All in; charlos. AU

XXIII

—¿Por que estás despierto? -preguntó Carlos al despertar justo a media noche y notar que Charles estaba sentado a su lado, recostando su espalda en el respaldo de la cama.

Charles se alzó de hombros.
—En realidad no lo sé, pero no dejo de pensar en una cosa. -admitió.

—¿Que te inquieta? -le preguntó el mayor quedándosele viendo fijamente.

Charles fijó su mirada en la del contrario. —¿Dejaremos a todo ese mundo allí sufriendo aunque no lo sepan, mientras sólo nosotros estemos aquí?

—¿Es por tu padre? -preguntó curiosamente.

Este asintió. —Aunque no haya sido el mejor padre del mundo, al menos estuvo junto a mi en momentos difíciles y nunca me dio la espalda.

Carlos asintió. —Te entiendo, también amé a mi familia y tendrá que pasar mucho tiempo para poder seguir completamente al cien sin ellos Charlie, pero no podemos volver, todo lo que logramos habría sido en vano.

—Gracias por escucharme -le sonrió levemente.

El mayor también le devolvió una tierna sonrisa, acercó su mano hasta la mejilla del contrario para acariciarla con suavidad. —Gracias por permanecer junto a mi.

Charles asintió, rodeó al mayor por los hombros atrayéndolo hacia sí mismo para envolverlos en un cálido abrazo, acostados uno junto al otro, pudieron conciliar el sueño después de una gran plática entre ellos.

...

—¡No por favor! ¡No me dejes Maxi! -espetó el mexicano incorporándose de golpe sobre la cama, con la respiración agitada y la mano justo encima del lado de su corazón.

Lewis se despertó por el fuerte grito de este, tocó la espalda del contrario, pero este le empujó la mano para alejarlo. Todavía seguía en shock por su sueño. Más bien pesadilla. Despertar y saber que Max Verstappen ya no existe más le era más que doloroso.

A Lewis no le importó el rechazo que acababa de recibir por parte del chico mexicano, y sin pensarlo dos veces lo atrajo hacia sí para abrazarlo con fuerza, Checo trataba de separarse, no le gustaba que invadieran su espacio personal. Pero en ese momento no tenía fuerzas suficientes para apartarse, dejó de luchar, se rindió para simplemente reposar su cabeza sobre el hombro del británico.

Este antes mencionado comenzó a acariciar su cabeza con suavidad, lo hacía para tratar de tranquilizarlo, no era para nada bueno que hubiera despertado así de sudado y con la respiración demasiado agitada.

Cuando notó la respiración del menor tranquilizarse decidió hablar.
—No te quedes con rencor en el corazón Sergio, aunque sea difícil y yo no entienda lo que estás sintiendo en este momento solo quiero que sepas que es mejor tratar de olvidar lo que ocurrió en algún momento del pasado.

Checo negó. Aferrándose a los hombros del contrario, escondiendo su cabeza en el pecho del mayor.

—Y si no puedes olvidar, yo prometo ayudarte a superar, pero sigue luchando por ti, por convertirte en la mejor versión de ti mismo, se que seguro lo lograrás en algún punto.

Checo suspiró. Esas palabras eran de ayuda en ese momento para su estado de ánimo, ¿acaso ese tipo fue un psicólogo en su vida pasada o que mierda?

Al separarse Lewis volvió a acostarse para seguir durmiendo. Checo hizo lo mismo, pero sentía frío por alguna razón, su cuerpo se encontraba temblando, Lewis notó eso y sin siquiera avisarle se acercó demasiado a él, para abrazarlo por detrás, quedando completamente juntos, dejó su cabeza sobre el hombro del contrario, era una posición demasiado comprometedora, pero era cálido. Lo que más necesitaban en ese momento los dos.