CAPÍTULO 28

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Sakura

—¿Qué pasa contigo? Pensé que estarías bailando en el techo con la cantidad
de visitas que esta ronda de votaciones está trayendo a la página.

—¿Eh? —Aparto mi atención de la ventana por la que he estado mirando durante no sé cuánto tiempo y me vuelvo a Anko—. Lo siento. Solo estaba pensando.

—¿En quién? —Su sonrisa es amplia y sus cejas se levantan mientras mira hacia
la pantalla de mi computadora y luego de vuelta a mí.

—Oh. No. No en él —Tropiezo con las palabras mientras presiono Alt+Tabulador para salir de mi pantalla, que estaba abierta a la foto de Sasuke.

—Estoy segura que no. ¿Por qué soñar despierta con él cuando puedes tenerlo
cuando quieras, verdad? —se burla y me tiene recuperando la respiración momentáneamente. ¿Lo sabe? ¿Alguien lo sabe? No es como si nuestra lucha
acuática no pudiera ser alimento para los chismes de Sunnyville, pero se fue bajo el amparo de la noche. Después de poner su ropa en la secadora, salió corriendo por la puerta principal a tiempo para buscar a Luke de la película a la que la mamá de Sasuke lo llevó.

Las palabras de Anko  aún me hacen detenerme. Me hacen cuestionar si algo se ha dicho. En cambio, me río y decido seguir con mi suposición de que nadie lo sabe.

—Vas a comenzar más rumores, Anko.

—Si está en el Sunnyville Gazette, debe ser cierto. —Me guiña un ojo.

—¿Qué hay en el Sunnyville Gazette?

—Que tú y Sasuke fueron vistos cenando en McClintock’s la otra noche.

Esta vez, me río de verdad.

—¿McClintock’s es el restaurante con vista a los viñedos de los Hoskin? —Me  trago el amargo sabor en la boca ante la mención de uno de los muchos negocios que posee la familia de Karin.

—El único que hay.

—Bueno, yo, por mi parte, nunca he estado allí. Ni siquiera cuando era una niña… así que no son más que rumores.

—¡Calla! —Agita una mano en mi dirección—. Déjame fingir que estabas allí para poder vivir vicariamente a través de ti y ese bello espécimen de hombre sexy.

Si tan solo supiera.

Pienso en la otra noche. En Sasuke y todo lo que era más que capaz de manejar cuando se trataba de mí.

—Consigue tu propio hombre, Anko. Mejor aún, déjame difundir rumores de que estás con Sasuke. Eso sería más creíble ya que eres residente aquí. Dado que tus hijos tienen la misma edad que Luke. Quiero decir, son una pareja hecha en el cielo.

—En primer lugar, eres la única que podría salirse con la suya durmiendo con un concursante y no ser despedida. —Ahogo una tos—. Tu papá me despediría en un segundo si nuestras posiciones se voltearan.

—Buen intento, pero la advertencia ya se emitió no tan sutilmente. Cualquier
confraternización con los concursantes podría percibirse como una parcialidad en lo que respecta a la votación —digo, utilizando mi mejor imitación de Kizashi Haruno mientras recuerdo mi discusión y la de Sasuke sobre la parcialidad y la sonrisa sexy que tenía en los labios—. ¿No lo sabías? Nunca se permite que la vida interfiera con los negocios cuando eres una Haruno.

—Estamos hablando aquí de algo hipotético. —Levanta las cejas y levanta un dedo para que no la interrumpa—. A menos que tengas algunos detalles jugosos que estés ocultando.

—Sí, claro —digo a través de una risa nerviosa.

—Más vale que no lo estés; además, creo que la ciudad se volvería contra mí si yo fuera tras él. A ellos les encanta la idea que ustedes dos estén juntos. Héroe local que fue agraviado por su ex y la popular reina del baile de graduación que regresa para reunirse con su amor perdido desde hace mucho tiempo.

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