El sonido del timbre me despertó de mis pesadillas una vez más. Me levanté de la cama mientras mi brazo se estiraba para tomar mi sudadera, metí mis pies en los tenis negros y corrí escaleras abajo.
~Darian: Libi -Sonrei-
~Libi: Hola, damita -se acercó y plantó un beso delicado en mis labios. Lo tomé del cuello y lo besé todavía más. Se apartó un poco de mi rostro y acarició mi mejilla- Te traje estas -sacó unas flores que se escondían tras su espalda-
~Darian: Son preciosas! Gracias.
Me di vuelta y lo tomé de la mano para que entrara conmigo a la casa.
Cerró la puerta detrás de nosotros. Dejé las flores en una mesita y me volví para jalar a Libi hacia mí y apretar mis labios contra los suyos. Él siguió con el beso y me apretó contra él demostrándome que seré suya, no importa lo que piensen los demás.
Movió su mano por mi espalda hasta encontrar mi trasero, lo acarició de una manera que me gustó, subió de nuevo su mano y sonrió delicadamente aún sobre mis labios.
~Libi: No te molesta que haga eso? -Preguntó tierno-
~Darian: Para nada.
Regresó a mis labios para morderlos.
Lo abracé por el cuello y él me abrazó por la espalda.
Me tomó un poco de tiempo acostumbrarme a sentir un cuerpo que no fuera el de Jean pero al final terminé queriendo quitarle la ropa a Libi y llevarlo a mi cama.
Cuando menos me lo esperé, detuvo el beso para acurrucarse conmigo en el sofá.
Me acariciaba el cabello mientras yo sobaba su abdomen por encima de la playera.
Subí la mirada para contemplar sus ojos cafes , esos ojos que desde el principio me habían hipnotizado.
~Darian: Eres realmente perfecto -solté-
Era la verdad. Este hombre era pura perfección.
~Libi: Tú eres más que eso -susurró en mi oído. Sonreí y oculté mi pequeño cuerpo junto al suyo- Tienes frío? -preguntó-
~Darian: Un poco
~Libi: Podemos ir a mi apartamento. Es pequeño, pero tiene chimenea. Podemos beber chocolate caliente, acostarnos en la cama y besarnos todo lo que queda del día. Puedes quedarte si quieres -me ofreció-.
Besé su mentón. Bajó su rostro y plantó un beso en mis labios, de esos ricos y cálidos.
~Darian: Bueno, solo déjame ir a hablarle a mi mamá.
Asintió. Me levanté y Libi me dio una nalgada
