Reality show ~| los CoMPaS|~

Sabana Africana #6

Anteriormente...

 – Timbi, nos vamos. – lo tomó de la mano y lo fue arrastrando para alejarse.

– ¡No se pierdan! – la peliceleste había captado esas indirectas, por eso prefería ir con el spartor primero. Para darles ese espacio a solas que querían.

Se alejaron lo suficiente y se escondieron tras unos matorrales.

– Jeje⁓, primero le daré calor a mi criatura y luego iremos a buscar a los chicos.

– Sí Timbi, que frío hace. – tembló a propósito. – dale calor a tu criatura.

– Con gusto. Que criatura tan bonita... – lo tomó de la cintura y comenzó a besarle mientras le quitaba algunas prendas con lentitud.

– Mgh⁓ – con valentía, tomó la camisa de Timba y tiró hacia abajo, logrando sacar algunos botones pero rompiendo otros.

– Es la única camisa que me queda... – le acarició el interior de un muslo, acercándose cada vez más a su cadera.

– ¿Crees que me importa?

– Jaja⁓, te importará si me ven sin algunos botones porque habrán algunos sonrojos de otras personas.

– Mierda, tienes razón. Pero bueno, eres mío Timbi.

– Pero por supuesto. – se lamió un dedo y lo volvió de inmediato allá abajo para meterlo hasta la mitad. Siguió con el segundo dedo y los metió hasta el fondo.

– Aah⁓ – interrumpió un beso. Se volvió a unir a los labios del mayor.

Se apoyaron en un árbol... o bueno, Timba apoyó a Rius en un árbol de manera que él quedara atrás, teniendo más acceso a la cadera del peliblanco. Se bajó el cierre del pantalón mientras le seguía masturbando por la entrada.

Cuando el ojigris quiso darse la vuelta el contrario le aplicó peso con una mano en su hombro y lo pegó más al árbol.

– Te me quedas así.

– Pff, solo te gusta tener dominancia.

– ... Es excitante. – se apegó a la desnuda espalda de Rius. Lo embistió mientras le chupeteaba el cuello.

– Mhm⁓, duele un poco⁓

Bajó un poco el ritmo pero no tardó en volver a como antes lo estaba haciendo. Lo tomó del cuello y fue más rápido.

– Pollito⁓

– A~ahh⁓ más⁓

Ante eso el peliazul le mordió el cuello en un arranque de placer. Lo tomó de la cintura y siguió con lo suyo. Por mientras el uke solo mantenía los ojos cerrados y se apoyaba en el árbol, gimiendo por las estocadas más fuertes que recibía. 

– ¿Aún quieres más?⁓

– Sí⁓...

– Pero... pff, jajaja⁓ – ya no sabía ni como hacerle para ir más rápido. – tendré que ir al gimnasio. – le dio un lametón en la espalda y fue más lento, pero más profundo y satisfactorio.

– ¿P~para quedar como Víctor?⁓

– Exacto

– Mh⁓, uff⁓ ¿Cómo lo hará él...? mgh⁓ – quería tan solo pensarlo, pero las palabras se le escaparon debido a la situación. Incluso un gemido le salió por el pensamiento.

– ... – frunció el seño. – terminé. – se corrió y salió de inmediato.

– ¿Q~Qué? aún quiero más.

– No. Mastúrbate si en serio quieres más.

– Lo siento. No quise decir eso. – comenzó a vestirse. – fue un accidente.

– Si tantas ganas le tienes entonces mejor le pides un rato a solas. – bufó.

– No seas así.

– ¿Qué? ¿está mal que no quiera más?

– No

– Bueno, vístete o mastúrbate. Tú eliges. – se terminó de vestir.

– Me voy a vestir... 

– Ya – se alejó.

– Timbi no te enojes.

– ¿Te gustaría que dijera "Uff⁓, ¿Cómo lo hará Sparta? mgh⁓" mientras te estoy dando?

– ... No, perdóname.

– Está bien. Pero no me toques por un rato.

– Eso claramente es un "no está bien".

– ... – se fue sin más.

– Agh⁓ – se vistió rápido.

       

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– ¿Han encontrado a los chicos? – preguntó, justamente, Víctor.

– No, ni ganas de aparecer tienen.

– Oh, yo creo que tienen muchas ganas de que los encontremos, Jon. – dijo Acenix. – no les debe agradar morirse 1 hora de frío antes de que alguno haga fuego.

Rieron un poco.

– Espérate, que huele a otaku. – Trolli había visto la camisa que cubría la espalda de Raptor detrás de un arbusto a lo lejos y supo de inmediato que andaban por ahí. 

– Nah, ¿de verdad? – le preguntó su novio. 

– Sí sí, mira, ¿no lo hueles? si eres un perro.

– ... – se tomó un momento. – no, solo huele a defeca de hipopótamo... ¿o a eso te referías con "huele a otaku"?

El azabache rio.

– No, en verdad, mira que lo invoco. – se aclaró la garganta. – ¡¡RAPTOR!!

– ¡EU! – respondió a lo lejos. – vengan chicos que ahí está Trolli con los demás. – tomó a Sparta de la mano.

– Iré a buscar a... olvídalo, ahí vienen. – Clarissa visualizó al Riumba. Le extrañó que vinieran algo separados pero prefirió no comentar nada. 

Se juntaron al fin.

– Dios, ¿y no tienen hipotermia? – preguntó Mayo con una suave carcajada.

– No, gracias a mí. – bufó Sparta. – Raptor ni con un pedernal enciende algo.

– Oh no, claro que prendo algo. – se acercó y lo abrazó por la cintura para, sin que alguien oyera, susurrara: – te prendo a diario, bebé.

– Hola señor Mikecrack. – Aga se acercó emocionado.

– Oh, hola Aga.

– Le extrañé, señor Mikecrack. – botó la cámara y le dio un abrazo.

– Botó la cámara... – un impactado Trollino vio la escena. – mierda, jeje⁓ – la levantó. – ojalá Flex no haya visto nada.

         

En el estudio

    
– De nuevo alguien botó una cámara... es que... es que es una de las mejores cámaras... – se sentó en una silla acolchonada que tenía. – es la segunda que se cae...

– F-Flex, cálmate. – tranquilizó un castaño.

– ¡¡LOS VOY A MATAR A TODOS!!

– Pero espera... – casi bota su cámara al querer ir rápido. – ups... ¿no viste eso verdad?

– ... – estaba en blanco. – ¡AAAAAAAAAAAAA!