Capítulo 33: Confesiones

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Una brisa fría rozó con el cuerpo de Rousse y fue más que suficiente para despertarla de golpe. Miró a los lados y notó que estaba de nuevo en aquel lugar, de arbustos verdes y aquel pequeño lago que la rodeaba —No... no otra vez no—dijo asustada y desesperada, ahora podía comprender por qué a Ansley le prohibía que estuviera en aquel lugar, le recordaba todo lo que debió olvidar.

Esperanzas... anhelo...

Lo había sentido todo en el escenario verdoso que estaba frente a ella. Todo ello había surgido en ella como una oleada que en los primeros tuvo tanta fuerza y fortaleza en su espíritu. Un muro indestructible que nada podía derribarlo sin embargo, hasta lo más sólido y fuerte puede oxidarse por el paso de los años y finalmente derribarse. Las esperanzas y el anhelo surgieron y murieron en aquel lugar que aparentaba llenar de vida con tantas plantas y un pequeño rio que no fueron más que un dolor de cabeza para Rousse. Ansley podía tener la razón, en este espacio y tiempo podía simplemente ser el final de una historia tan compleja como la suya o de alguien más.

— ¿Qué más quieres de mí? —dijo con molestia al escuchar pasos detrás de ella.

—Deseo respuestas— Aquella voz tan conocida y despreciada que sabía bien que lo escucharía por más que la evitara —Tú también las deseas ¿no es así?... el tiempo que pasaste con aquel viajero no sirvió de nada para tu confusa mente...

—Ya eh recibido suficiente de parte de ti—dijo Rousse enojada.

—Yo puedo darte las respuestas que necesitas.

—Ya conozco bastante bien este juego... ¿Qué es lo que me pedirás a cambio?

—No habrá intercambio— Normalmente seguiría enojada y a la defensiva pero aquella expresión la dejo en un estado de confusión— Esta vez no será así

—¿Qué quieres decir? —Preguntó Rousse y si todo este tiempo no estuvo observándolo a los ojos, esta vez lo hizo porque esperaba encontrar aquello que encontró la vez que estaba sentada en el jardín de "su casa", una mirada que podría traducir en sentimientos y emociones más que la habitual mirada de superioridad y astucia tan propio de él.

—Es maravilloso observar la infinidad de misterios que no pueden distinguirse a simple vista en la inmensidad del espacio... algunos misterios pueden mantenerse ocultos o ser revelados...

Rousse iba a decir algo pero no pudo decir absolutamente nada. Habían empezado a caminar por el laberinto y para ella le estaba siendo difícil seguir su recorrido.

—Imagina un libro... puede ser de cualquier historia o trama.

—Cobra o cómo te llames no voy a olvidar todo lo que ocasionaste— dijo Rousse mientras apretaba el paso.

—Lo lees con tanto interés, ese interés con el que lees las cartas o algún libro en especial— Rousse se quedó en silencio y justo cuando quería decir algo la Cobra de nuevo habló— y cuando llegas al final, este no te satisface... no es el final que esperabas.

—Cobra— llamó Rousse molesta y exhausta al ver cómo perdía de vista al aludido entre la abundancia de hojas que obstaculizaban su visión ,pareciera como si hubiera sido impulsado por alguna fuerza que ella desconocía.

—Y quieres más que nada cambiarlo.

El resplandor del sol era demasiado sofocante, para ese momento, por lo que tuvo que cubrirse con su mano para que no le diera directamente en los ojos —No entiendo lo que piensas lograr con esto ¿quieres un consejo? yo te lo puedo dar, porque no aprovechamos este momento para hacer un trato... después de todo los tratos siempre te fascinaron.

La Cobra sonrió levemente y luego río, el trato entre los dos había crecido y los había acercado de una manera peculiar. Era una forma especial y extraña con la que se comprendían —Tienes la oportunidad de cambiar el final... de reescribirlo de la manera que mejor te parezca— La mano de la Cobra se posó en la cabeza de Rousse, ella inmediatamente se desquito de esa mano— ¿Crees que el final de la historia y la manera en cómo la reescribes se parecerían? 


Existencia (Fanfic de El Principito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora