En Noruega otra vez

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Anteriormente...

- ¿Y? ¿me darás el premio?

- Lo consideraré.

- ¡Yes! - celebró el mayor.

El helicóptero aterrizó. Luego Flex les habló:

- Ela, guíalos hasta el hotel por favor, te envié la dirección.

- Sí jefe.

- ¿Cuánto tiempo estaremos aquí? - preguntó Timba.

- Solo hasta mañana, pues quedarnos más tiempo sería exponer tiempo innecesario a Rius al frío.

- A veces te quiero y otras te odio. - rio el peliazul.

- Je, oigan por cierto... ya se están estrenando los primeros capítulos del Reality.

- ¡Al fin! - Mike abrazó el brazo de Trolli con felicidad.

- Mikel, mi brazo, no te adhieras a él.

- ¿Por qué no? me gusta sentir tus músculos... - sonrío.

- Joto - le acarició el pelo.

- Por naturaleza.

Ela los condujo hasta el hotel.

- Bien chicos, ustedes aquí. - luego fue a la habitación donde deberían ir los camarógrafos más los guardias. - y nosotros aquí.

- Ela

- ¿Sí, Ram?

- Fran y yo somos novios, nos gustaría más privacidad.

El mencionado miró al azabache con sorpresa, no sabía que se atrevería a decir eso. Clarissa saltó de felicidad y casi le corta unos mechones de pelo a Aga con su guadaña.

- Podríamos decirle a Flex que alquile otra habitación, pero no le correspondería pagar eso la verdad. - dijo la chica.

- Ya sé, por eso la pagaré yo.

- Wachito, yo también puedo.

- No, amor, yo.

- Si insistes tanto.

Mientras todos se acomodaban, fueron a la recepción a pedir una, y como habían acordado Ram pagó.


Con el spartor

- Quiero mi premio.

- ¿Qué? ¡ahora no! vamos a ir a comer a un restaurant, debes esperar hasta la noche.

- No seas malo y dámelo ahora.

- Ahora no, pesao.

- Mechero... - amenazó.

- ¿Ahora me vas a sacar el premio a la mala? voy a pedir un cambio de compañero.

- Agh, lo siento. Es que la verdad me vuelves loco, pero esperaré hasta la noche.

- Bien, pero para que te calmes. - se acercó y le dio un beso más bien largo pero sin lengua.

- Mmm, que labios más suaves... serán míos.

- No no, tus labios serán míos, Raptorcito. - remarcó la palabra "tus".

- Ya veremos, bebé. - salió de la habitación para evitar reclamos.

Sparta lo siguió y se reunieron con el grupo.

- Vamos antes de que se haga más tarde. - tomó de la mano a Mike y junto con los demás bajaron a la ciudad.

- Trolli, ¿me compras un chocolatito? - preguntó un castaño.

- Y dele con lo de que soy tu sugar daddy.

- ¿Sexi? lo eres, ¿tienes dinero? lo suficiente como para comprarme eso, ¿eres seme? sí, así que acepta tu destino.

- Chicos, ustedes vayan al restaurante, con Mike llegaremos después.

- Bueno - aceptó Timba.

El mikellino se fue retrasando cada vez más.

- ¿Por qué dijiste eso?

- Mikel, voy a ser directo contigo. - se detuvieron. - me gustas mucho, ¿sí? tienes algo que... me encanta. ¿Quieres ser mi novio?

- ¿¡De verdad?! - estaba muy emocionado. - ¡te amo Trolli! - se colgó de su cuello.

- ¡¡Eh!! ¡¡me botas!! - se rio y lo abrazó por la cintura para levantarlo. - tienes un lugar en mi corazón. - lo besó dulcemente.

- Y tú en el mío.


Con los demás

- ¿Qué dices, gatito? si duermes bien conmigo.

- Jon, me envuelves y ni ir al baño puedo.

Algunos se largaron a reír.

- Y lo peor es que mientras duermes dices: Jon... Jon... ay, no tan fuerte.

- ¡¡QUE MALPENSADO TE ESTABA DICIENDO QUE APRETAS MUCHO EL ABRAZO!! - le dio una bofetada.

El mayor solo se partió de la risa.

- Tranquilo, pff ¡JAJAJA! pobre gato. - le revolvió su grisáceo pelo.

- Me dejaste en vergüenza. - estaba todo colorado.

- Ya Acenix, estamos en confianza. - Víctor le extendió una botella de bebida que el contrario aceptó con gusto. - no dejes que Jon te haga sentir mal con sus bromas.

- Supongo... gracias Víctor.

- No hay de qué. - miró a Mayo de reojo. - ¿quieres algo? te lo puedo comprar...

- No soy como Mike, y tú no eres Trolli.

- Sí, sí, solo quería ser amable contigo. - dijo algo apenado.

- Ya lo eres, Vic. - le sonrió. - eres muy dulce. - le halagó.

- No me sigas torturando. - sus emociones cambiaron a unas más negativas.

- Hombre, te torturas solo.

- Y tú lo haces peor. Quizás preferiría que fueras reacio conmigo, que ni me miraras.

- Tus deseos son órdenes, ahora no reclames. - si Víctor quería que no le hablara, no lo haría.

- ¿¡Eh?! - entendió que la había cagado aún más. - joder...

Reality show ~| los CoMPaS|~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora