~Jean: Uhm -se escuchó como hojeaba un cuaderno- Tengo tiempo el jueves. Quieres el jueves?
~Darian: Sí. Estaría bien el jueves. El martes salgo del colegio
~Jean: Oh, cierto
~Darian: Bueno profe, tengo que irme.
Sonreí mientras jugueteaba con mis tacones.
~Jean: Espera alumna, dónde estás?
~Darian: Creí que las reglas eran importantes para ti
~Jean: Solo por cuestiones de trabajo. Solo quiero saber qué haces.. Estoy realmente aburrido, corazón -bostezó-
~Darian: Estoy en un baile -admití-
~Jean: Umm.. Cómo estás vestida? -Preguntó interesado-
~Darian: Vestido rojo, realmente ajustado a mis muslos y a mi trasero. El abdomen que tanto te gusta se veía perfecto en el espejo, al igual que mi "busto de modelo".
Reí. Él también rió.
~Jean: Me encantaría ver como tus ojos verdes combinan con ese vestido.. y tu trasero..
~Darian: Jean! -grité sorprendida-
~Jean: Qué preciosa?
~Darian: Eres todo un pervertido -gruñí-
~Jean: Me encantaría que esta clase fuera gratis para poder enseñarte el arte del sexo por teléfono.
Su voz sonó tan gruesa que me hizo estremecer.
~Darian: Estoy sintiendo algo extraño en mi entrada -admití asustada-
~Jean: Eso está bien
~Darian: No lo creo.
Dije preocupada con la sensación nueva.
~Jean: Créeme que lo es. Estás excitada.
Abrí los ojos como platos. Lamí mis labios y me llevé mi mano a mi cintura.
~Darian: De verdad tengo que irme. Nos vemos el jueves, profe -dije provocativa-
~Jean: Ponte algo lindo, sí?
~Darian: Lo que diga profe.
Colgué y regresé a la fiesta.
Dios mío.. Qué me había pasado?.
Después de la fiesta, mis papás y yo regresamos a casa. Corrí a mi cuarto y entré a mi baño. Por primera vez en toda la noche admiré el trabajo de Sophia y de Leah. Estaba realmente encantadora.
Abrí la cámara de mi celular y me tomé una foto frente al espejo y otra con la cámara frontal.
Mis ojos estaban delineados con negro y sombreados con café y blanco. Mis labios remarcados por un tono rojo carmesí y mis cejas perfectamente delineadas. Mi peinado era alucinante.
Sophia me había decolorado las mechas y le daba un aspecto asombroso a la trenza. Me pregunto cuánto durará mi cabello así.
Tomé una toallita húmeda y empecé a arruinar el trabajo impresionante. Lo extrañaría por siempre, pero ya me había tomado una foto para recordar lo hermosa que me veía esa noche. Cuando al fin estuve totalmente desmaquillada, me puse una playera de los Yankees de mi padre y unos bóxer para dormir. Cepillé mi cabello y lo recogí. Lavé mis dientes y me acosté en la cama.
Tomé mi celular y le mandé la foto a mi profesor. Sonreí.
"Dios Darian! Te ves realmente bien. Buen trabajo. Espero que las víctimas lo hayan disfrutado".
Contestó. Reí y dormí.
Ese profesor..
**
El martes, después de tres días de baile de navidad, salí por fin de la escuela por las vacaciones de navidad, un mes de pura felicidad en casa.
No había hablado con Jean nisiquiera por mensajes.
Supuse que estaba ocupado o algo así.
Entré a la última clase del día: literatura.
Amaba esta clase y más por el sexy profesor que tenía. Ojos claros, y un cabello hermoso pero siempre bien despeinado, con un aroma delicioso y con un muy buen físico.
Siempre salía bien en los exámenes ya que de verdad me gustaba que el profesor dijera que era su mejor alumna.
~Orson: Chicos, chicos! Tranquilos, sé que están a 40 minutos de al fin librarse de las tareas por un mes, pero por favor, no nos comportemos cómo monos, bien?.
Tomó un libro de la banca de Brisa, la estúpida golfa que siempre coqueteaba con él.
~Orson: Por favor, abran su libro en el último capítulo. Al final de la clase tengo que tener 27 reseñas en mi escritorio -exclamó-.
Todos hicieron sonidos de fastidio a excepción de mí.. Ya había adelantado mi reseña.
Mi celular vibró dentro de mi bolsillo del pantalón.
Lo saqué y leí el mensaje nuevo. "Te espero en el baño. Estoy consciente de que no tienes nada que hacer".
Le sonreí a la pantalla. Tomé la reseña y la metí en el libro.
En la esquina anoté mi número. "Por si algún día en vacaciones necesita diversión ;)".
Tomé mis cosas, me levanté de mi asiento y me acerqué al profesor. Me miró mientras caminaba hacia él y sonrió.
~Orson: Bien, no me sorprende, puedes irte -sonrió-
Le correspondí la sonrisa y juguetee con mi cabello.
~Darian: Nos vemos Orson -dije coqueta-
Me di vuelta y salí del salón.
Corrí hasta los baños y vi a Marian texteando en su celular.
~Darian: Con quién hablas?.
Pregunté mientras con mi mano, apartaba un mechón de cabello de mi rostro.
~Marian: Roger
~Darian: Oh.
Cuando al fin terminó de hablar con su queridísimo amigo, fuimos a comer a casa de Alma.
Cuando terminamos, Marian y yo fuimos a mi casa para ver unas películas.
La película fue una asquerosidad, zombis comiendo a gente y el último sobreviviente terminó siendo el típico postre de los fenómenos.
~Darian: Agh cómo pudiste hacerme ver esa porquería? -reclamé-
~Marian: Roger dijo que era buena
~Darian: Pues no lo fue!.
Tomé el recipiente de las palomitas para dejarlo en la cocina.
Empecé a echarle un poco de agua para quitar el rastro de mantequilla. Mi celular empezó a sonar.
~Darian: Hola? -contesté-
~XX: Cómo estás dulzura?.
Jean por fin se había librado de sus múltiples ocupaciones y se dio tiempo para hablar con su alumna primeriza.
~Darian: Oh muy bien, y tú?
~Jean: Un poco aburrido, la verdad -bostezó-
~Darian: Uhm -torcí el gesto- A qué se debe su extraña aburrición, profesor? -musité-
~Jean: Bueno, mi trabajo no es muy condescendiente.. No es mi tipo de trabajo
~Darian: Y por qué trabajas ahí entonces?
~Jean: No puedo decírtelo
~Darian: Oh vamos! no se puede decir que soy tu alumna aún, no te he pagado ninguna clase
~Jean: Pero vas a hacerlo -Escuché cómo gritaron su nombre. Él solo suspiró frustrado- Nos vemos el jueves, chiquita, solo llamaba para pedirte que nos veamos en el hotel DownTown, sí?
~Darian: Oh, claro. A qué hora?
~Jean: A.. las siete te parece bien?
~Darian: Perfecto
~Jean: Bien, hasta el jueves
~Darian: Hasta el jueves.
Subí las escaleras nuevamente.
**
A la media noche, mi amiga tuvo que irse ya que su mamá no quería que se quedara en mi casa, así que me quedé una noche más sola en mi casa. Tenía insomnio así que en lugar de meterme a la cama, me metí en el jacuzzi.
Puse unas velas y un poco de música para acompañar mi delicioso baño. Mientras cantaba alguien decidió llamarme.
Vi la pantalla del celular, sonreí.
~Darian: Profesor..
~Jean: Carajo! Pensé que dormías
~Darian: Y maldice por eso?
~Jean: Solo.. lo lamento
~Darian: No debería, su llamada es demasiado grata ahora mismo.
Dije con voz provocadora. Al parecer lo notó porque hizo lo mismo.
~Jean: Ah sí?
~Darian: Ajá
~Jean: Dime.. por qué es tan grata?
~Darian: Bueno, me gustaría practicar lo que he aprendido, si no es mucha molestia.
Metí mi mano al agua y la saqué haciendo que un chorro saliera y volviera a su lugar de nuevo.
~Jean: Cómo vas a practicarlo?
~Darian: Tenía pensado invitarlo a venir.. Mis padres no están y tengo muchas ganas de aprender algo antes del jueves
~Jean: Qué quieres decir con eso? -preguntó confundido-
~Darian: Dios mío! Quiero que venga a mi casa.. es miércoles, creo que no estaría mal adelantar la clase
~Jean: Bueno, no estaría nada mal -susurró tentador-
~Darian: Entonces, viene?.
Sentí una punzada en mi estómago en el momento que dije eso.
~Jean: Voy en camino, señorita Rojas
~Darian: Amo que diga mi apellido de esa manera, señor León
~Jean: El mío suena mejor saliendo de tus labios.
Colgó.
Rápidamente salí de la tina y me enredé en una toalla. Tomé la crema y la embarré rápido en mi piel.
Puse un poco de perfume cerca de mi cuello y mi pecho y recogí mi cabello.
Me quedé en toalla sentada en una silla de la cocina.
El timbre sonó. Sonreí y corrí a abrir. Me asomé por el visor de la puerta y ahí estaba mi adorado profesor, con su melena perfecta como siempre. Llevaba puesto unos jeans, una playera blanca y una chaqueta. Abrí y posó su mirada a mí.
~Jean: Te ves muy bien -dijo mientras se acercaba a mí-
~Darian: Tú te ves muy bien. Reímos al mismo tiempo. Entró y cerró la puerta detrás de él mientras me seguía hasta mi habitación.
~Darian: Cuál será la clase de hoy?.
Pregunté mientras me sentaba en la orilla de mi cama.
~Jean: Bueno, me fascinaría enseñarte posiciones.
Mordí mi labio.
~Darian: Pues, estoy abierta a lo que me enseñe.
Sonrió malicioso. Se acercó a mí. Tomó mi mentón con sus dedos e hizo que siguiera su mirada.
~Jean: Pero antes, quiero relajarte. No me gusta que estén tensas antes de enseñarles algo.
Sus dedos bajaron por mi cuello hasta la separación de mis senos...
