Meet You Again | AU Medieval | [Izuku Midoriya × Lectora]

Capítulo 03

Izuku sabía muy poco, por no decir nada, sobre el reino de los Hashimoto, lo cual era totalmente comprensible debido al pasado que seguía como un fantasma sobre todo el territorio.

A pesar de los años, los estragos de la guerra aún eran palpables en el aire, con las crónicas y experiencias de los mayores, recordando que solamente se necesitaba una diferencia de ideas para hacer estallar de nuevo una guerra.

Izuku confiaba en que los actuales reyes podían llegar a una decisión sin necesidad de recurrir a la violencia. ¿Era un iluso por pensar eso? Puede ser, pero le gustaba pensar que así sería, y no habría necesidad de recurrir a las armas para ver quién tenía la razón, nadie quería una guerra de nuevo, la tranquilidad y paz en la que vivían los pueblos, —exceptuando por los delincuentes que seguían por ahí libres—, era algo que los gobernantes querían mantener.

Aun así, todos debían cubrir todas los posibles escenarios que pudieran ocurrir, incluso si eran los más horribles y crueles, no podían dejar nada sin cubrir, era precisamente por eso que Izuku salía todas las mañanas a entrenar con su espada, asegurándose de dejar una nota para su madre y no preocuparla por no encontrarlo en su cama.

El sol apenas comenzaba a salir cuando Izuku entró al establo del castillo, bajando del lomo de su caballo café y dándole una manzana para que comiera algo mientras practicaba y esperaba a qué sus demás compañeros se unieran a él.

Intentando calentar sus músculos y despabilar su mente, sólo logró que sus pensamientos regresarán a la familia Hashimoto.

Lo que Izuku sabía sobre ese reino vecino era solamente lo que había escuchado del pueblo y de los altos mandos cuando estaba dentro del palacio: era un reino justo y soberano, al igual que los Todoroki y Bakugō, su economía se debía al comercio dentro del pueblo y ofrecer algunas de sus cosechas a los reinos vecinos, solamente exceptuando por esos pequeños pueblos alejados que se manejaban por el trueque.

De ahí en fuera, no sabía otra cosa. Ni siquiera conocía a los reyes de la región, a excepción de su hija, no sabía nada más. Y le inquietaba. Siempre había sido alguien que le gustaba investigar a fondo y conocer todo lo relacionado con lo que le gustaba, y conocer sobre los Hashimoto no era la excepción.