DayDream (En Emisión).

DESPIERTA PT2. - Capítulo TRECE

Los alumnos estaban rodeando a Zack y Francisco, este último había sido agredido debido al coraje que tenía el otro chico, Zack tenía un broche plateado muy poco común ya que era el emblema de los Bocanegra y por ende su distintivo.

—¿No sabés de quien es? –Zack seguía manteniendo acorralado al chico que no parecía tener expresión alguna– ¿Dónde está el tuyo?

—¿Por que no usas un poco de tus sueños para averiguar eso? –Francisco había abierto la boca para responder con cierto tono burlón– Ah, cierto... Tu guía astral sólo te da las respuestas que él quiere.

—¿Tú que sabes? –Zack había guardado el broche en su bolsillo mientras ahora tomaba del pecho al contrario con ambas manos– Ni siquiera has notado que alguien en tu rara familia también cree en magias.

—Claró que lo sé, mi familia al menos sí recuerda que es la brecha o cómo tú, niño estúpido le llamas –Francisco tomó los brazos de su agresor para acercarlo a el y susurrar una palabra– DayDream...

Zack parecía perder sus fuerzas pues dejo a Francisco irse en paz, no comprendía lo que acababa de escuchar y menos de quien venía esa palabra.

—Es un maldito hijo de...

—Ya basta, no puedes seguir así –Alfredo jaló el brazo de su amigo para detenerlo– Te meterás en más problemas y tienes algo que por lo menos te puede servir.

Zack intentó forcejear con su amigo pero después se tranquilizo, los demás alumnos se dispersaron en la aula a excepción de una chica de cabello castaño y ondulado, ella se acercó al par de amigos que iban a sus asientos.

—El broche sí es de Francisco pero no tuvo nada que ver con el atraco a tu casa –La chica tomó asiento frente a Zack mientras que ambos chicos la miraban de forma extraña– Su broche fue robado hace una semana en las duchas de la alberca, él estaba molestó pues parece ser que todos los distintivos tienen algo especial pero precisamente el de él es una especie de llave.

—Oh, sí y esperas que te crea porque eres su enamorada y te preocupa que le destroce la cara.

Zack se estaba comportando cómo un bruto y grosero animal, pero Alfredo escuchaba con atención a la chica.

—Hola Angie, ¿cómo estás? –el chico moreno saludo amablemente mientras miraba a Zack un poco molestó– Disculpa a mi amigo, él está un poco enojado.

—Hola Freddy, estoy bien aunque tu amigo debería estar más preocupado por pagar la pizarra partida pero es tan infantil que sólo busca pelear con alguien.

—Pues... –Zack se disponía a responderle hasta que vio al profesor entrar al aula y mirar la pizarra– Hablaremos de esto más tarde, necesitó saber cómo es que sabes tanto de los vampiros mafiosos.

—¿Seguimos hablando de los Bocanegra, verdad? –Alfredo le preguntó a Zack mientras fingía escribir en un cuaderno– ¿Existen los vampiros en DayDream?

—Tú también tienes que explicarme eso, tengo buenas o malas noticias sobre eso.

El profesor intentó escribir en una mitad de la pizarra pero fue imposible ya que crujía y se creaban más grietas.

—Ok, clase –El profesor comenzó a guardar sus cosas dentro de su mochila– Tomaremos la clase fuera, los veo en el patio.

Todos los alumnos salieron del aula, Francisco y su amigo fueron los primeros en salir, después un par de alumnos más y al final salieron Alfredo, Zack y Angie.

—Perdona por lo de hace rato, estaba molestó y no quería comportarme así pero ese estúpido tiene la culpa.

—Sí, cómo sea –Angie seguía caminando sin darle importancia a las palabras de Zack– Sólo te ayudo porque también quiero que los Bocanegra caigan, me llamo Angélica Castillo. Ya te conozco, estuviste ayer en la casa de los Bocanegra y cenaste con ellos.