CAPÍTULO 50

371 54 4
                                    

Sakura

—Es verdad, ¿no?

Sasuke está en mi puerta. Ni siquiera he abierto la pantalla de la puerta, pero sus palabras están fuera y ahora hay mucho más entre nosotros que la pieza de malla
enmarcada en madera.

—¿Qué es verdad? —Empujo la puerta para abrirla, pero solo la mantiene quieta, casi como si fuera una barrera que lo protege de la verdad.

Pero sé que sabe. Está en su postura. En la tensión de su cuerpo. Está en el dolor
en sus ojos.

—Te estás yendo.

Me quedo mirando mis dedos retorciéndose antes de volver a alzar la mirada para encontrar sus ojos.

—He intentado decírtelo.

—No te has esforzado mucho. —Es el primer rastro de ira.

Me gustaría que hubiera más. Esto sería más fácil si hubiera una tonelada más.

Rabia, puedo lidiar con eso. La derrota es una emoción completamente diferente.

—Sasu… éramos casuales Estábamos disfrutando la cosa de los amantes en
secreto. Dejaste en claro que no habría nada más entre nosotros, así que pensé que para cuando tuviera que irme, estarías harto de mí.

—No pongas palabras en mi boca para facilitarte esto, Sakura. No me eches la
culpa. Cometí muchos errores, cosas que hice y cosas que te dije… pero cuando se
trataba de cómo me sentía, de cómo me sentía por ti, nunca mentí.

Muevo mis pies Voy a empujar para abrir la puerta de nuevo, necesitando conectar con él, pero su mano la mantiene firmemente cerrada. Mierda. Las lágrimas llenan mis ojos, y parpadeo alejándolas.

—Tienes razón. Yo… no tengo una excusa. Nos divertimos y coqueteamos un minuto, y luego al siguiente dijiste que querías intentar hacer funcionar esto. Querías intentar hacer que esto funcionara. Debería haberte dicho entonces. Debería…

—Deberías haberme dejado elegir si me enamoraba o no de ti. Pero no lo hiciste
Y ahora es para nada.

—Sasuke. —Su nombre es una súplica rota ya que cada parte de mí absorbe las palabras que no esperaba, pero ahora sé que no merezco.

—Pensé que te estabas quedando. Me arriesgué a esto, a nosotros, porque
pensé… Cristo, no sé lo que pensé. —Se pasa una mano por el cabello y levanta la cabeza hacia el cielo nocturno. Los tendones en su cuello están tensos y sus manos se empuñan y se aflojan mientras procesa todo.

—Lo siento mucho.

—No. No lo sientes. —Niega mientras baja la cabeza de nuevo y la gravedad en sus ojos me dice todo lo que necesito saber. Ya lo he perdido—. Me dejaste enamorarme de ti cuando sabías que no había futuro aquí.

—Por favor.

—Ahórratelo, Saku. Sabías lo que estabas haciendo todo el tiempo.

—No. No lo sabía. Quiero decir… sabía que el proyecto iba a terminar, pero tú, nunca te esperé. —Mi voz se rompe justo con mi corazón—. Créeme cuando te digo
que sé que me equivoqué. Debería haberte dicho. —La primera lágrima se desliza por mi mejilla mientras ese pánico que todo lo consume se apodera de mí—. Debería haberlo hecho, y luego seguimos profundizando en esto, y no había un momento perfecto para decírtelo, así que…

—Así que dejas que mi hijo me diga.

Esas ocho palabras hacen que cada pensamiento en mi cabeza muera
rápidamente… porque tiene razón Sabía que Luke le contaría a Sasuke sobre nuestra conversación. Sabía que él conectaría los puntos que no conecté para Luke.

¿Es posible odiarme más de lo que ya lo hago?

Hipo un sollozo y empujo contra la puerta. Esta vez la deja. Esta vez me acerco y le toco el rostro. Lo áspero de su barba incipiente raspa contra mi mano. Su aliento entrecortado llena mis oídos.

Esta vez, uso sus palabras con él.

—No soy muy buena con las disculpas, Sasuke. Parece que sigo arruinándolas cuando se trata de ti, así que te mostraré de la única manera que sé.

Cuando presiono un beso en sus labios, hay vacilación allí. Y luego no hay.

Pruebo la ira en su lengua. Puedo sentir la violencia bajo el borde de ella. Puedo
sentirlo en su toque, la desesperación porque esté equivocado acerca de mis intenciones.

Pero no hay nada satisfactorio en el beso porque sé que estoy tratando de usarlo para salvarme.

Te amo.

Y sé que cuando doy un paso atrás y lo miro a los ojos, que no sirvió de nada para arreglar esto.

—Creía que eras diferente. Pensé que habías cambiado. Debería haber sabido.

Y con esas palabras, Sasuke gira sobre sus talones y se va.

Grito en mi cabeza para que no se vaya. En silencio grito te amo.

Pero no hay nada que pueda decir que solucione esto. No hay nada que pueda
decir más que lo siento. No hay nada que pueda hacer que saque la mirada que me
dio de mi mente.

Todo en lo que puedo concentrarme es en que no dijo que me odiaba.

No me pidió que me quedara.

Dijo que me amaba.

¿Qué voy a hacer ahora?

WORTH THE RISKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora