Meet You Again | AU Medieval | [Izuku Midoriya × Lectora]

Capítulo 15 | Querido Midoriya Izuku

Para el momento en que Izuku había llegado al palacio de los Todoroki, tú ya no estabas dentro del lugar.

Había dado toda la vuelta al rededor del castillo aún sobre Ceffyl, esperando encontrarte cerca y desearte un buen viaje, sin embargo, Kodai había sido quien le había informado que habías partido junto a Yaoyorozu y tu padre casi a primera hora de ese día.

—Lo siento, Midoriya-san, la señorita Hashimoto partió temprano en la mañana —le había informado ella mientras lo veía a través de la pequeña ventana de la cocina y lavaba algunos vegetales para la comida de la tarde—. Probablemente ya se encuentre fuera del reino.

Aun así, como quien mantiene una fe ciega, Izuku emprendió camino en todo el reino, buscando algún indicio de ti, preguntando cerca de algunos puestos o locales donde lo conocían, sin embargo la respuesta era la misma, Izuku sabía que no iba a encontrarte, que ya estabas lejos de él y no podría verte de nuevo, su mente se lo decía a gritos, le pedía entrar en razón y que volviera al castillo para entrenar, pero su corazón enamorado y aferrado, seguía buscando como un ciego la luz del día, esperanzado a algo que era poco probable.

Aunque no quería, tuvo que rendirse cuando fue medio día y se vio en la necesidad de regresar al castillo de los Todoroki, sus compañeros no dudaron en acercarsele y preguntar si estaba bien, no era común que él llegara tarde a los entrenamientos o a su trabajo, sabiendo la dedicación de este, era casi irreal ver a un Midoriya pensativo alimentando a su caballo y enterrando su espada en un tronco solamente por querer hacer algo y tener la cabeza ocupada.

—¿De verdad te encuentras bien, Midoriya? —Preguntó Iida cuando le llevó una cantinflora llena de agua en uno de los descansos—. Llevas toda la la mañana golpeando ese tronco con la espada.

Izuku observó el tronco que, efectivamente, estaba ya casi partido por la mitad debido a los cortes que provocó con el arma que descansaba a su lado sobre el césped del lugar, y aunque sabía que estaba comportándose de forma inusual, aquello había sido lo único que lo había mantenido a raya para no soltarse a llorar como un niño pequeño.

—Sí, no te preocupes, sólo no dormí bien ayer —le contestó a su amigo con la mejor sonrisa que pudo conseguir hacer.

Izuku estaba seguro de que su amigo no se había tragado aquella excusa barata, sin embargo, agradeció que el chico no siguiera preguntando, no estaba en su mejor momento, y lo que menos deseaba era responderle mal a alguno de sus amigos que lo único que hacían era querer saber si estaba bien.