Always Be In My Heart -Cameron Dallas-

Capitulo 30

Cameron seguía manejando la moto a una velocidad increíble, todo el viento me caía en la cara y sentía unas pequeñas gotas de lluvia cayendo desde el cielo, pero no me importa me sentía muy cómoda y segura, sentada atrás de Cameron y abrazada de él mientras aspiraba su rico y embriagante aroma que tenía.

-Cameron, ¿Ya vamos a llegar?. –murmuré agarrándome más en él.

Sentí su cuerpo tensarse un poco, pero después de unos segundos volvió a su estado de antes.

-Ya falta poco. –me repitió lo mismo, desde que salimos de la casa.

Gruñí y el rio un poco, al parecer me había escuchado.

Después de unos minutos, llegamos a un lugar que no podía reconocer muy bien, estaciono la moto y ayudo a bajarme de esta.

-Sorpresa. –dijo con un tono de cinco años.

Reí y le golpeé suavemente el brazo.

-Auch. –se quejó. -¿Te gusta?.

Estaba en un bosque, con una laguna muy grande y cerca a esta había una casa de campo, muy bonita y por cierta muy grande.

-Es de mis abuelos. –al parecer me leyó la mente.

-Es muy bonita. –le dije.

-Gracias. –sonrió.

-¿Por qué me trajiste aquí?. –le pregunté.

-Te quiero mostrar muchas cosas. –extendió su mano. -¿Me dejarías mostrártelas?.

Asentí y tome su mano para adentrarnos a la casa.

Entramos y era muy rustica por dentro, tenía recuadros y se encontraba en buen estado.

-En mis tiempos libres vengo. –añado. –Ven mira. –Lo seguí y agarro una fotografía. Habían dos personas tomadas de la mano, sonriendo para la cámara.

-¿Son tus padres?. –le pregunté.

-Si, según mi padre, fue la primera foto que se tomaron acá, ese día fue la primera vez que había traído a mi madre acá.

-Qué lindo de su parte. –sonreí tomando la foto entre mis manos.

-Tienes razón y sabes la llevo a ella a esta casa.

-No, ¿Por qué lo hizo?

-Porque era una persona especial para él desde el primer momento que la vio. –habló mirándome a los ojos.

-Tu papa ha de estar muy enamorado de tu mama en ese momento. –contesté.

-Sí que lo estaba, por eso fue a la única mujer que trajo acá. –habló.

-Cameron...

-Dime.

-No mejor no.

-¿Qué cosa?. –preguntó frunciendo el ceño.

-No nada, suena un poco...

-¿Raro?.

-Vergonzoso.

-No te avergüences, solo dime.

-¿Soy la primera?, ya sabes... a la que traes aquí. –mire al suelo avergonzada.

Agarró mi mentón y la acaricio suavemente, subió mi mentón haciendo que mi mirada se posara en sus ojos mostrándome un brillo que no había visto antes.