Capítulo 22 | Prófugos

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Querías escapar

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Querías escapar.

No importaba cómo, ni con quien, simplemente querías correr lejos y ocultarte de toda la humanidad a tu alrededor, ¿sonaba cobarde? Tal vez, pero si aquello evitaba que siguiera creciendo la ansiedad dentro de ti al tener a la persona que querías a solo unos metros de ti sin la oportunidad de poder tocarle, entonces la tomarías.

En el momento en que el príncipe y tú habían llegado a la entrada del palacio y habías logrado identificar la cabellera verde de la persona que se había adueñado de tus sueños y desvelos, sentiste dentro de ti que podían atraparte, aunque, honestamente, nadie ahí —a excepción de Shōto— podría sospechar que ustedes dos se conocían.

Todo pasaba frente a ti como un simple nubarrón, escuchaste las presentaciones de las familias, la cálida bienvenida de la familia Shindō y el agradecimiento de la familia Todoroki, pero parecía que tu cerebro no era capaz de registrar ninguna sola palabra y que, descaradamente, había elegido concentrarse solamente en la persona que llevabas pensando durante las últimas semanas.

De pronto quisiste tener a Momo a tu lado.

—Creo que es momento de retirarme también, alteza —mencionaste hacia el príncipe a tu lado cuando los Todoroki anunciaron que deseaban descansar—. Si me lo permite, me retiro ahora.

—Ah, no es ningún problema, princesa —respondió Yū, soltando tu brazo de inmediato, como si hubiese olvidado ese hecho—. Espero que pueda descansar, nos vemos mañana.

Y si ya querías morir, en el momento en que Yū hizo una pequeña reverencia y besó el dorso de tu mano, tus intenciones de morir solo se multiplicaron, de verdad, ¿no podía simplemente decir adiós y ya? ¿Por qué debía seguir la etiqueta en ese maldito momento? Te tragaste las mil y una maldiciones dirigidas a su persona, y en su lugar, sonreíste, ¿qué más podías hacer? No podías darte el lujo de faltarle al respeto a la familia real de otro reino, era como estar en el campo de batalla sin armamento y sin escudo y solo con una estúpida espada de madera.

Chiyo caminó a tus espaldas, siguiendo a la familia real Todoroki, y sin saber cómo, habías logrado contener el impulso de voltear a ver a ese dulce chico pecoso, sin embargo, gracias a la vista panorámica, habías sido capaz de observar su rostro... Uno que no sonreía como siempre, sino que observaba hacia el suelo con una tristeza impregnada en sus ojos que te oprimió el corazón.

Meet You Again | AU Medieval | [Izuku Midoriya × Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora