DayDream (En Emisión).

REALIDAD - Capitulo Dos

El dolor es una sensación que creemos imposible sea capaz de llegar a nuestros sueños, aunque en DayDream esto no es así.

Zack estaba tirado en el piso con una daga en el costado izquierdo, la herida que le acababan de crear le provocaba un ardor y dolor increíble, no podía creer que al estar dormido pudiera sentir eso.
Abraxas le retiró la daga de oro pero fue muy sorprendente para todos al ver qué lo único que había en las manos de Abraxas era únicamente la empuñadura de la daga, la hoja de oro afilado había desaparecido y la herida de Zack fue curada casi instantáneamente.

—¿Qué acaba de pasar? –interrumpió el silencio una voz femenina que venía de la multitud de personas que los rodeaban.

—No fue nada, Bianca –Abraxas respondió a una mujer que había apartado a dos mujeres que le bloqueaban el paso– Mi chico quería probar su don y le pidió al tuyo que lo apuñalara.

—Sigues perdiendo el tiempo con niños Abraxas –Bianca se acercó a mirar la herida de Zack pero al no tener nada le dio un pequeño golpe en la frente a Abraxas– Además de que él también es muy débil y Tú.

—Sí ya sé –dijo Eleazar mientras recogía su daga– Debo dejar de meterme en problemas por tratar de querer ayudar, pero también es una de las misiones encomendadas por mi guarda.

Zack abrió nuevamente los ojos después de buscar un rastro de sangre en el suelo o en su ropa, pero no había nada alarmante.
Todo lo contrario, de repente sintió más fuerza de la normal junto con un calor ligero dentro de su cuerpo y cuando estuvo de pie deslizó su mano izquierda por su brazo derecho.
Conforme iba pasando su mano, en su antebrazo contrario se iba creando la hoja de oro afilado que había desaparecido pero ahora era diferente ya que un símbolo estaba grabado en ella.

—Un poco egocéntrico de parte de Oggún pero no me sorprende, quiere dejar marca de todas las armas creadas por él y sus protegidos.

Abraxas se veía contento al igual que Zack, devolvió la hoja de oro a su dueño para después agradecerle.

—Gracias Eleazar y perdona que ahora tenga eso tu daga, pero por lo que veo es una cuestión que no está en mis manos.

—Descuida, ahora me gusta un poco más –El chico miraba la daga con curiosidad y examinando a detalle– No todos los días puedes herir a un protegido de algún guerrero.

Ambos rieron un poco hasta que Bianca llamo a su pupilo, se despidieron y comenzaron a caminar en direcciones opuestas.
Del otro lado el guía astral de Zack lo esperaba con un par de pergaminos en los brazos pues aún había un par de cosas por hacer.

—¿Se molestó por el sello? –Preguntó sin quitar la mirada de los escritos que leía– Porque Bianca parece molesta por haber dejado que esto pasará.

–No, él está contento porque ahora podrá presumir en las fiestas que me apuñaló.

—Creemé que lo hará, los protegidos egipcios son un poco presumidos y vanidosos. Por eso su daga era de oro.

Zack miraba el pilar de los dioses griegos con atención y al parecer Abraxas tenía un poco de razón.
Era el que más resaltaba de todos al ser dorado, con jeroglíficos y joyas incrustadas.

—Supongo que lo son –el chico parecía estar pensando y recordando lo sucedido en estas horas, pero algo no terminaba de comprender– Abraxas, ¿Por qué mi DayDream-ya hace unos minutos me permitió crear hielo y resultó ser del acero?

—Verás, cuando habías puesto un pie aquí por primera vez no tenías ningún contacto con ninguna deidad. Básicamente tú eras un lienzo en blanco, podías usar cualquier tipo de DayDream-ya ya que canalizabas a través de ti la que está por todos los terrenos de DayDream y cuando estuviste al pie de los pilares todas las deidades y astros podían reclamar tu energía.
Oggún te eligió y te brindó un poder muy útil aquí, estás destinado a ser un guerrero.