Capítulo 4: Una buena noticia

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Se alejó del aparato, se quedó pensativa en silencio durante algunos segundos y luego bajo a toda velocidad por las escaleras para finalmente terminar en el final del pasadizo, en la puerta de entrada. Abrió la puerta con sutileza, asomo su cabeza en la fría y desolada calle, todo permanecía en un extraño silencio ¿Dónde pensaba ir? ¿Qué pensaba encontrar ahí afuera?

Se demoró al buscar un teléfono que no encontró. Una vez, de nuevo, en su cuarto prendió otra vez el aparato y analizo de nuevo las fotografías. Su concentración se vio interrumpida al escuchar la puerta de su hogar cerrarse y con esta anunciar que sus invitados salían apresurados. El señor Chester y su esposa finalmente habían optado por irse y caminar por aquella desloada calle.

Rousse agacho la mirada, tratando de concentrarse de nuevo sin embargo, empezó a sentir que tal vez fuera necesario enseñarles la fotografía que había encontrado, tal vez aquello ayudaría en algo.

—Los llamaron...dijeron que Emily estaba empeorando—dijo su madre detrás de ella. Rousse, quien ahora se encontraba a un paso de salir, al recibir aquella noticia solo pudo limitarse a observar una vez más el exterior —vamos, está haciendo frio afuera.

—Hola .Rousse—Saludo una voz femenina, que cruzo la calle arrastrando una maleta grande de ruedas y que al llegar al frente de ellas les brindo una sonrisa. La aludida no pudo evitar mostrarse confundida ante aquel gesto que parecía desencajar.

—Hola, Ansley...no pensé que llegarías tan pronto—Dijo la madre de Rousse haciéndola pasar mientras añadía—tus padres me hablaron de tu llegada, es un gusto tenerte aquí.

—mmh...si quieres te ayudo con los libros que traes— dijo Rousse mientras extendía sus manos para recibirlos. Cuando las dos chicas entraron a la casa, su madre cerró la puerta.

—En realidad— dijo la pelirroja mientras se los entregaba —Te los regalo— La castaña la observo confundida —son los que te enseñe el año pasado...en el cumpleaños de Emily...creo que cumplía los 7...no me mires de esa forma Rousse son tuyos ahora —Todas comenzaron a subir las escaleras, dirigiéndose al cuarto de invitados que por esta noche seria el cuarto de Ansley.

"No comprendo...nosotras ni nos hablamos mucho... incluso en el cumpleaños de tu hermanastra, Emily. ¿Por qué me regalarías....—observo detenidamente los títulos de los libros —este ya lo leí...este ...también— dejo la laptop y los libros en el escritorio de su cuarto ,excepto uno que capto su atención por su portada, la cual era simple pero tenía un aire familiar.

Luego de cenar se fueron a sus respectivos cuartos a descansar, pero habían demasiado en que pensar y poco que dormir, abrazo su almohada al recordar lo que hablaron en la cena.

—Está bien, Ansley...debió ser duro para ti escuchar que tu hermana, Emily estaba en aquella fiesta.

—No le contaron... ¿no es así? —Al ver la mirada confusa de Rousse y su madre suspiro para luego decir encogiéndose —yo también estuve en la fiesta—dijo la pelirroja.

La situación se volvía cada vez más extraña, no podía comprender, pero quería hacerlo, quiso preguntar pero la mirada de su madre contrarrestó sus dudas.

Observo el techo de su cuarto, un recuerdo sustituyo al otro y encontró la diferencias de estos, Ansley no había comido mucho en la cena y sus ojos lucían agotados "Supongo que el divorcio aun te está afectando...un padre nuevo...una hermana nueva...debe ser difícil asimilarlo"

Se sentó en su cama, rendida. No podría dormir hoy, sus pensamientos no la dejarían. Sus ojos marrones recorrieron su habitación, como buscando algo que hacer. Se levantó, camino con lentos pasos a su escritorio, procurando no despertar a nadie, agarro aquel libro que atrajo su atención, "El Principito", y sobre su cama comenzó a leerlo.

Parece que alguien más se enterara de nuestra existencia ¿no lo crees, Principito?Pregunto la Cobra observando desde afuera sin esperar alguna respuesta .La luna se encontraba en el centro de un cielo oscuro y de estrellas ocultas por nubes espesas, supo que era el momento, empezó a enroscarse sobre sí mismo hasta que finalmente logrará aparecer en el lugar correspondido, se arrastró debajo de una cama de sábanas blancas, luces fluorescentes iluminaban los cuartos de un hospital, podría ser visto por las personas de traje blanco, pero corrió aquel riesgo arrastrándose lo suficientemente cerca y lejos de ellas, su recorrido fue corto hasta que finalmente pudo llegar al lugar y al momento adecuado.

El señor Chester y su esposa ya habían recibido la noticia, ambos se encontraban felices y sonreían, a pesar de lo agotado que estuvieran, su menor hija regresaría a casa.

Espero que hayas disfrutado del cap si te gusto no olvides dejar tu estrellita o tu comentario.

Se despide

LunaEstrellaaa

Existencia (Fanfic de El Principito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora