Izuku siempre se consideró a sí mismo como alguien correcto, romper las reglas, para él, era casi inaudito, pero siendo alguien que le gustaba ayudar a las personas a penas las creía en peligro, no dudaba en romperlas para lanzarse y tratar de salvarlos, aquello había sido una de las causas del porqué Aizawa solía regañarlo la mayoría del tiempo.
—Entiendo que tus instintos sean salvar a las personas que te rodean, Midoriya —le había dicho Aizawa en una de esas ocasiones cuando se había quedado hasta tarde limpiando los cazos de las pociones, como castigo por haber ido a una misión sin consentimiento—. Pero ten cuidado, si sigues rompiendo las reglas de tal forma, puedes meterte en más problemas.
Aunque jamás olvidó esa advertencia por parte de su profesor, no fue hasta esa fría noche del 6 de diciembre en que lo comprendió.
Izuku se había arrojado directo a romper la regla que siempre trató de conservar, había intentado por todos los medios, mantener sus sentimientos al margen y respetar esa línea que con el paso de los días se iba haciendo cada vez más delgada, llegado casi hasta el punto donde sentía que algo tan sencillo como un soplido podía romperla.
Pero no fue un soplido quien terminó de romperla, sino un beso.
Y no estaba salvando a nadie, lo estaban salvando a él.
Sabía que su cuerpo estaba ahí, de pie justo frente a ti mientras una de sus manos se aferraba a tu cintura, como si no tuviera intensión alguna de soltarte, y su otra mano que había iniciado en tu nuca, ahora acunaba tu mejilla, brindando pequeñas y suaves caricias para que no quedara rastro de tus lágrimas y, en su lugar, sólo hubiera los rastros de amor que él estaba dispuesto a dar.
Izuku no sabía muy bien lo que hacía, en realidad, una parte de él —la nerviosa—, se preguntaba si estaba haciendo bien en mover sus labios de esa forma o en sostenerte de esa manera, pero la parte idiota —la cual ya había dejado a la razón atrás—, solo se concentraba en ti y en lo mucho que le gustaba tener así de cerca.
Jamás se había sentido tan bien romper las reglas.
En algún punto tus manos se habían hecho puños sobre su saco, sosteniendote como si tuvieras miedo a caerte, la rosa aún seguía en tu mano y probablemente si Izuku no hubiese quitado las espinas, ya estaría todo un charco de sangre debajo tuyo. Se vieron obligados a separar sus labios, dejando atrás ese beso delicado y descuidado que sólo dos adolescentes inexpertos podían darse por primera vez, las mejillas rojas y los labios ligeramente hinchados debido al profundo beso que se habían dado sin siquiera pensarlo demasiado.
ESTÁS LEYENDO
Meet You Again | AU Medieval | [Izuku Midoriya × Lectora]
Fanfiction𝗠𝗲𝗲𝘁 𝗬𝗼𝘂 𝗔𝗴𝗮𝗶𝗻 | また会いましょう Un castillo, una huida, una fiesta y un roce de manos fue lo que necesitaron para que se encontrarán, como imán y metal que, sin siquiera analizarlo, se unían al más mínimo acercamiento. Sin embargo, c...