Reality show ~| los CoMPaS|~

Polo norte #2

Anteriormente...

– Trampa – reclamó Acenix negándose a asumir la derrota.

– Nop, es bien justo. Mejor acéptenlo, total es solo una noche. – Ela no quería escándalos.

– Bueno... – Jon aceptó al igual que su pareja.

Caminaron por un rato. Sparta llevaba sus cosas en su trineo.

– Después de todo, no es tan inútil. – comentó Raptor.

– Pero me he dado cuenta de algo.

– ¿Qué cosa mechero?

– Si hay una colina me subo al trineo y me tiro, los esquís me van a estorbar.

– Hombre, tendrás que llevarlos de alguna manera. Es cosa de acomodarlos bien y se puede.

– Oki 

Iban en una formación algo dispareja; Clarissa iba al frente con el mikellino, solo un poco más atrás el riumba y mayictor junto con Ela, después iba Agapito que grababa desde el centro, el jonix estaba de penúltimo con Francisco y Ram que caminaba por el lado derecho. Y de último iba el spartor. Pero esto había sido ocasionado por Raptor, que había atrasado a Sparta de manera disimulada.

¿Para qué? pues...

El reptil causó un sobresalto en el menor al tocarle la espalda baja. 
Sparta iba a hablar pero con una seña el contrario lo calló.

– ¿Que haces otaku? – susurró. La mano del mayor bajó un poco más. – te voy a acusar, baboso.

– No sucia, espérate, que te va a gustar. – intentaba hablar bajito.

Raptor apretó el trasero de su compañero. Éste se mordió el labio y dirigió la mirada hacia delante. Metió su mano por debajo de la tela del pantalón térmico y acarició con los dedos la piel del menor.

– Raptor... nos van a ver.

– Ssh... – apretó de nuevo.

El mayor simplemente se divertía pasando sus dedos por la piel de Sparta. Raptor llevaba guantes pero no cubrían las puntas de sus dedos. El tipo de la tienda le había sugerido guantes completos pero se había negado.

– Creo que aquí está bien. – inesperadamente Clarissa se giró y vio por el rabillo del ojo como el reptil retiraba la mano apresuradamente al mismo tiempo que Sparta se arreglaba un poco el pantalón. 

La chica formó una sonrisa, había captado.

– ¿Por qué sonríes de esa manera? – preguntó Trolli.

– Simplemente porque... me gusta el Polo norte. – pero había algo que le gustaba mas que eso, y lo acababa de presenciar. – ¡manos a la obra! que se les hace tarde.

– Tiene razón. – dijo Víctor. – propongo que Mayo, Acenix, el mikellino y yo formemos uno de los iglús. Y el otro quedaría con Jon, el spartor y el riumba. ¿Quejas?

Algunos se miraron entre sí.

– Cero – contestó de manera segura, Timba.

Empezaron a cortar los bloques. Al principio costaba un poco, y había que tener fuerza para levantarlos.
En el grupo de Trolli, Víctor era el más fuerte, por lo que era el encargado de llevar los bloques más grandes. Trolli los cortaba con la sierra al igual que Acenix, y Mike y Mayo los posicionaban de manera que quedaran bien.

Por otro lado en el de Timba, el más fuerte parecía ser el peliazul por lo tanto él era el de llevar los bloques y subirlos sobre los demás. Jon y Raptor cortaban con las sierras y Sparta y Rius ponían los bloques.

– ¿Estás bien pollo? – preguntó Timba al llegar con un bloque y ponerlo sobre otro.

– Sí, tú solo trae otro bloque. – corrió el pedazo de hielo y lo pegó mejor con nieve. 

– Si te da frío me dices para que te ayude a... – susurró de manera seductora: – calentarte.

El peliblanco se sonrojó y le fue a ayudar a Sparta que tenía dificultad para unir otro.

Ela, Fran, y Aga no perdían detalle de nada, habían grabado eso. El volador del dron se acercó un momento a Ram.

– Estos momentos así son los que hay que capturar, impulsarán mucho a la serie. – dijo Fran.

– ¿Cuándo tendrán listos los editores los primeros capítulos?

– No falta mucho. Apenas empiecen a rodar por la TV, Flex nos avisará.

– Bien... – se ajustó las antiparras. Miró hacia los lados para verificar que nadie lo viera y le dio un beso al pelimorado.

Adivinen quién vio el beso.

– Idiota, serás bueno en la cama pero no eres mi novio.

– No soy tu novio, soy tu futuro novio. Así que aceptarás mis besos hasta que estemos a solas y una vez ahí jugaremos un poco. ¿De acuerdo? ¿Fran?

– Ese pelazo azabache-sexy me hace aceptar. 

– ¿No será otra cosa?

– ¿Qué te piensas, wacho?

– ¿Qué sientes?

– No quiero abrirte mis sentimientos ahora, porque realmente no lo tengo muy claro. 

– Cuando estés seguro me los dices.

– Obvio 

Se separaron antes de que parezca sospechoso.

Mike puso mal un bloque y la pared entera se derrumbó.

– Uy... – una pierna se le quedó atascada en el montón.

– ¡Pero Mike! – Trolli no estaba molesto, sonrió y negó con la cabeza por la torpeza del youtuber.

– Lo siento. 

– No pasa nada. – Mayo se rio y liberó la pierna de Mike al quitar algunos bloques de encima.

– Bien comprensivos los panas. – dijo Fran que se había acercado al ver el derrumbe.

– No podemos pelear por una tontería así. – aclaró el gato. – solo nos queda aprender del error y volver a construir la pared.

– Sabias palabras dice este hombre. – aplaudió Víctor.