Isla Tropical #5

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Los chicos se levantaron y fueron a pescar de inmediato ese tal pez jobfish. Tenían hambre, necesitaban comer y como el pescado era grande bastaría para todos. Aunque tendrían que buscar algo más para la cena, pero el pez les daría un buen desayuno y se saltarían el almuerzo.

– No quiero, no entraré ahí. El pez es grande y... y... ¡no quiero! – tironeaba Sparta con Raptor.

– ¡Miedoso! ¡ni es tan profundo! – el agua le llegaba a los muslos. – vamos, carajo. Nada te pasará.

– Vayan ustedes. – chilló.

– Sparta –Trolli se acercó. – el agua no es oscura, si prestas atención se ve el fondo y ni siquiera nos vamos a sumergir. El agua nos llegará a la cintura como máximo, tranquilo. 

– P-pero...

– Si quieres puedes quedarte detrás mío, pero ven. – dijo Raptor. – hazlo por mí, mechero.

– Mmm... bueno. – tomó la mano del mayor y se acercó más a los demás. – es que soy bajo, a ustedes les llega a los muslos y a mí a la cadera. Es diferente.

– Si eres tan miedoso. – lo cargó.

– ¡Oye! – rio. – bájame reptil.

– Pero si te da miedo.

– Pero no quiero entorpecerte.

– ¿Entorpecer? nah, tú jamás me entorpecerías. Además ni caña tengo, solo Trolli, Acenix, Rius y Víctor están con caña. 

– ¿Entonces para qué me obligaste a venir?

– Se supone que deberíamos buscar otros moluscos o crustáceos. Ya sabes; cangrejos, almejas...

– Bueno, bájame, que ayudaré.

– ¿Sí?

– Sí

– Mechero el productivo. – le bajó.

Sparta se puso a buscar cosas por el suelo marino, aún con un poco de miedo. 

– ¡¡AAAAAAAAAHHH!! – gritó alguien de repente.

– ¡¡MI POLLO!! – Timba se volteó de inmediato y se horrorizó al ver una mancha carmesí esparcirse rápidamente. Llegó donde Rius. – ¿¡Estás bien?!

– ¿¡Pero qué?! – Trolli vio la sangre en el agua. – ¿Rius?

– Algo me cortó el pie... – se quejó el peliblanco.

– Salió mucha sangre. – el peliazul lo tomó en brazos.

Alexy, ya sabes. Te toca. – le comunicó Flex desde el estudio. 

– Chicos – dijo Clarissa de repente. – hay que salir de aquí. Ahora.

– ¿Por qué? – preguntó Mayo.

– Aquí hay tiburones y no quiero encuentros peligrosos. Olerán la sangre en el agua y se podrían poner más agresivos por eso. 

– Sí, sí, vámonos por favor. – Sparta se aferraba al brazo de Raptor.

– ¿Pero qué lo cortó? – Mike metió la cabeza bajo el agua y vio una botella rota. – ahh, pisó la botella. Que quemado, por dios.

Recogieron las cañas y salieron rápido del agua. Timba dejó a Rius sobre una piedra y Alexy no tardó mucho en llegar.

– Mmm, no es tan grave, pero lo será si se infecta. – le echó alcohol.

– Agh⁓ mierda, ¿Por qué me pasa esto a mí?

– Pollo, es que el mundo te odia. – intentó consolar el mayor. – ¿¡y qué hacía una botella rota ahí?!

– El fondo marino especialmente cerca de las playas suele tener basura. Aquí en Madagascar suele ser más limpio pero igual cosas así pueden estar por ahí y... justo a Rius le tocó. – explicó Ram. – miren, una aleta de tiburón. – señaló.

– Que bueno que salimos. Gracias manita. – sonrió Raptor.

– Alma también sintió la sangre en el agua. – sonrió de vuelta, secando y limpiando la arena de su guadaña.

– Alucinante 

– Señor Mikecrack, no sabía que los pulpos tiraban tinta roja.

– No es tinta roja, Aga, es sangre.

– ¿Sangre? ¿Qué es eso?

– Líquido, de color rojo en los vertebrados, que, impulsado por el corazón, circula por los vasos sanguíneos del cuerpo de las personas y los animales, transportando oxígeno, alimentos y productos de desecho.

– ... ¿Ah?

– Sí

– Buneo, digo--... bun... ben... bueo...

– ¿Bueno?

– Bueno

    

    
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Alexy ya tenía listo el vendaje de Rius.

– Que ni se le ocurra entrar al agua de nuevo. Ojalá no caminara en exceso y que no se le llenara el vendaje de arena. Si necesitan que se lo cambie me llaman.

– Gracias Alexy. – dijo el peliblanco.

– No fue nada. – se subió a una 4x4 y se fue.

– Calculo que es medio día. – dijo Víctor al mirar el sol. – y solo hemos comido pequeñas cositas que encontramos allá. Deberíamos volver a intentar pescar.

– ¿Crees que es seguro, Clarissa? – preguntó Trolli.

– Ya pasaron unas horas así que la sangre ya se debió disolver. No se ven tiburones a la vista así que creo que ya pueden volver. Pero hay que estar atentos y no se separen mucho del grupo.

– Bueno. ¿Timba...?

– Obvio que me quedo a hacerle compañía a este pollo.

– Bien

– ¿Mike, nos acompañas? – pidió el peliazul.

– Yo--...

– Él viene con nosotros. – aclaró el azabache.

– Oye, por lo menos déjame hablar.

– Perdón Mikel.

– Quizás podríamos dividirnos. Timba y yo vamos a por la cámara para ver si en la noche el fosa se acercó mientras ustedes pescan y Rius descansa aquí. No tardaremos así que no estará mucho solo y así ahorramos tiempo. Y quizás haya más probabilidad de que el jobfish se acerque si hay menos personas en el agua.

– ¡No! definitivamente no. – se negó Trolli. Pero lamentablemente para él todos le dieron la razón a Mike. 

– Oh vamos, Mike tiene razón. Ahorramos mucho tiempo. – Timba intentó convencerlo. – además el pollito no tiene problemas con quedarse solo unos minutos, ¿verdad bebé?

– Si eso ahorra tiempo, no.

– No seas tan celoso, vinagre. – regañó Jon. – es por temas de productividad.

– ... Es que... – miró a Timba con desconfianza. Últimamente ya no podía llevarse bien con el mencionado. Había algo que le impedía confiar y no sabía lo que era. – Mikel por favor.

– Te prometo que después no me separo de ti.

Hoy era el día en que su reto de sin amor por 5 días terminaba, y apenas habían podido estar juntos o darse la mínima atención. Algo que al mayor lo tenía un poco triste.

– Ok – se acercó y le dio un largo beso. – no tarden demasiado.

– No – sintió una punzada al ver los ojos algo tristes de su novio. – ¿todo bien?

– Sí

Reality show ~| los CoMPaS|~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora