Lewis miraba cómo Carlos caminaba a unos cuantos pasos delante de él con la mirada gacha mientras arrastraba sus pies. Ver al menor de esa forma de verdad que lo hacía sentir mal, estaba al tanto del porque este se encontraba así. No quería acercarse a él y decirle las mismas palabras que alguien te diría cuando notara que estás en un estado de esa clase. Quería hayar la manera de hacerlo sentirse bien, y de que al menos olvidara por unos minutos como se estaba sintiendo. Suspiró y caminó a paso rápido hasta llegar a su lado y tomar su mano con suavidad. Carlos alzó su mirada al instante para cruzar mirada con él mayor.
—Hagamos algo divertido hoy -sugiere el británico sonriéndole levemente, y volviendo a cambiar su expresión por una neutra al instante.Carlos no pudo evitar sonreírle de vuelta, la sonrisa de su mayor de verdad lo tranquilizaba muchísimo.
—¿Cómo que cosa? -preguntó con curiosidad.
—Lo iremos pensando mientras llegamos a nuestro edificio -sugirió el mayor.
Carlos asintió repetitivamente. Continuaron su camino en dirección hacia aquel lugar mientras seguían tomados de las manos. Lewis no se cansaba de mirar su mano entrelazada con la del español.
...
Al llegar allí soltaron su agarre para cada uno adentrarse al lugar y empezar a recoger todas sus pertenencias. A cada paso que el menor daba se escuchaba un suspiro, en realidad le estaba costando más de lo que se imagino tomar todo lo suyo y simplemente irse. Había vivido tantas experiencias allí en ese lugar junto a Lewis su mejor amigo que para él era muy complicado despedirse de todo eso. Muchos recuerdos le pasaron por la mente en ese instante cuando pateo por accidente un recuadro que se encontraba en el suelo. Al levantarlo pudo notar como estaba hecho pedazos el vidrio del retrato, no pudo evitar soltar algunas cuantas lagrimas cuando le puso atención a la imagen. Estaba él junto a Lewis abrazados, en realidad Lewis sostenía a Carlos cargándolo por las piernas mientras el se abrazaba de su cuello, y tenían unas enormes sonrisas en sus rostros. Fueron tiempos tan difíciles pero aun así tan inolvidables para los dos, en esa foto tenían solo 14 años de edad.
—no creo poder sonreír para la foto -mencionó el menor mientras pensaba qué pose debería hacer para verse bien en la foto que se tomarían aunque no podría sonreír.
—¿Por qué no? -preguntó Lewis mientras se encontraba poniendo el temporizador de esa vieja cámara que se habían encontrado en su lugar secreto.
—La respuesta es obvia Lewis.
—Tienes razón. -respondió para girarse después de dejar la cámara en posición para la foto recargada en la ventana. —Pero nadie nos verá, anda, será rápido -pidió cerca suyo haciendo un corto puchero. El mayor no hacia nunca eso porque le parecía una estupidez, pero solo lo hacia junto a su mejor amigo cuando quería tratar de convencerlo en hacer algo porque sabia que el menor siempre caía con ese tipo de acciones de parte suya.
El menor asintió repetitivamente. Lewis volvió a tomar la cámara, colocó el temporizador por diez segundos, lo dejó en posición y corrió junto al menor.
—Solo haz una pose cool y sonríe por un momento -pidió acercándose. Carlos asintió rápidamente y sin previo aviso se lanzó a los brazos del mayor para tomarlo por el cuello y abrazarlo con sus piernas por la cintura mientras este lo tomó de inmediato por debajo de sus muslos sorprendido por tan repentino acto.
—Lew mira a la cámara y sonríe.
Lewis hizo lo que el menor le pidió al instante, la mirada y expresión del menor ademas de su acción lo habían dejado embobado. Fue en ese momento que su corazón comenzó a agitarse por primera vez junto a su mejor amigo, pudo pensar en lo que eso significaba. Cuando se escuchó el click de la foto capturada el español se bajó rápidamente del agarre del mayor, y volvió a su expresión neutra. Una de las cosas que mas odiaba Lewis Hamilton de ese mundo, era el hecho de no poder ver a cada momento en cualquier lugar la sonrisa de Carlos, y cuando la veía su estado de animo mejoraba muchísimo.
Carlos se adelantó a tomar la cámara, mientras Lewis se acercó a paso lento detrás de el, para mirar la recién tomada foto. Le pareció perfecta al momento en que la vio, se veían tan reales, tan ellos mismos. La foto demostraba cómo sino hubiera nada malo en ese mundo, como si se tratara de un lugar completamente distinto. La sonrisa de Carlos iluminaba la imagen, mientras que la sonrisa de oreja a oreja de Lewis mientras miraba a Carlos lo era todo.
—¿Puedo quedarme con la foto? -el menor lo sacó de sus pensamientos al instante. El quería conservarla, porque era la primer foto que tenían juntos.
Suspiró y después asintió.
—¡Gracias! -se lanzó a sus brazos para abrazarlo suavemente, mientras escondió su rostro en el hombro del mayor.
Lewis en ese momento supo que no necesitaría de nada más para ser feliz, y sentirse bien en ese mundo más que tener al menor junto a él eso era todo lo que pedía. Poder estar junto a el para siempre. Ese fue el recuerdo más hermoso y preciado del mayor.
...
Sin poder evitarlo ya se encontraba llorando a mares en voz baja. Lewis que lo escuchó desde donde estaba se acerco de inmediato, tomándolo por los hombros. —Carlos, ¿qué ocurre? -preguntó con preocupación. El menor seguía cabizbajo, y apretando con fuerza el retrato contra su pecho. No podía formular palabra, por estar llorando de esa forma. —Carlos mírame -le pidió apretando con suavidad los hombros del contrario. Este que hizo caso omiso no podía responderle, por lo agitado que estaba. —¡Por favor! -alzó su voz, logrando llamar la atención del menor que alzó su vista al instante. Lewis tomó sus mejillas con suavidad cuando por fin le prestó atención.
—Todo va a estar bien, ¿de acuerdo?Carlos quiso creerle, pero sabía que en ese mundo nada estaba bien, ni nada podría estarlo jamas. Negó varias veces tratando de volver a mirar al suelo.
—Mientras estemos juntos todo estará bien, te lo prometo -le sonrió con sinceridad.
El menor inhaló y luego exhaló. —No, nada esta bien ni nada lo estará, odio este mundo, ¿sabes qué es lo que más odio? -se detuvo por un instante para pensar si lo que estaba por decir era buena idea decirlo o no. Pero en ese momento sus impulsos estaban ganando más que nada.
—¡Estar vi- no pudo terminar lo que estuvo por decir porque lo que menos pensó qué sucedería acababa de pasar. Abrió los ojos de par en par notando el rostro completamente cerca del mayor, mientras los cálidos y suaves labios del mayor estaban unidos a los suyos. Por alguna razón eso lo tranquilizó, así que no pensó en separarse en ese momento de el, sino qué pasó sus brazos alrededor del cuello del mayor mientras cerraba sus ojos y mientras que este lo tomó por la cintura para atraerlo a su cuerpo por completo, mientras sus labios se movían al compás llenándose de varias emociones al mismo tiempo.
Besar era una sensación extraordinaria.
Sin pensarlo dos veces ni notar en qué momento pasó, ya se encontraba abrazando al mayor con sus piernas por la cintura y sosteniéndose de su cuello. El mayor caminó hasta el sillón y recostó el cuerpo del menor con suavidad sin despegarse ni un momento. Se inclinó sobre su cuerpo, sosteniendo su peso con sus manos alrededor de la cabeza del español. Verlo debajo suyo, y tan susceptible lo hizo recuperar la cordura que le quedaba, lo que estaba haciendo estaba mal y estaba mas que seguro sobre eso. Pensó en alejarse, pero pensó también en que quizás sería la ultima vez que podría tener a Carlos de esa forma para él. Volvió a besarlo pero ahora de una forma mas alocada y exigente hasta que el menor lo alejó empujándolo con sus manos en su pecho.
Carlos recobró el sentido cuando vio al mayor encima suyo, y viendo una ilusión de los pocos detalles que recordaba de Charles Leclerc en el rostro de su mejor amigo. En ese instante se sintió como una mierda de persona, ¿de verdad estaba ilusionando a su mejor amigo de esa forma? Después de que él mismo le confesó que estaba perdidamente enamorado de una persona que conoció hace años y solo lo vio una sola vez, que mal amigo era. Lewis se levanto rápidamente de encima del menor, este se incorporó recostando su espalda contra el respaldo, y hundiendo su cabeza en sus rodillas después de pegarlas hasta su pecho.
—Perdón Lewis -sollozó.
—Perdóname tu a mi, no debí aprovecharme de ti en ese estado -asintió rápidamente sin saber que más hacer. En ese instante quería abrazar al menor para poder reconfortarlo, pero sabía que en ese momento no era la mejor opción. Se alejó rápidamente de allí, y salió por la puerta dejándolo completamente solo. Carlos se maldijo mentalmente, y siguió llorando.
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All in; charlos. AU
FanfictionEn un mundo paralelo donde la sociedad te discrimina, te insulta y te lastima cada tanto, donde esta prohibido tener sentimientos y donde las personas más débiles tienen que sufrir las peores consecuencias. ¿Puede existir una forma de cambiar eso...