All in; charlos. AU

XXI

Tenía mucho temor de no poder salvarlos, sentía impotencia. Al llegar al punto final de desesperación rompió el vidrio del asiento trasero de un golpe con su puño, abrió la puerta por dentro aún con dificultad y cargó a Lewis jalándolo por debajo de sus axilas fuera del automóvil a una distancia algo lejos del vehículo para prevenir. La sangre recorría su brazo y muñeca mientras caían gotas al suelo. Pero ese inmenso dolor no le impidió seguir adelante. Entró al automóvil a cómo pudo por la parte trasera abriendo la puerta del conductor y del copiloto. Después salió para primero sacar a Logan arrastrándolo también. El humo comenzaba a meterse a sus pulmones así que cada vez se sentía más débil, terminaría ahogándose si no se apresuraba. Además de que temía que no estuvieran tan lejos para antes de que el automóvil explotara. Rodeó el automóvil para después sacar al menor a cómo pudo de allí, justo a tiempo porque para cuando lo sostuvo en sus temblorosos brazos fueron lanzados a una tremenda velocidad por el impacto de la explosión. Pero Carlos abrazó el cuerpo del más alto con todas sus fuerzas para que el otro no fuera a ser más lastimado, recibiendo todo el impacto al caer lejos de allí.

Suspiró en cuanto se encontró sobre el suelo al fin con el cuerpo del monegasco sobre si, la sangre en su cabeza se había secado y antes de cerrar los ojos sintiéndose aliviado pudo notar como Oscar se acercaba.

...

—Checo.

—Dime -preguntó Checo mientras continuaba su lectura, y tomaba de su taza de café.

—Tenemos que irnos, se de un lugar donde existe la libertad -comentó el menor.

Checo volteó a verlo de inmediato, mal pensando el comentario del menor. Se levantó de su asiento detrás del escritorio y lo tomó por los hombros. —Se que es difícil vivir en un mundo como este, pero por favor resiste un poco más, aunque no tengas a nadie más, necesitas saber que no es cierto eso, me tienes a mi y ese hecho nunca cambiará -lo tomó suavemente por las mejillas apretándolas.

El menor sonrió sintiéndose feliz al escuchar esas palabras. Para luego volver a la realidad y fruncir el ceño. Le golpeó levemente la cabeza, este se quejó soltándolo para sobarse la parte golpeada. —Auch, ¿eso por qué fue? -preguntó el más bajo.

—¡No estaba pensando en eso!

Checo se rió suavemente, para luego rodearlo con sus brazos y unir sus frentes, para después terminar abrazándolo. —Perdona, pensé que te referías a eso.

Max negó dejándose acariciar por la mano del mayor en su espalda. —Ven conmigo por favor, podremos ser libres y escapar de este horrible lugar -le contó.

Checo no sabía que decir, ¿debería hacerlo? Pero, ¿que pasaría con Charles cuando volviera y no lo encontrara más allí? No podía dejar a su mejor amigo de lado solo para cumplir ese deseo imposible.

—Estás herido, no podemos ir a ningún lado, no hasta que tu condición mejore. -respondió alejándose del más alto.

Max hizo un puchero, pero tenía razón. No llegarían lejos si el estaba lastimado, así que tendría que hacer caso en esa ocasión y no irse por el momento. Pero temía que alguien supiera de su paradero y que el mayor tuviera que cargar con las consecuencias por su culpa.

—Mañana -pidió el menor.

Checo no respondió, tenía que pensarlo, debía hacerlo. Pero la mirada del menor lo hizo asentir sin pensarlo. Max volvió a abrazarlo, al separarse le dio un corto beso sobre su mejilla. Se separó al instante por la vergüenza y salió corriendo a tumbarse en la cama para esconder su cabeza debajo de una almohada. Mientras el mayor se quedó parado allí en su mismo lugar tocando donde el menor lo había besado, sintiéndose sobre las nubes.