Capítulo 11 | 6 de diciembre

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El tan ansiado 6 de diciembre por fin había llegado al palacio Todoroki, y aunque para Fuyumi era un gran día lleno de risas y celebración, para ti era como una despedida

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El tan ansiado 6 de diciembre por fin había llegado al palacio Todoroki, y aunque para Fuyumi era un gran día lleno de risas y celebración, para ti era como una despedida.

Hubieses deseado pasar más tiempo escondida entre las sábanas de seda, pero los golpecitos en tu puerta por parte de las doncellas encargadas de Fuyumi, Yaoyorozu y tú, te hicieron saber que no sería tan fácil ese día para ti huir de las responsabilidades.

—Señorita Hashimoto, los vestidos acaban de llegar.

Así que ahora estabas ahí, con tu cuerpo recargado sobre el respaldar del sillón, disfrutando de la fresca y tranquila mañana. Yaoyorozu se encontraba a tu lado, bebiendo de su té junto con unas galletas mientras conversaba un poco con las muchachas y señoras del lugar.

—Aquí tiene su té, señorita. —Yui llamó tu atención, ofreciéndote la taza llena que agradeciste con una pequeña sonrisa.

No te quejaste por cómo te llamó, después de todo, las doncellas de Fuyumi en su mayoría eran señoras adultas que no veían apropiado hablar por el nombre —o por el apellido— a la realeza, y aunque a ti eso te importaba muy poco, no deseas generarle problemas por, y citando las palabras de las mujeres, «no saber respetar los rangos».

—Creo que el corsé debería ser un poco más ajustado, señorita Todoroki. —Una de las modistas acomodó el lazo de la prenda, ajustándolo un poco más, haciendo escuchar la queja de la peliblanca por el recién ajuste.

—Creo que está bien de esa forma, madame Kayama —habló Fuyumi tomando un par de inhalaciones para retomar aire—. No deseo estar incómoda toda la noche.

Fue inevitable hacer una mueca ante el ajuste de ese corsé que parecía iba terminar con su circulación de sangre muy pronto.

Respirar nunca fue una opción.

No es que fueras ajena a la sensación de tener un corsé envolviendo tu abdomen, al contrario, estabas más que familiarizada con ellos ya que la mayoría de tus atuendos llevaban uno, pero jamás habías entendido porqué tantas mujeres deseaban llevar uno tan ajustado. Está bien, querían una cintura de avispa y unas grandes caderas, no había nada de malo, ¿pero por qué llegar hasta el punto de quedarse prácticamente sin respiración?

Meet You Again | AU Medieval | [Izuku Midoriya × Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora