Reality show ~| los CoMPaS|~

Mochilas y helicóptero

Anteriormente...

– Maldito público.

Miraron al rededor, se tranquilizaron al ver a todos ocupados con lo suyo.

MENOS CLARISSA QUE MIRABA COMO PERVERTIDA DETRÁS DE UN COLGADOR CON ROPA

Una vez que eligieron bien su ropa, siguieron con los equipos.

– Llevarán bastones de esquí para no resbalarse y poder apoyarse en ellos, además de eso llevarán unas botas especiales. Las botas no deberían mojarse por dentro y deberían mantener los pies a una buena temperatura, los calcetines gruesos de lana ayudan mucho. Quiero que lleven un gancho con una cuerda...

Alguien interrumpió a Fran:

– ¿Podemos llevar un trineo? 

– El mechero quiere jugar en la nieve. – comentó entre risas el reptil.

– Si quieres, pero contará como tu objeto a elección.

– ¿De verdad lo quieres gastar en un trineo? – preguntó Trolli.

– Es muy útil, puedo llevar mis cosas en el.

– No recorrerán una gran distancia, pero no te seguiré debatiendo, es tu elección después de todo. – Fran le dejó llevarlo y le dijo que se vaya a elegir uno.

Raptor le revolvió el pelo, el menor le sujetó la mano y se la quitó de encima intentando parecer molesto.

– Los esquís son importantes. – dijo Clarissa.

– ¡Oh claro! ¡los esquís!

Tuvieron que gastar unos minutos eligiendo los correctos para cada uno.

– Lógicamente en las mochilas va lo básico, termo, olla, saco de dormir, cuchillo... Ahora escuchen; necesitarán una cocina híbrida para poder comer y beber, utiliza cartuchos de gas o combustible líquido. Pero solo tienen permitido llevar los cartuchos de gas, no queremos una contaminación accidental. Solo tienen una, deben compartirla. – explicó el camarógrafo pelimorado.

– Vale, armaremos las carpas y felices como lombrices. – dijo Víctor.

Clarissa, Fran, Ela y Ram se miraron con complicidad.

– Esa es la cosa... – inició la frase, Ela.

– No hay... – le siguió Clarissa.

– Carpas para ustedes. – finalizó Ram. 

Los chicos se pusieron a gritar y a entrar en pánico; Sparta se puso a hacer berrinche reclamando que quería estar protegido mientras dormía, Timba gritaba que se le moría el pollo, Mike quería llegar con sus 10 dedos de las manos a editar, Trolli también los quería para grabar con Mike a futuro, Víctor reclamaba que se iban a morir, Acenix casi les tira una olla por la cabeza...

– Señor Mikecrack, ¿Qué es la edición?

– Ahora no, Aga.

– Flex dice que les ha puesto las cosas muy fáciles, ahora quiere que construyan un iglú. – aclaró Fran. – algunos de ustedes llevarán una cierra atada a la mochila para cortar el hielo.

– Hijo de su madre, pero tiene razón. Supongo que es uno de los retos. – dijo Raptor.

– Exacto, lo entendiste. 

– Hombre, que tampoco tan inútil. ¿Y debemos entrar todos en el iglú?

– No – habló Ela esta vez. – el enfermo dijo que harían dos grupos, o sea van 5 por iglú.

– Cuánto apuesto que al lado de los iglús estarán ustedes de lo más bien en sus carpas. – rio Timba.

– Obvio – sonrió la camarógrafa.

– Y comiendo una linda sopita caliente que debería ser para mi... digo, el pollito.

Clarissa sonrió por el error. Rius le dio un codazo para hacerlo callar.

– Y muchas barritas de cereal. – la guardia peliceleste se largó a reír.

Como en la vez anterior, cada uno llevó algo; Sparta su trineo; Víctor se mantuvo con sus binoculares; Trolli llevó una gran manta térmica que beneficiaría a su equipo; Mike encontró que la idea del azabache era buena e hizo lo mismo; Raptor fue obligado a no llevar su manga así que llevó más cartuchos de gas al igual que Acenix y Jon; Timba eligió algo para Rius, un guatero, solo debía hervir agua y listo; Rius llevó unas latas de comida, super útiles; y por último Mayo llevó una linterna.

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Acenix estaba sobre un montículo de hielo esperando el helicóptero.

– Ya bájate de ahí gatito.

– ¿Y si no quiero?

– Pues te bajo por pendejo.

– Debí haber traído un martillo.

– ¿Para que?

– Para aforrarte con el.

– Que violento que eres. Ya baja de ahí.

– Estoy cómodo, Jon.

– Me vale re chingados, el hielo se está derritiendo y te podrías caer.

– Siempre me dices gato, debo caer de pie, ¿no? – se paró en la punta.

– Ni te atrevas. 

– ¿Y si camino por aquí? – dio un pequeño paso.

El castaño se tapó los ojos.

– Hasta traspiro y todo, no hagas eso.

– ¡Atrápame Jon! – se lanzó.

– ¡¡IMBÉCIL!! – se quitó las manos de la cara al escuchar la frase e intentó atraparlo.

El mayor no pudo con el peso y al atraparlo se cayó al suelo con él encima.

– Gracias por atraparme. – dijo Acenix con una sonrisa.

– Págame con un beso.

– No

– Hice el intento. – lo tomó en brazos y le ayudó a ponerse en pie.

El helicóptero llegó. Se subieron rumbo al blanco y congelado Polo norte.