ESCLAVITUD - Capítulo Cinco

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El Señor Lawrence sólo miraba la carta con preocupación, pero Zack no terminaba de asimilar que estaba pasando pues nunca había escuchado esos nombres, ¿Alan y Braulio?

—No aceptaremos su invitación, ¿Verdad? –El chico se acercó a su padre para quitarle la hoja de papel y ponerla a un lado– ¿Por qué quieren la mansión?

—Bueno hijo, verás. Hace casi ya 100 años tu bisabuelo Alan llegó a Altenetl a la edad de 20 años para trabajar aquí en la mansión cuando pertenecía a los «Cortés», él siendo una persona noble y sin intensión alguna de dañar a la familia pues se supo ganar el cariño de sus jefes, Marco era el señor de la casa y Carmen su esposa, ellos no pudieron tener hijos más que sólo uno pero era todo lo contrario a tu bisabuelo, pues el hijo quería heredar todo cuánto antes para poder deshacerse de la casa y de su apellido. Pero no fue así, ya que Marco se enteró que su hijo estaba en malos pasos pues en su grupo de amigos siempre estaban buscando problemas y conseguir el miedo de los demás.
«Pasaba el tiempo y los Cortés envejecieron, enfermaron e inevitablemente murieron por fin se habían cumplido los deseos de su hijo pero tal fue su sorpresa cuando el día de la lectura del testamento su nombre no apareció por ningún lado, en su lugar apareció el de Alan Stiller, un hombre de 40 años quién ya tenía una familia formada por su esposa Diana y su hijo James. En el momento que se reveló eso el hijo de los fallecidos Cortés juró venganza frente a todos los presentes, desapareció por un buen rato pero los problemas no pararon ahí, pues Leonardo Bocanegra se acercó a mi abuelo y a mi padre justo cuando yo nací, mi padre James ya tenía 30 años y yo acababa de nacer fue entonces que aprovecho el señor Leonardo para "apadrinarme", mi padre acepto porque creía que eran buenos amigos hasta que ocurrió la desgracia, el día recién comenzaba, mis abuelos salieron ese día al centro comercial que acababan de inaugurar, Braulio el hijo del señor Leonardo había enviado una invitación para que toda la familia fuera a desayunar a ese lugar.
Recuerdo que tenía que recoger mi licencia de conducir, por culpa de eso mis padres se retrasaron a la invitación pero mis abuelos sí llegaron desafortunadamente. Pasaron solamente un par de horas cuando el caos inundó al pueblo que comenzaba a cambiar, ambulancias y patrullas iban de un lado a otro por todas las calles pues el recién inaugurado centro comercial había estallado a causa de una fuga de gas.
Mis abuelos murieron ahí, después de unos días el señor Leonardo hablaba de que mi abuelo Alan le había ofrecido la mansión pero que nunca cerraron el trató, él siguió insistiendo de forma continua hasta que mi padre decidió que lo mejor sería marcharnos de aquí y pues nos fuimos a un lugar donde los Bocanegra no nos encontrarían. Yo jamás olvidaré ese día ni esta historia porque es la de nuestra familia pero creí que ellos habían desistido de querer la casa.

—Papá, yo desconozco todo sobre nosotros y tengo tantas preguntas pero primero debemos llevar a Alfredo a su casa.

Zack salió de la casa por la puerta de madera café que estaba al frente, bajo las escaleras de piedra que habían y caminó por el patio a la cochera donde se subió al carro junto con su amigo, el ambiente se había vuelto un poco incómodo y tensó pues los amigos no se voltearon si quiera a ver, pero no era por algo que hubieran dicho sino que Zack no estaba del todo bien, él había creído toda su vida que quienes murieron en la explosión habían sido sus abuelos y no sus bisabuelos, ya no sabía que creer sobre él y su familia.

Pasaron un par de calles hasta llegar a la casa de Alfredo, era mediana pero linda, tenía un par de ventas a los lados de la puerta principal que era de metal, era de dos pisos aunque el último estaba en construcción.
Frente a la puerta estaba la madre de Alfredo quien se veía desesperada y preocupada mirando a los lados de la calle, estacionaron el carro frente a la casa y después se bajaron.

La expresión de aquella mujer fue de sorpresa pero de enojo a la vez, Alfredo que había quedado detrás de los Stiller mientras que Lawrence guardaba las llaves del carro y le sonreía levemente a la mamá de Alfredo.

DayDream (En Emisión).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora