DayDream (En Emisión).

CUERVOS - Capítulo Diecisiete.

El castillo de la unión parecía verse afectado por la grieta, aunque en realidad todo DayDream estaba un poco diferente cómo si la fuente de todo en el lugar llegará a debilitarse por momentos, los pilares se mantenían intactos así que todos se apresuraron para obtener sus guardas.

-¿Quién irá primero? -preguntó Abraxas.

-Yo lo haré... -respondío Liliana quién caminó hasta el centro de los pilares y se puso a caminar hacia el pilar griego.

Todos miraban con atención para descubrir sí era ese el pilar indicado, pero no fue así ya que al tocarlo se mantuvo igual, sin ningún cambio.
El piso de arena la atrapó de los pies y la volvió a colocar en el lugar dónde inicio.

-Presta atención a tu alrededor Liliana, los pilares te llamarán y guiarán para poder llegar a tu guarda.

La chica de menor estatura asintió con la cabeza, cerró los ojos y sintió cómo si alguien la tomara del brazo para guiarla, aún con los ojos cerrados ella caminó hasta el pilar Nórdico.

Al abrir sus ojos y ver cuál pilar estaba frente a ella fue casi imposible no saltar de la emoción, después de calmarse fue que tocó el pilar Nórdico con su mano, este era el indicado pues además de escuchar los truenos en toda la sala, comenzó a brillar y lanzar destellos por toda la sala para después dejar bajar el busto de piedra frente a ella.

"Heimdallr", Dios guardián nórdico, en la piedra se podía observar a un hombre de cabello corto, su ropa era una armadura del mismo color de la piedra, pero lo que destacaba en él era una espada que llevaba en la espalda, parecía tener runas grabadas en su hoja.

—Hija mía, te elegí a ti para protegerte y brindarte un don especial, uno que te servirá de mucho en estos momentos de necesidad, sólo esperó que puedas darle un uso adecuado. –El pilar Nórdico parecía que se agrietaba para poder abrirse y entregarle a Liliana un cuerno de color azul y destellos blancos– Este artefacto te será de utilidad en tu misión, deberás pedirle a todos aquellos en los que confías que soplen de él, pero cuando llegue el momento de tu batalla final, deberás soplarlo tú y de esta manera todos aquellos en los que confiaste irán en tu auxilio y apoyo.
~Además de eso, te dotaré con el don de poder ver, escuchar y hablar con toda persona que sea cercana a ti pues sin importar la distancia tú podrás comunicarte con ellos, ve allá querida Liliana y sé una gran guerrera cómo tu guarda.

El busto de piedra regresó a su lugar, la chica se había quedado totalmente sorprendida pues no sabía muy bien que reacción tener con respecto a lo sucedido, pero ahí no terminó todo pues Abraxas se acercó a ella para darle un abrazo y ayudarla a obtener su pulso de guarda, al igual que Zack ella penetró el pilar que le entrego un brazalete un poco delgado, ajustado y este era cómo cristal tintado de color azul, naranja y verde.

—¿Cómo te sientes Lili? –preguntó su guía.

—Mucho mejor de lo que creí que me iba a sentir –Liliana dio media vuelta y corrió a abrazar a su hermano– tienes que ser el siguiente, es algo muy bello.

Todos se unieron al abrazo de los hermanos, Tobías se separó del grupo y caminó hasta Abraxas.

—¿No hay problema en que siga yo?

—Si los demás están de acuerdo, por mi está bien.

Todos los chicos lo alentaban desde el otro lado de la sala, así que tras una respiración pesada él comenzó a caminar hasta los pilares.

Tobías es un chico muy valiente y aguerrido aunque esta vez parecía ser un cachorro intimidado pues sus manos temblaban además de que su caminar era algo torpe, ya en el centro de los pilares no sabía realmente hasia dónde caminar así que se guío por el que más le gustaba aunque no fueron ni 3 pasos los que dió ya que una corriente muy fuerte de viento le dio media vuelta y lo empujó ligeramente al pilar azteca.