Capitulo 13

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Jean: Estás realmente bien?.
Dijo mientras se hincaba frente a mí y ponía sus manos sobre mis muslos.
~Darian: Estoy bien.. Solo necesito a Marian.
Me rasqué los ojos y le sonreí amargamente.
Torció la boca y me miró directamente a los ojos.
~Jean: Sé que no estás bien, y creo que esto de las clases te ha puesto peor..
~Darian: No, no pasa nada, lo entenderás todo cuando llegue Marian.. Lo juro.
Me guiñó un ojo y se levantó a abrir la puerta ya que tocaban.
Mi hermana entró como rayo a mi presencia. Me abrazó y me levantó para que me acomodara en su regazo como niña pequeña. Acarició mi cabello, sobó mis brazos y mis manos y golpeteó dulcemente mis rodillas.. Esta niña era como mi madre.
~Marian: Qué pasó pequeña?.
Preguntó mientras acomodaba mi cabello detrás de mí oreja.
~Darian: Matias -susurré-
~Marian: De nuevo?.
Asentí. Jean le ofreció tomar asiento para hablar. Ella aceptó sin soltarme en ningún momento. Se sentó a mi lado y Jean al otro extremo.
~Jean: Necesito que me expliquen quién es Matias y porque ella se pone tan mal..
Marian me miró de reojo pidiéndome permiso con la mirada. Le hice un gesto para que le contara.
~Marian: Matias es un chico, ya sabes.. apuesto, con dinero y deportista. La clase de chico que toda chica querría en su adolescencia.
Mi preciosa Darian empezó a tener interés por él.. al igual que él por ella, digo, quién no con esos ojos tan preciosos -Jean rió bajito y me miró divertido- Matias empezó a cortejarla; la buscaba cuando salía del aula, le daba regalos, le llevaba una rosa todos los días.. todo ese tipo de cosas y Fer no resistió cuando le pidió que fuera su novia.
Fer se vestía realmente bien, se arreglaba y todo eso.
Matias un día le pidió verla en el gimnasio del colegio.. Yo sabía que ella iría, le repetí miles de veces que no era buena idea, pero aun así, ella fue.
Después de la clase de matemáticas corrió desesperada al gimnasio, arreglada y preparada para ver a su apuesto novio.
Matias la convenció de que solo le demostraría que lo quería si tenía sexo con él. Fer no aceptó.. Supongo que con mucho dolor.
Vino conmigo. Se sentía fatal.
Al día siguiente, él publicó en todos lados que era una zorra.
~Marian: Dijo que se había acostado con ella más de 15 veces y que había aceptado hacer un trío con él y otro amigo suyo. Todos se burlaban de ella, los chicos la acorralaban para pedirle sexo grupal.
Después de un tiempo dejó de ser la misma en el exterior, pero siempre la misma en el interior.
La lastimó mucho y creo que al día de hoy todavía lo hace.
~Darian: Ya detente -pedí-.
Una lágrima volvió a escaparse de mis ojos.
Jean tenía los suyos cristalizados.
~Jean: Ese hijo de puta -gruñó entre dientes- tengo una tarea para ti Darían
Al otro día
~Marian: Fer tenemos que irnos! -gritó-
~Darían: Un momento! -grité-
Me miré nuevamente al espejo.
~Marian: Qué estás haciendo?.
Acomode mi cabello a un lado y me acerqué más al espejo.
Tomé una bocanada de aire y tomé mi mochila.
Corrí escaleras abajo y me encontré con Marian y Roger en el coche.
~Marian: Te ves bien -me entusiasmó- Alexia te pellizcaria una nalga.
Reímos y nos metimos en el auto. Me acomodé en los asientos de atrás y saludé a Roger con un beso en la mejilla.
Solté un suspiro y nos dirigimos a la escuela.
"Voy a morir. Voy a morir" me repetí mentalmente mientras Marian bajaba del auto y me abría la puerta para dejarme pasar. Me tomó de la mano.
Roger se bajó del auto y corrió hacia nosotras para abrazar a Marian por la cintura y golpear mi hombro suavemente en muestra de apoyo.
Mis manos y piernas temblaban.
Paso por paso, los conté.
Marian me sonrió. Pegó su boca a mi oído y susurró algo que no pude entender.
Una chica me señaló y se llevó la mano a la boca, sus amigas hicieron lo mismo. Los ignoré y seguí caminando a través del estacionamiento.
Un chico no me quitaba la mirada de encima. Reí.
Llegamos a la entrada.
Roger: Bueno chicas, desde aquí están solas -Dijo mientras le daba un beso a Marian en los labios y luego se acercó a mí- Hazlos trizas, guapa -me guiñó un ojo-
Le sonreí y tomé la mano de mi amiga nuevamente.
Se despidió una última vez de Roger y apretó mi mano antes de entrar.
Abrió las puertas y me dejó entrar primero. Bajé mi mirada cuando sentí que todos me veían.
"Nada de subestimarte".. recordé las palabras de Jean la noche anterior. Subí la mirada y seguí caminando.

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