Capítulo 14

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—¿Cómo está?— pregunto Kristoff mientras ingresaba a su habitación junto a su esposa e hijo. Tad y Tadashi cuidaban de Elsa mientras aún seguía en sus horas más críticas. 

—El robot médico dijo que estaba perdiendo sangre aún y que no le habían dañado nada interno. Dijo que estaba muy agotada y estaría inconsciente por días...— Kristoff saco una nota de su bolsillo y se la entrego a Ana— ¿Que es esto? 

—El consejo europeo mando un citatorio, vendran mañana a inspeccionar el castillo. Creen que Tad y Elsa tienen una relación a escondidas.

—Quieren nombrarte rey. 

—¿Qué? ¡No claro que no! ¿Porqué? 

—Si encuentran aquí a Tad o Tadashi, tendrán que formalizar el matrimonio o Elsa será destituida, si tomamos que el Jefe del Consejo la odia y quiere sacarla desde hace tiempo, esto terminará de confirmarlo.

—No no, tenemos que hablar con Tad, solo hasta que las cosas se calmen con el consejo— el hombre comenzó a caminar en círculos por toda la sala— ¡Yo no estoy hecho para ser rey! ¡No estoy listo! Tu debes ser la reina, no, Elsa no debe de ser destituida. 

—Tranquilo— susurro Ana tomándolo de las manos— yo tampoco estoy lista para ser reina, tenemos un pequeño y Elsa está enferma. Buscaremos la solución, veremos cómo arreglar todo este desastre. 

La tierra comenzó a crugir nuevamente y el viento comenzaba a soplar con fuerza. Eso significaba una sola cosa: Elsa estaba mal. 


Elsa se sentía sola, en su palacio de hielo mientras trataba de salir. Era como si su magia la aprisionara a si misma. Las voces de su hermana, Kristoff y Olaf retumbaban en la habitación. Pero el llanto de un bebé la coloco de rodillas al centro de la habitación, era un llanto tan desgarrador que Elsa se sentía culpable. Era como si todos sufrieran por su culpa. Pero el sonido se detuvo. Entonces arena negra comenzó a formarse, mostrando sus peores recuerdos: Ana y su accidente, sus padres muertos, su corazón congelado.. 

"Eres un monstruo" comenzaron a susurrar las voces. Comenzó a girar sobre si misma y el castillo desapareció. Ahora estaba en medio del bosque, sosteniendo su espada de hielo mientras se enfrentaban sola a todos esos hombres. Mientras ese enemigo la apuñalaba de nuevo al costado. 


Ana corrió lo más rápido a la habitación de la joven, delante de ella y cruzando ya la puerta se encontraba Tadashi, quien se acercó a la reina y la examinó, los latidos del corazón de la joven, que estaban registrados en una extraña máquina, comenzaron a ser más lentos y tranquilos. El viento se detuvo al igual que la tierra, todos se quedaron atentos y todo quedó en completa calma cuando Tadashi acaricio el rostro de Elsa y le depositaba un beso en la frente. Los copos de nieve que salían de la habitación de la joven, se habían detenido. Junto a su hermana, estaba el pequeño Olaf recostado e inconsciente, conforme Elsa se debilitaba el también lo hacía, pero está vez su nieve había dejado de desaparecer. Era como si la sola presencia del pelinegro, logrará calmar el corazón de la Reina. 

—¿Qué-qué sucedió? 

—Segun su actividad cerebral, tuvo una pesadilla— suspiro el muchacho mientras se sentaba al bordo de la cama, el robot enfermero estaba sentado en una silla mientras recargaba su batería. Horas de cirugía lo habían agotado, era la media tarde ya. 


Elsa seguía de pie en medio del bosque, sintió como los copos de nieve eran rosados y viajaban hacia su herida, comenzando a cerrarla y a curarla. Luego logro ponerse de pie y ser envuelta por los copos rosados, rojos y morados. Entonces una luz comenzó a guiarla y comenzó a correr hacia ella, entre ese extenso bosque y entre el camino de nieve que había dejado. La luz la llevo hasta la orilla del mar: dándole la espalda, ahí estaba Tadashi como todo un emperador, mirando al mar.. entonces lo supo, no necesitaba nada más, nada más que a él. 

Corazón en el PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora