Corazón en el Pasado

Capítulo 25

El castaño dió pasos largos hacia él, se miraron fijamente un momento. Hiccup y Tadashi eran buenos amigos cuando se trataban de ciencias y programas de televisión pero cuando se trataba de chicas... Hiccup acostumbraba a ser enemigo. Lo observo, estaba haciendo el ridículo tratando de ponerse de pie en la pista de hielo, debía de ser una chica muy especial para llegar a semejante extremo. Tadashi odiaba todo lo que tenía que ver con el frío y los deportes, solo hacia el gimnasio para mantenerse en forma pero no más. Así que lo que el castaño pensaba era correcto, estaba tan enamorado como para atreverse a patinar.

—¿Quién es la afortunada?— Tadashi se quedó en silencio, no quería perderla. No quería sentir que ese extraño sentimiento de temor se hiciera realidad— Vamos hombre, prometo no quitartela. 

—Es una chica..

—¡Joder! Eso ya lo se, pero que Tadashi este sobre el hielo es uno de sus grandes sacrificios. ¿Quién es? ¿Toth? ¿Honey? ¿Mérida? ¿Rapunzel? ¿Sofia? Dios ¡Díganme! 

—Arrendell. Elsa Arrendell...— confesó Tadashi. Al instante la mirada de Hiccup se quedó sin color. La conocía perfectamente, dulce, hermosa y con un don para patinar. La chica a la que estuvo a punto de romperle el corazón. Esperaba que ella nunca de enterará de sus infidelidades, era una chica noble. De hecho terminaron porque ella admitió no sentir algo fuerte por el, solo era atracción. Y si la veía de nuevo podría besarla pero su conciencia culpable no podría—¿La conoces? ¿Estuviste con ella?

—Bueno.. fue hace mucho tiempo.. Ella no estaba enamorada de mi ni yo de ella, fue mera atracción. No sucedió nada y te juro que no te la quitaré. Yo a ella le debo disculpas y no creo poder dar la cara después de que seguramente ya sabe lo que hice. ¿Aún su cabello es platinado y se ondula ligeramente? ¿Sigue usando labiales rojos y huele a vainilla? Por eso estás patinando, ella adora patinar ¿Sabías que fue campeona en un concurso de patinaje? En su último año de preparatoria fue su último concurso. ¡Era preciosa! Y su voz ¡Wao! 

—Creo.. que el único enamorado fuiste tú...— al instante Hiccup cayó en cuenta de que había hablado demás. Aquella chica lo había marcado durante un largo tiempo, lo había ayudado a dejar de temer por lo que diría su padre de convertirse en biólogo marino. No la merecía, lo sabía, estaba dispuesto a alejarse de ella. 

—No, solo que ella dejo una marca en ti...— se acercó a Tadashi dando pasos cortos y le tomo uno de sus hombros— cuídala mucho, ella vale demasiado para ser lastimada. 

Después de eso el muchacho solo se alejo y salió por la puerta, incluso olvidó a la rubia que venía con el. No sabía exactamente qué había pasado entre ellos pero había algo en la mirada de Hiccup, como algún tipo de culpa y temor. Y con cierta razón, se había hecho una mala reputación ante las chicas. Pero eso no importaba ya, solo seguiría su último consejo. La cuidaría, la querría y la amaría para siempre. Solo imaginaria entre sus brazos y un futuro a su lado, lo hacía sentirse más seguro de lo que haría ese día, le confesaría el remolino de emociones que crecía en su interior cada vez que la miraba. Estaba nervioso, aterrado pero con algún impulso que crecía en su interior que le decía ¡Corre y dile de una vez! Sin embargo los nervios crecieron cada vez más conforme los días avanzaban. Cuando pasaba tiempo con ella quería arrodillarse y pedirle matrimonio ¿Matrimonio? Era una locura. Pero estaba perdido en el amor, más que hundido. Los paseos en los recesos eran cada vez más largos, llegaban tarde a clases o al proyecto. Almorzaban juntos y la llevo a casa el día en que su auto se descompuso. 

Ella estaba esperando en la parada del bus con su linda blusa rosa pastel y sus jeans blancos, con su trenza de lado. Se detuvo y la miro fijamente. 

—¿Necesitas que te lleven? — ella río y acepto con la cabeza.

—Lo siento... — río. El le entrego un casco y ella se acercó a la motocicleta— prométeme que no moriremos ¡Las motocicletas me aterran!