Capitulo 4

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Esto no podía seguir así.

No podía convivir con un chico a que le caigo mal, la verdad a mí nunca me gustaba caerles mal a las personas y Cameron no sería la excepción.

Me levanté con pesadez de la cama y me puse mis pantuflas rosadas, me dirigí a la puerta y salí de mi nueva habitación.

-El pasadizo era bastante largo y lleno de habitaciones.

¿Ahora cuál será el de Cameron?.

Mi habitación era la última así que empecé a caminar a la que le seguía, la abrí y no era su habitación, solo había una cama y unas cuantas sabanas encima.

Me pasé a la otra y tampoco era su habitación, Era el baño que al parecer era de la habitación del costado.

Me pasé a la otra, pero no pude entrar porque estaba con llave, entonces habían bastantes posibilidades que esta sea su habitación.

Toqué la puerta pero nadie me respondió, toque por segunda vez y solo escuché un gruñido proveniente de adentro. Toqué por tercera y última vez y escuche un quejido.

-Sonia, ¿Qué mierda quieres?, no tienes otra jodida cosa que hacer que no sea molestarme. -habló rápidamente y me hizo temblar de miedo.

¿Lo hago o no lo hago?, ¿Hablo con él o no?, tenía que hacerlo sí o sí.

-N-no soy Sonia. -mi voz salió aguda y a la vez cortante. -Soy (tn)___ y Quiero hablar contigo por favor. -el miedo corría por mis venas, ese chico me daba miedo no lo podía negar.

-Yo no quiero hablar contigo, déjame en paz. -me respondió con un tono serio.

-Por favor, solo hay que hacer las paces, no podemos convivir si nos estamos odiando, o bueno si tú me estas odiando. -contesté con el mismo tono de voz, hasta que escuché sus pasos que se acercaban hacia la puerta, manipuló el cerrojo y la abrió al instante, dejándome ver a Cameron, me duplicaba la altura y podía decir que era atractivo, traía el cabello un poco alborotado y unas pequeñas ojeras debajo de sus grandes y hermosos ojos marrones avellanas que tenía.

-¿Qué mierda quieres?. -me miró con la mandíbula apretada y sus ojos estaban un poco enrojecidos al parecer estaba durmiendo.

-Y-yo... quería h-hacer las paces contigo, como t-te lo dije. -quise seguir hablando pero me interrumpió al instante.

-Odio a las personas que tartamudean a cada rato. -me respondió rápido y seguro. -Y no, no quiero hacer las paces contigo.

-¿Por qué?, sería mejor, así nos podríamos llevar bien. -respondí temblando, pero rápidamente el me agarró del brazo y me tiró contra la pared, saliendo un pequeño gemido de dolor.

-Mira (tn)___,en mi casa hay reglas que tienes que respetar. -dijo muy molesto y alterado. -Primero NUNCA. -dijo resaltando la palabra. -toques ni entres a mi habitación, por esta vez te dejé entrar para advertirte esto. Segundo, no me gusta que personas como tú me hablen.

-¿Cómo las personas como y...?. -me interrumpió.

-Cállate nadie te ha dicho que hables. -entonces me soltó y pude respirar con un poco de tranquilidad. -Ahora lárgate. -dijo y sin esperar más salí de mi habitación.

No puedo creer que sea tan amargado.

Caminé a paso lento hacia mi habitación, pero oí que tocaron el timbre, bajé rápidamente por las escaleras para llegar al primer piso, me dirigí a la puerta y puse mi mano en la manija pero alguien me detuvo.

Always Be In My Heart -Cameron Dallas- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora