VII

380 30 2
                                    

—¿Por qué llegaste tarde? -preguntó Checo cuando el menor se sentó junto a él suspirando y recostando su cabeza contra el pupitre.

—Larga historia -mencionó. En realidad no sabía si debía o no contarle acerca de lo que le ocurrió la noche anterior, pero sentía que si no empezaba a confiar en él lo perdería, y eso le daba miedo porque era su único amigo, que estuvo con él en los momentos que más lo necesitó aunque nunca lo mencionó. Alzó la mirada encontrándose con la confundida mirada del mexicano.
—Cuando termine la clase te cuento -dijo y después cerró los ojos. Por alguna razón no había descansado bien la noche anterior, se sentía agotado y con mucho sueño.

El mayor asintió sin más regresando su atención a la aburrida clase que estaba dando el profesor de historia Americana. ¿Para que importaba aprender la historia de Estados Unidos? No es como si quisiera irse allí a vivir, ya estaba conforme estando en esa extraña civilización. No necesitaba cambiar su estilo de vida, pero de verdad algo que si extrañaba demasiado era la libertad y la felicidad que consiguió estando en Mexico, de verdad que necesitaba volver allá, fue tan distinto y emocionante estar allá. Aunque los sentimientos y emociones también estuvieran prohibidos allá como en todo el resto del mundo, la única diferencia que hubo era que allá había un grupo de personas de la sociedad que habían decidido hacer huelga y quedar como aparte, sin que la sociedad les tomara importancia. Extrañaba a sus amigos de allá, pero a quien mas extrañaba era a Max Verstappen, solo esperaba que se encontrara bien y saludable.

...

—Carlos tenemos que hablar -mencionó el mayor mientras este otro se servía en una bandeja lo que hoy almorzaría.

El menor lo volteó a ver confundido después de terminar de servirse su comida. —¿Sobre que? -preguntó caminando junto a él para irse a sentar a una mesa de la cafetería.

—No podemos hablar de eso aquí, estamos en público -le recordó.

Este asintió sin más. —Hablemos cuando las clases terminen -levantó un pulgar hacia arriba. Eso le causó algo de gracia al mayor. Simplemente continuaron comiendo, antes de que su tiempo de receso finalizara demasiado rápido como normalmente.


Las clases terminaron después de un largo tiempo de espera, les pareció una eternidad como siempre cuando querían que terminara lo más rápido posible. Caminaban uno junto al otro por los pasillos del primer piso dirigiéndose hacia sus casilleros en la entrada para poder tomar sus pertenencias que necesitarían e irse.

—¿Crees que Oscar se sienta mejor? -preguntó curiosamente el menor mientras se colgaba la mochila en sus hombros.

Se alzó de hombros y después cerró su casillero. —Supongo que debe sentirse mucho mejor -se detuvo un momento. —en comparación de ayer.

Carlos asintió. Salieron de las instalaciones de la escuela a paso medio rápido ya que estaban ansiosos por regresar, porque les preocupaba el menor.

Mientras caminaban hacia la parada de autobuses el móvil del menor comenzó a vibrar en el bolsillo trasero de su pantalón. Lo tomó al instante sentándose para esperar al autobús. Lewis lo miraba con atención tratando de adivinar sobre quien se trataba esta vez.

-¿Carlos Sainz?

Dudó por unos minutos mirando con extrañeza al mayor frente a él que trataba de preguntarle con su mirada sobre quién era que hablaba.

-Si, habla el mismo.

-Soy Thomson, del departamento sobre infiltrados del gobierno.

Eso bastó para que Carlos se tensará. Mierda, sus planes no podían ser arruinados en ese momento. Cuando había esperado tanto y luchado con esfuerzo por llegar hasta donde se encontraba solo pensando en su única meta y propósito, poder volver a ver a Charles Leclerc. El jodido gobierno no vendría a arruinarlo. No lo pensó dos veces y colgó de golpe. Quedándose en shock por la acción y grave error que acababa de cometer.

Lewis lo tomó por los hombros agitándolo con suavidad. Estaba preocupado claramente. —Hey Carlos, ¿qué ocurre? -se sentía nervioso en ese momento.

Carlos negó varias veces, estaba sintiendo un intenso miedo. El autobús llegó frente a ellos. El menor se levantó de golpe de allí, tomó la mano del coreano y lo arrastró sin más hacia dentro del vehículo. —No tenemos tiempo que perder Lew -fue lo único que pudo mencionar cuando se sentó en los últimos asientos de atrás. Hamilton se sentó junto a él, aún fijando su vista en el menor, que seguía sin soltar su mano. Suspiró algo deprimido. Sostener la mano suave y pálida del menor le encantaba, el tacto era tan cálido y extremadamente agradable. Pero rápidamente la soltó. No debía de hacer nada de eso, no más. Sino seguiría lastimándose cada día más a él mismo.

Pero no bastó más de unos minutos para que el menor volviera a tomarla con fuerza, entrelazando sus dedos. Ahora sintió la mano algo húmeda, fría y notó el temblor constante.
—¿Estás bien? -lo tomó por las mejillas para que este lo mirara. En ese mismo instante cuando sus miradas se cruzaron el mayor pudo notar el miedo en la mirada del español. Algo realmente estaba pasando, y comenzó a sentirse preocupado. Soltó las mejillas del menor, incorporándose cuando sintió la mirada de varias personas dentro del autobús. Volvió a tomar la mano del menor y con su otra mano la acarició con suavidad. Quería sonreírle, para mostrarle que no pasaría nada malo, o eso era lo que él creía y quería que fuera. Pero simplemente era imposible hacerlo en ese momento, así que se tuvo que conformar con sostener su mano suavemente mientras llegaban.

...

—¿¡Que!? -se exaltó el mayor levantándose de golpe de su cama.

—Así como lo dije -respondió asintiéndole.

El mayor lo veía con asombro, y aún con mucha confusión.

Mientras que Charles solo esperaba una reacción buena, agradable. Porque no quería tener problemas con al que consideraba su único amigo, mejor amigo más bien.

Aclaró su garganta, y por fin decidió confesarse. —Tengo sentimientos y emociones -soltó de golpe.

Logrando que el mayor abriera los ojos de par en par. Estaba más que estupefacto, todo lo que le había mencionado en ese corto tiempo le tenía volando la mente, no sabía qué decir o pensar.

—Quiero decir, los tuve en algún momento -se rascó la nuca nerviosamente mirando hacia otro lado cuando Checo le sostuvo la mirada.

—Bien, empezaré por partes -respiró hondo y terminó por volverse a sentar en la orilla de su cama. Mientras el otro chico estaba sentado frente a él en la silla de la habitación del mayor. —Primero que nada quiero decirte que estuvo muy bien de tu parte haber ayudado a ese chico, fuiste valiente al hacerlo Charles -se detuvo unos segundos para mirar hacia el techo, lo hizo nada más por que si, sin sentido pero ya no podía seguir sosteniendo la mirada de Charles, era tan profunda que lo hacía confundirse. —Si te soy sincero no soy lo suficientemente bueno ni valiente como tu, no habría tenido esas agallas de hacer algo así -suspiró cabizbajo. Sintiendo la mirada de Charles fijamente en su cabeza. —Y me sorprende saber eso nuevo sobre ti, pero no me molesta Charles, al contrario, se lo que se siente -le sonrió mostrando su hermosa sonrisa deslumbrante.

Charles abrió los ojos de par en par con sorpresa, eso fue lo menos que se esperaba de Checo. Jamás se le pasó por la cabeza que el mayor fuera como el. Eso quería decir que el mayor había sido muy bueno para ocultarlo, en comparación con el que no tuvo que hacer ni el mínimo esfuerzo ya que simplemente esa parte de él se había ido sin dejar rastro. Pero debió suponerlo, ya que cuando conoció al mayor se sintió en confianza rápidamente, algo en él lo hizo sentirse cómodo rápidamente.

Checo se levantó de la cama, se acercó hacia él y después lo jaló de su lugar para hacerlo levantar y cuando estuvo frente a él. Lo envolvió en un fuerte abrazo, algo que Charles no pensó volver a recibir nunca más, después de que perdió a su madre. Sintió un nudo enorme en su garganta mientras el mayor acariciaba su espalda con suavidad, y sin poder contenerse terminó "llorando" porque sus lágrimas nunca aparecieron, fue como si se hubieran esfumado. Eso fue preocupante para los dos chicos después de notarlo.

All in; charlos. AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora