All in; charlos. AU

XIII

La alarma del viejo móvil que el gobierno le había dado comenzó a sonar fuertemente despertándolo de golpe sin saber qué ocurría, la luz que entraba por la ventana lo cegó al abrir los ojos mientras trataba de encontrar ese aparato incompetente. Al encontrarlo por fin presionó el botón para posponer la alarma y volvió a recostar su espalda a la incómoda cama individual mientras miraba al techo.

Minutos después de estar allí mismo en esa posición la alarma volvió a despertarlo de golpe ya que no la había quitado sino que simplemente la había pospuesto. Se levantó a regañadientes cuando la alarma se detuvo por sí sola y empezó a escucharse el tono de llamada.

—¿Quien mierda habla a esta hora? -preguntó de golpe sin notar que ya había respondido por accidente con tan solo tomar ese pequeño aparato en su mano.

—Buenos días a ti también Charles Leclerc. -reconoció la voz al instante, el molesto tipo trabajador del gobierno. —Espero que ya estés aseado y bien vestido para tu primer día estudiando en la zona B.

"Como si pudiera estar emocionado por esa mierda" -pensó para sus adentros. —Si, como sea.

—Aunque no lo creas te estaremos vigilando de cerca, así que ten cuidado con cualquiera de tus pasos.

Charles hizo caso omiso al comentario y simplemente colgó la llamada, no estaba de humor para escuchar a ese tipo molesto.

Se duchó rápidamente y después se vistió con lo más parecido a un uniforme, ya que aún no le entregaban su nuevo uniforme. Un jean negro, una camisa blanca sin más junto a unos zapatos negros. Decidió colocarse sus lentes también, se sentía en el modo de llevarlos, además de que los necesitaba por si acaso le tocaba estar en un asiento muy lejos del pizarrón.

Al terminar de arreglarse para irse hacia la escuela, guardó en su mochila unos cuantos snacks para sobrevivir a ese día que apostaba que sería pesado, y más por el hecho de que sería el nuevo alumno y todos lo verían con atención por verse "distinto".

Salió de su departamento con dificultad por todas las cajas llenas de basura seguramente por todo el pasillo frente a su habitación, frunció el ceño al ver todo ese desorden, si algo que verdaderamente lo molestaba era el desorden.

—El nuevo vecino sale al fin -con tan solo escuchar esa voz detrás suya se sobresaltó. Sintió como el contrario se acercaba a su lado. —Ayer no nos presentamos como deberíamos -lo miró fijamente. Charles sintió miedo en ese momento, esa persona se veía muy extraña.

—Debo irme a clase ya o llegaré tarde -mintió para después alejarse corriendo. Antes de poder hacerlo este lo tomó del brazo. Charles vio la mano del tipo apretando su brazo y después volteó su vista hacia ese tipo, su mirada fría lo fulminó. Tragó saliva sin saber muy bien qué ocurriría después.

...

—¡Encuéntrenlo ya mismo y tráiganlo de vuelta! -espetó el jefe de esa estación.

Todos asintieron para después salir corriendo de allí.

Mientras que el fugitivo trataba de correr lo más rápido posible después de lograr haber escapado de ese horrible lugar donde solo experimentaban de una forma tan dolorosa con el que preferiría morir a estar allí, y de hecho quizás se le cumpliría por el hecho de haber recibido una bala de esa arma de el costado derecho de su abdomen bajo. Muy apenas podía mantenerse en pie, pero para el lugar hasta donde había llegado escapar se sentía bien, al menos había logrado escapar de allí y lo que lo motivaba a su vez era pensar en que podría buscar a él rubio y volver a verlo una última vez antes de morir, sería la mejor oportunidad que lo podría ocurrir antes de su muerte segura. Quizás y no duraría mucho, pero su objetivo era poder verlo al menos una última vez, de verdad que lo extrañaba demasiado.