Capitulo 17

1.3K 34 0
                                    

Hice un pequeño mohín del cual se río y corrí escaleras arriba para empacar mis cosas y avisarle a mi madre. Ya en mi cuarto, tomé el móvil y marqué el número del hospital donde trabaja mi madre.
-Hospital ROJAS.
-Con la Señora Luz por favor.
-La estoy comunicando.
La cancioncita del hospital comenzó a sonar hasta que la dulce voz de mi madre la interrumpió.
Mamá: ¿En qué puedo ayudarte?
Darían: Mamá Laila me invitó a quedarme a dormir a su casa,¿Puedo?
Mamá: Ya le avisaste a tu Padre? - me pregunto de manera amenazante.
Darían:No va a contestarme...
Mamá: Está bien, pero nada de tomar ¿entendido? - Me advirtió.
Darían:Sabes que no tomo mamá. Te amo nos vemos mañana.
Colgué y le marqué a Laila.
¿Lai? - pregunte cuando me contestaron.
¿Si, diga?
-Soy Darían, Oye, Libardo me invitó a quedarme con él esta noche. Le he dicho que sí, pero mi engaño con mi mamá,¿no hay problema?
Laila: No para nada. Karla está en casa conmigo, entre las dos nos jugaremos a tu madre si es necesario.
Darían: ¿Karla esta contigo ? - grité emocionada.

Karla había dejado la ciudad hace mucho, y que estuviera aquí era una gran sorpresa.
El grupo de chiquillas populares lo formábamos Lai, Marian, Karla, Alexia y yo.
Marian, Lai y yo fuimos las únicas que nos quedamos en la escuela.
Laila: Sí! me has dejado sorda -se quejó-
Darian: Lo siento
Laila: Bueno, ve si puedes pasarte por aquí mañana. Te tenemos noticias. Ahora tengo que irme, papá quiere que lo acompañe a la tienda
Darian: Bueno, cuídate. Nos vemos.
Colgó.
Empecé a empacar para regresar con Libi e irnos.
Mi celular comenzó a sonar. Contesté.
Darian: Diga
Jean: Señorita Rojas.
Su voz era única y reconocible aunque estuviera en una fiesta. Esa voz Suave y Dulce era perfecta, hacía que mis piernas se doblegaran y mi estómago retumbara.. Oh Dios mío.
Darian: Profesor -musité-
Jean: Cómo estás?
Darian: Bien, muchas gracias. Usted?
Jean: No puedo quejarme -aclaró su garganta y siguió hablando- Darian seguirás con las clases? -Preguntó-.
Noté un poco de intriga en su voz, pero la verdad era que no sabía si ahora que podía tener una relación, podría mantener sexo con Jean.
Darian: Tengo una idea.. Podemos vernos mañana? A las 5 te veo en el parque que está a una hora de mi casa. Te veo en las bancas.
Colgué y corrí escaleras abajo para encontrarme con el apuesto de mi maestro admirando una fotografía mía en el baile de Navidad.
Darian: Listo -anuncié-.
Libi se dio vuelta para verme y regalarme una enorme sonrisa.
Libi: Te ves preciosa en ésa foto
Darian: Bueno, el maquillaje ayudó un poco.
Hice una mueca y recordé que esa vez fue al día siguiente de perder mi virginidad con Jean.
Libi: Puedo quedármela?.
Preguntó cómo niño pequeño. Solté una risita.
Darian: Sí, como quieras.
Tomó la foto y agarró mi mochila. Se la colgó en el hombro y me tomó de la mano mientras yo abrazaba su brazo y caminábamos hasta la puerta.
Cuando salimos de mi casa, Libi manejó fuera de los suburbios hasta la ciudad.
Llegamos al edificio donde vivía y no tuvo dificultad en besarme, abrazarme y tomarme de la mano mientras estábamos en el ascensor. Éste se detuvo en el piso seis, y Libi ni siquiera paraba un instante para dejarme respirar mientras nos besábamos apasionadamente.
XX: Buenas.. -dijo la voz de un hombre-.
Libi se separó un poco de mí para ver de quién se trataba.
Libi: Oh, hola Jonan. Te presento a Darian, mi novia.
**
Me acurruque junto a Libi toda la película. Cuando ésta terminó fuimos a su cuarto y nos recostamos en la preciosa y enorme cama, frente a frente.
Lo miré un buen rato en silencio, solo admirando su belleza escultural. Su mano derecha se recargó cerca de mis costillas. Nos acercamos más y más. Mi corazón palpitaba a mil por hora y mi sangre bombeaba deseo. Bajó su mano a mi cadera para después bajar a mi nalguita. Subí mis manos a su pecho y lo besé mientras sobaba tiernamente mis sentidos. Se sentía tan bien.
Libi: Tus labios saben realmente deliciosos -susurró al fin aún encima de mi rostro-
Darían: Los tuyos son adictivos. Aunque quiera dejar de besarte, me es imposible, no puedo -admití-
Libi: Eres una traviesa.
"Y ni siquiera has visto lo que hago", pensé.
Me levanté un poco de la cama y encogí mis piernas detrás de mí trasero, recargue mi brazo en el muslo y subí mi mano para recargar mi mentón en ésta.
Darian: Esta es nuestra primera cita? -pregunté ansiosa-
Libi: Pues, sí. No me gusta ir a lugares tremendos en la primera cita. Prefiero que mi chica conozca lo más interno de mí, sabes? No me gusta entregarle mi corazón a cualquier persona.
Sonreí. Libardo enserio me quería.
Darían: Déjame conocerte. Juguemos a las 10 preguntas - le ofrecí

Sex instructor || Jean y Darian|| hot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora