Plaza de Marrakech

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Anteriormente...

– Esto será agotador...

Luego de eso llegaron al aeropuerto y esperaron el avión, que no tardó mucho en llegar. Subieron y comenzaron sin problemas su viaje.

Llegaron unas cuantas horas más tarde. Bajaron sus cosas y Ela encendió su micrófono.

Se alojarán en un hotel por 24 horas para que se aclimaten un poco, luego se subirán a los dromedarios para adentrarse en el desierto. Sé que encontrar un oasis parece algo complicadísimo pero por estas zonas no lo es tanto. ¿Les costará? sí, pero no será imposible. – informó el mapache.

– Vale, nos vemos, jefe.

Se despidieron de Flex.

– Señor Mikecrack, ¿Qué es un oasis?

– Un oasis es un paraje de un desierto en el cual se pueden encontrar agua y vegetación. Suelen constituir porciones más o menos extensas de terrenos fertilizados por una fuente de agua en medio de los arenales.

– Wikicrack, bien con lo de ayudarle a Aga a entender pero hay que moverse. – empujó Trolli.

El equipo los estaba dejando a los tres así que tuvieron que apurarse en alcanzarlos. Se juntaron con el resto.

– Alma está sudando. – dijo Clarissa prestándole atención a su guadaña.

– ¿Cómo va a sudar el metal? – preguntó Raptor medio divertido.

– Hace demasiado calor, tiene gotitas de agua. – las limpió con un pañuelo que decía "Alma"

– Madre mía si hasta pañuelo propio tiene esa cosa... – suspiró Ram.

– ¿Cosa? – observó de manera sádica a su compañero guardia.

– Me corrijo, guadaña. – se ocultó atrás de Fran.

– ¡Oye! ¿Quién es el uke de la relación, tú o yo?

– En este momento, tú. 

– Wacho, que cobarde mi panita. 

– Créeme, temerle a Clarissa no es ser cobarde, es ser listo.

– Pero no te escondas detrás de mí. – se rio. 

– Está lleno de palmeras, no se acaban nunca. – analizó Sparta.

– Y no solo eso, mechero, hay algo que te gusta mucho. – lo tomó de los hombros y le indicó.

– ¡¡CACTUUUS!!⁓ – fue corriendo a verlos. – ¡son más altos que Raptor!

– ¡No me compares con un cactus! – reclamó el mencionado.

– Son más severos que tú.

El reptil bufó y lo tomó del brazo para arrastrarlo y que no se perdiera.

– Todas las estructuras son muy coloridas. Si no lo fueran se vería aburrido, pues todo es color arena y el tono de verde no es muy llamativo. – dijo Acenix que iba caminando a la par de Jon.

– ¿Esta es la plaza? hay algo que no me gusta nada. – comentó Timba. – hay un mono con una cadena.

– Sí... el maltrato de animales en esta zona es bastante. – dijo Ela con algo de pena.

– Alma desea matar, y yo también lo deseo.

– Cálmate, Clarissa. No es una buena idea darle problemas a Flex, por más que queramos hacer algo... – Ram la calmó.

No contaron con que Rius se acercara y estuviera hablando con el tipo del mono.

– ¡Pollo! – el peliazul se asustó y se fue a poner a su lado.

– ¿Dice ser exhibicionista? ¿la gente se saca fotos con su mono? – preguntó el peliblanco.

– ¿Algún problema?

Rius intentó apretarse lo dientes, fue completamente en vano.

– Que horrible trabajo, este animal no merece estar así. ¿Quién con sentido común podría aceptar sacarse una foto con él en este estado? ¿lo anda arrastrando todo el tiempo por ahí con la cadena? ¿no le da vergüenza hacerlo?

El tipo se indignó y le levantó la mano como para abofetearlo. 

Ahí fue donde los chicos se exaltaron, se metieron más a la escena pero no para detener al tipo, pues eso Timba ya lo había hecho. El mayor le dio un fuerte puñetazo para impedir que golpearan a su novio.

– Oiga, cálmese ya, o llamaremos a la policía. – amenazó Ram.

Clarissa y Ram estaban ahí para proteger a los chicos de la naturaleza, pero no tenían dudas en protegerlos también en ese momento.

– ¡Dígale a esta loca que retire la guadaña de mi cuello!

– ¿Loca? – presionó la guadaña, amenazando con hacer un corte.

– Clarissa, perdona la vida de esta cosita fea. – rogó el azabache.

– Pff, no se lo merece, pero está bien.

Se fueron retirando lentamente hacia atrás hasta estar a una buena distancia del hombre.

– Que asco, que puto asco. – maldijo Timba. – ¿Cómo se puede atrever a levantarte la mano?, y esclavizando a un mono el hijo de puta...

– Respira Timbi, respira.

– Se escuda diciendo que los turistas se sacan fotos con él, por eso se escapa de la ley, ¡pero no debería! – dijo Víctor. 

– Que impotencia no poder hacer algo... agh. – Mayo caminaba mirando hacia el suelo.

Llegaron al hotel y ordenaron sus cosas.

Reality show ~| los CoMPaS|~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora