Anteriormente...
– Bien comprensivos los panas. – dijo Fran que se había acercado al ver el derrumbe.
– No podemos pelear por una tontería así. – aclaró el gato. – solo nos queda aprender del error y volver a construir la pared.
– Sabias palabras dice este hombre. – aplaudió Víctor.
En el grupo de Timba, Raptor estaba cortando un bloque. A Sparta no se le iba de la cabeza el momento en el que Raptor le apretó el trasero, lo recordaba una y otra vez. Y sin darse cuenta, deseaba el tacto nuevamente. No necesariamente ahí, solo quería que lo tocara. Al parecer le había gustado bastante.
Al terminar de cortar el bloque, el reptil vio que Timba estaba ocupado así que partió él mismo a dejarle el bloque a Sparta.
– Aquí tienes, mechero.
– Gracias otaku.
El mayor lo notó inquieto.
– ¿Pasa algo?
– Mmm, no no. – posicionó el bloque y le puso más nieve para pegarlo bien. – solo... pienso.
– ¿Y en qué piensas?
– En que ya debes ir a cortar otro bloque.
– Que amargado, ni que fueras Trollino. – se largó a por otro.
En el mismo grupo, Rius ya empezaba a sufrir los efectos del frío. De repente tiritaba un poco, y se hacía el fuerte cuando Timba le llevaba otro bloque. Pero el peliazul lo capturó en un momento de debilidad.
– ¿Por qué tiritas? – subió el bloque sin dejar de observarlo. – ¿tienes frío?
– No
– Sí claro. – le arregló la bufanda. – escúchame... – se puso a susurrar: – apenas terminemos de construir los iglús, te ayudo a calentarte. Por ahora resiste un poquito.
El peliblanco sonrió y se sonrojó un poco para luego asentir pícaramente. Clarissa miraba desde lejos, pero no estaba feliz, pues esta vez no había alcanzado a oír absolutamente nada del susurro.
Jon solo miraba a Acenix, le molestaba separarse de su compañero. Había sido pura mala suerte. Se puso detrás de una pared ya construida y le lanzó una bola de nieve al gato, después se ocultó. El peligris miró hacia los lados, estaba molesto. Al no encontrar culpables siguió cortando con la sierra, pero le llegó otra pelota directo al rostro.
– ¿¡Quién me está lanzando nieve?! – todos lo miraron extrañados.
– Nadie – siguieron con lo suyo.
Acenix bufó con molestia. A los segundos le llagó otra a la espalda. Jon se escondió, pero al asomarse por cuarta vez le llegó una a él.
– ¡Gato! – le había entrado la nieve por el cuello de la chaqueta.
– ¡Eso te pasa por molestoso!
Las cámaras de Ela y Aga capturaron cada disparo.
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– Los iglús no se ven tan mal. – dijo Fran. – terminaron al justo, ya anocheció. Pongan la cocinita y cocínense algunas latas, nosotros nos vamos a nuestras carpas a comer. Ela, ¿podrías quedarte a grabar un rato para luego hacer cambio con Aga?– Claro, para eso me pagan.
– Clarissa, tú tienes el primer turno de guardia, es hasta las 3 am y después cambias con Ram.
– Ok, me divertiré haciendo monos de nieve para después decapitarlos.
– ¿Los construirás solo para volarles la cabeza? – preguntó Trolli de manera divertida.
– Sí
– Oh vaya. Bueno chicos, pongan un cartucho de gas.
Mike sacó la única cocinita. Le pusieron el cartucho y derritieron nieve para conseguir agua. Llenaron los termos con agua caliente.
– Toma tu awa. – le reclamaba Raptor a Sparta.
– Voy a almacenarla, no tengo sed.
– Que te tomes tu awa.
– Ya manito, no le fuerces a tomar awa.
– El awa es sanita. – debatía.
– Oigan, Rius y yo iremos a ver que hay por allá. – dijo un peliazul.
– No se alejen. – advirtió Clarissa. – y tomen el silbato, si me necesitan lo tocan.
– Volveremos pronto. – el riumba caminó y se escondió detrás de un montículo de nieve. No era muy lejos. – ¿aún tienes frío? – preguntó Timba con una sonrisa.
– Sí, mucho.
– Pues... vamos a ver qué puedo hacer. – le puso una mano en la mejilla y lo comenzó a besar. Entró en su boca, parecía reclamarla como suya al recorrerla y jugar con la lengua del menor.
Apoyó a Rius en el montículo y comenzó a dejar besos en su cuello para lentamente chupar y saborear su blanca piel. Cuando comenzó a dejar chupetones se había dado cuenta que la clavícula del peliblanco estaba fría, pero tras unos cuantos notó que ya estaba todo caliente.
– Ahh⁓ Timba⁓
El mayor metió su mano en el pantalón térmico del contrario y bajó hasta tocar su miembro. Lo frotó y lo acarició al mismo tiempo que le dejaba chupones en el cuello.
Al rato dejó su miembro en paz, pues ya debían volver.– ¿Te calentaste?
– Estoy ardiendo⁓ mh⁓
Timba lo besuqueó por última vez. En el camino de vuelta se encontraron huellas que no eran suyas, y unos mechones de pelo celestes. Pero lo ignoraron por completo.
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Reality show ~| los CoMPaS|~
FanficLos compas (que no se conocen), deciden entrar a un programa de televisión donde tienen que enfrentarse a distintos escenarios juntos. Tendrán distintos retos que tendrán que cumplir ya sea en grupos o en parejas. Cualquier parecido con esta histor...