Capítulo 9

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Una joven de ojos azules y cabello blanco caminaba por el muelle de Arrendell. Desde lejos podías observar su despampanante vestido de mangas largas y escote de barco, con el corpiño decorado con encajes y lentejuelas brillantes y cayendo en una falda larga que dejaba una pequeña cola en la parte de atrás. En los dobladillos tenía adornados pequeños encajes con forma de flores. Mirando hacia el barco decidió crear un pequeño dragón de nieve y le dió una sola misión. 

—Cuida de Tadashi— el pequeño dragón comenzó a volar hacia el barco, Tad a lo lejos miro una pequeña mancha que conforme se acercaba tomaba la forma de un dragón. Asustado el joven se alejo pero el dragón se colocó en la orilla del barco y lo observó. Entonces repitió el mensaje de Elsa— Cuida de Tadashi— asombrado, escribió en el cuaderno de Hiram un mensaje.

Tadashi observó el cuaderno de Hiram, desde que cruzaron el portal no lo soltaba, pues no quería perderse nada. Tad le había prometido que cada vez que quisiera mandarle un mensaje a la reina o alguna noticia llegar lo anunciaría inmediatamente. Las letras comenzaron a formarse dejando un mensaje. 

"Cuida de Tadashi" Elsa lo mando para ti. 

Bajo la nota el dibujo de un pequeño dragón se formaba, una triste sonrisa fue inevitable verle en el rostro, por la madrugada la había tenido entre sus brazos y aquella mañana estaban lo más lejos posible. Un grito alerto a Tadashi, rápidamente corrió al laboratorio de Honey dónde un círculo de luz azul comenzaba a formarse, acompañado de copos de nieve y tomando la forma de un dragón. 

—Cuida a Tadashi— hablo en noruego antiguo que dejó confundidos a los jóvenes. Tadashi estiró su mando y al instante el dragón se colocó en el. Su piel era azul claro y sus ojos de un violeta singular, hecho de hielo en su totalidad. 

—¿Qué es esto?— pregunto Hiro. Tadashi les mostro el cuaderno y les contó que Elsa lo había mandando en el pasado para cuidarlo. Wasabi pregunto porque estaba entonces aquí— Porque la reina cree que Tadashi y Tad son los mismos, su misión es cuidarte así que vivas ahora, en mil años o hace un siglo, el estará dónde te encuentres. 

—¿Entonces son dos dragones? 

—No, cuando Tad murio probablemente despareció y ahora que tú estás con vida, vuelve. Eso significa que el pasado ya comenzó a alterarse— rápidamente cada muchacho reviso las fotografías a ver si se encontraba el misterioso dragón pero no había nada, lo que significaba que el pasado no se había alterado, aún. 

Mientras tanto la joven reina volvía a su habitación para recoger algunos documentos, al entrar a su habitación se encontró con Malena, Ana y una joven doncella. La mujer mayor parecía molesta, su hermana intrigada y la joven doncella preocupada. Curiosa entro a su habitación y fingiendo que no las notaba se sento frente al tocador mientras se peinaba su trenza. La mujer indignada se puso de pie y se colocó tras de ella. 

—Jovencita ¿Me puede explicar que hace esto aquí?— Elsa pudo notarlo, uno de los botones de oro del traje de gala de Tadashi. Se sonrojo al instante al recordar que cuando lo atrajo más así misma y lo tomo firmemente del saco, un botón cayó al suelo. Estaba tan envuelta en los labios de Tadashi que lo olvido. 

—Olaf me lo ha dado— contesto la joven sin dudas. Ana que seguía sentada en la cama observó como los pies de su hermana comenzaban a soltar escarcha. Mientes, susurro. 

—¿Porqué escuche voces en tu habitación? 

—Olaf estaba aquí. Estábamos hablando...— otro poquito más de escarcha creció— Clarisa, cuéntale lo que se dice por los pasillos del castillo. 

—Como ordene— dijo la joven con cabeza gacha mientras se acercaba a la Reina— Ma-majestad, un guardia la observó fugarse por la noche junto al emperador de Japón, los vio volver y subir juntos a las habitaciones, una doncella dice que observó al emperador entrar a la habitación de su majestad— entonces todo el piso se llenó de escarcha y Ana lo supo. Elsa no podía mentir más, nunca lo había hecho y con tantos detalles era imposible no sonrojarse por lo que recordaba. 

Corazón en el PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora