CAPÍTULO 4

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Sasuke

—Escuché que las felicitaciones están en orden. —La sonrisa de mi madre se amplía con cada segundo que pasa mientras me mira.

—¿Por qué? —Miro a Luke, cuya sonrisa misteriosamente coincide con la de ella.

—Luke me dijo todo acerca de ser finalista en…

—No está sucediendo, mamá. Es más probable que algún truco de mercadeo
salve a las ballenas o algo así y…

—¿Y tienes algo en contra de salvar a las ballenas? —Sus manos están en sus
caderas, y Luke se está riendo porque eso generalmente significa que alguien está en problemas.

—Ella dijo que cree que papá tiene una posibilidad real de ganar —dice Luke con entusiasmo.

—¿Ella? —Las orejas de mi madre se aguzan y cada parte de mí se eriza cuando se inclina y pone sus manos en sus rodillas para estar al nivel de los ojos de Luke—. ¿Quién es ella?

—La señorita Sakura —continúa—. Es realmente bonita, agradable y…

—Nadie. —Empujo a Luke con suavidad en un hombro mientras mi madre pone su mano en el otro y lo mantiene en su lugar.

—Él solo me estaba informando cosas que tú no me dices —dice levantando las cejas y esa mirada que me dice que incluso si no discutimos esto ahora, lo sacará de él en el momento en que salga.

Justo lo que necesito.

—¿Por qué no vas a jugar con Moose? —digo, refiriéndome al mamut de perro de mis padres.

—Hay unas vacaciones y dinero si gana. ¡Unas vacaciones, nana! ¡Tal vez podríamos ir a Disneyland!

—Qué divertido —dice y sonríe. Él mira de mí a ella, se encoge de hombros, y luego sale corriendo por el pasillo—. ¡No corras por la casa! —grita mi madre, y sus pasos se vuelven lentos a un ritmo apresurado antes que se escuche un golpe de cola. El monstruo de perro llega entusiasmado al ver a su humano favorito, y la risa de Luke es fuerte a medida que llega a la cocina—. ¿Quién era esta señorita?

—No importa quién es porque no estoy haciendo el concurso. —Abro el refrigerador y agarro una botella de agua antes de sentarme en uno de los taburetes que me dan una vista del patio trasero—. Gracias por cuidar a Luke por un rato.

Cuando me vuelvo para mirarla, tiene las manos en las caderas y una expresión
que me dice que no está creyéndose ni una palabra de lo que estoy diciendo.

—Deberías hacer el concurso, ¿y quién es la señorita?

—No estoy haciendo el concurso, y la señorita es Sakura Haruno, igual que la
amiga cercana de Karin en la escuela secundaria, Sakura Haruno. ¿Estás feliz?

—Oh. —Tomo otro sorbo y reviso el correo sin abrir en el mostrador por costumbre mientras ella resuelve qué decir a continuación. El reconocimiento parpadea en sus ojos. Sé que sabe quién es Sidney—. Eso no debería impedirte participar. Podría ser divertido.

—¿Divertido? No, gracias. Tengo mis razones. Tema terminado.

Me mira, completamente insatisfecha con mi respuesta, pero consciente que nuestro concurso de miradas no la llevará a ningún lado. Puede que sea el pacificador de la familia cuando se trata de otros, pero cuando se trata de mis asuntos personales, nadie me dice cómo manejarlos.

—Bueno, entonces —dice mientras agarra la esponja y comienza a limpiar las encimeras ya limpias solo para ocuparse. También es su manera de reprimir el dolor que acabo de causarle al no permitir que su labor de madre me ayude—. Entonces, eh, ¿hay algo divertido que planees hacer?

WORTH THE RISKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora