guardaban los cigarrillos y encendedores y tomó una tijera, para luego acercarse al peligris.
Taehyung se negó innumerables veces a cortar su preciado abrigo y decidió seguir con sus jalones interminables mientras el cajero lo veía con las cejas alzadas mientras que sus manos jugaban con las filosas tijeras.
¿Por qué debería cortar su bonito abrigo? Mejor que se cortará la pija él.
Al final, terminó cediendo.
Taehyung caminaba cabizbajo hacía el apartamento. Su diestra llevaba la bolsa con todo lo que había comprado y su zurda sostenía el retazo de tela que había sido cortada.
¿Cómo es que le pasaban esas cosas a él?
Lo único que le consolaba en ese momento era que cuando llegará al apartamento podría follarse el culito de Jungkook. Y de tan solo pensarlo hacía que aquél bulto entre sus pantalones empezará a doler.
De tan solo imaginarlo debajo de él, gimiendo y pidiendo por más, viendo su bonita carita toda rojita y apreciando como muerde sus labios constantemente.
Suspiró, intentando volver a tener ánimos y entró al apartamento. Sabía que su cara no mostraba felicidad, tenía ligeramente el ceño fruncido y los labios presionados. ¡Es que no podía dejar pensar en su bonito abrigo! Ese abrigo se lo había regalado Hoseok de cumpleaños, ¿ahora como le diría que lo tuvo que cortar porque es tan imbécil que se quedó atascado en una máquina de gaseosas?
Jungkook estaba encima de la cama, se veía igual que en las fotos que le había enviado cuando se encontraba en la tienda. Con el bonito suéter azul pero sin nada más puesto. Estaba cruzado de piernas y la televisión se encontraba encendida en el canal de cocina. Jungkook sonreía inmensamente, seguramente burlándose de él.
Mamahuevo vale, ¿cómo se atrevía a burlarse de él?
—Uy, alguien viene mal.—Se burló él. Taehyung rodó sus ojos y cerró la puerta, caminando a dejar la bolsa encima de la mesita de madera que se encontraba a un lado de la cama y se quitó el abrigo, lanzandolo a un lado.
—¿No me hablarás?—Preguntó el castaño. Él mayor volteó a verlo. ¿Cómo es posible siquiera resistirse a esos labios tan bonitos y rosaditos? Tiene una piel perfecta, unos lindos ojitos avellanas, un lindo cuerpo. Osea, Jungkook es una preciosura. Realmente lo es.—¿No me vas a responder? Uh, eso significa que no haremos cositas está noche entonces.
¿Es que acaso esté día se pondría peor?
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Nudes | Vkook
Fanfictiondónde taehyung le pide a un total desconocido que le pase su pack. ┊¡KIM TAEHYUNG + JEON JUNGKOOK! ❧capítulos cortos. imágenes +18. © xlxjeonxlx, 2017.┊